Secciones
Servicios
Destacamos
Hay quienes hablan de barullo, pero pueden contribuir a generarlo. Quienes probablemente, sin darse cuenta, quizá por ideología, facilitan la polarización, que es el cáncer de las democracias, porque esta nos impide respetar al adversario, al que achacamos todos los males, nos impide la empatía ... y, en última instancia, como hemos visto en Estados Unidos y en otros lares más cercanos, amenaza con envenenar la convivencia. En este sentido, como todos somos herederos de nuestra historia, y puesto que la historia son surcos, hay quienes han pasado de la cruzada contra el «contubernio judeo-masónico-comunista internacional», a la lucha contra la ideología «progre», el wokismo, la «ideología de género» o vaya usted a saber.
No cabe duda de que nuestra querida España está lejos de ser un país perfecto: un sueldo medio que sigue siendo demasiado bajo en comparación a la media europea; un desempleo juvenil altísimo y endémico, entre los mas altos de Europa; una emancipación tardía de los jóvenes (a los 30 años, demasiado tarde); o un parque de alquiler social también muy por debajo de la media de la UE: el 1,1% del parque residencial en España, frente al 30% de Holanda, y al 20% de Austria y Dinamarca, según datos de la OCDE. Estos son algunos de los problemas reales a los que se enfrenta España, algunos de los muchos retos que tenemos que afrontar colectivamente si queremos construir un país con éxito a escala global, un país en el que entre todos y todas –poderes públicos, empresas, ciudadanos, organizaciones y asociaciones– generemos progreso social y económico, en línea con el artículo 40 de nuestra constitución.
El caso es que, en menos de un año, en mayo de 2023, los ciudadanos están llamados a votar, a elegir alcaldes, alcaldesas, y la composición de nuestra Asamblea Regional. Una oportunidad de ceder poder a nuestra candidato/a o partido preferido para gobernar y, por tanto, contribuir a determinar el futuro. No es solo responsabilidad de los políticos construir el futuro, pero no cabe duda de que cuando los elegimos para gobernar, o para controlar y eventualmente contribuir a la labor de gobierno desde la oposición, les otorgamos un poder relevante. Para muchos ciudadanos, y con razón, no será una elección simplemente entre partidos. Entonces, ¿cómo elegir?
Coincido, quizá a medias, con el autor del barullo, en que la buena voluntad es una condición necesaria, pero no suficiente para gobernar. Hay que tener un plan, liderazgo y una visión estratégica compartida –puesto que no se trata solo de administrar, sino de construir un proyecto–, un gran equipo y la capacidad de convencer y de construir alianzas para implementar el programa. También sabemos lo que hay que evitar: no se está en política para robar, ni para favorecer, más que al resto, a familiares, amigos o conocidos. No se puede gobernar solo para una parte de la ciudadanía. Tampoco se está en política por postureo o por posición, sino por una verdadera vocación de servicio público, de contribución al interés general y al progreso.
En definitiva, les invito a no perder el tiempo en batallas culturales absurdas entre 'progres' y 'fachas', entre vegetarianos y omnívoros, y a centrarnos en lo que en realidad está en juego en las próximas elecciones autonómicas y municipales.
Temas clave como aprovechar la gran oportunidad de los fondos europeos, que se tienen que terminar de comprometer hasta finales de 2023, para invertir en ampliar las redes de transporte público y que este sea asequible, para construir y ofrecer más alquiler social, para que los jóvenes puedan emanciparse desde el principio de su carrera profesional, o salir a otro municipio a estudiar sin que esto cause la ruina de sus padres. Para mejorar la eficiencia de nuestras viviendas (reduciendo el gasto en energía y la pobreza energética), invertir en autoconsumo de energía renovable (una de las mejores inversiones posibles y que ya apoyan fuertemente con subvenciones las distintas administraciones), atraer inversiones y puestos de trabajo de calidad, como ha hecho con éxito la Comunidad Valenciana favoreciendo la instalación en Sagunto de la gran gigafactoría de baterías de SEAT y Volkswagen (con la que el gigante europeo planea competir en la producción de coches eléctricos con sus rivales asiáticos y americanos); fomentar el emprendimiento, invertir más en una mejor sanidad pública, con más atención primaria y menos listas de espera. Para apoyar a las familias, ofrecer más plazas de educación infantil y, en el contexto actual de baja natalidad, bajar las ratios de estudiantes por aula para aumentar la calidad de la enseñanza.
En definitiva, al votar, al involucrarse en política, le invito a no pensar en vacas y lechugas, en progres o lechuguinos, le invito a pensar en mejorar sus condiciones materiales de vida, y las de sus vecinos, le invito a involucrarse, desde el respeto, y en ocasiones desde la diferencia, en ese gran proyecto colectivo que es la democracia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.