Cuando San Bartolomé sudó
VERITAS VINCIT ·
No termino de entender ese ataque feroz de Casado a los únicos que hasta ahora lo han apoyado sin contraprestación algunaSecciones
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VERITAS VINCIT ·
No termino de entender ese ataque feroz de Casado a los únicos que hasta ahora lo han apoyado sin contraprestación algunaLa Villa de Cieza tiene por patrono al santo Bartolomé, quien ostenta su mayor magnificencia en la defensa de las malas nubes a este su devotísimo pueblo. Leamos lo que cuenta fray Pascual Salmerón en su libro'Historia de Cieza' de un insólito suceso.
Siendo el 22 de agosto del año del Señor de 1722, celebrando Cieza la fiesta en honor de San Bartolomé, el vecino Juan Gómez entró en el templo y pudo advertir el color tan pálido que presentaba el rostro del santo patrón. Ya en la calle aventuró el presagio «En gran Batalla está hoy Bartolomé, esta tarde lo veréis». No había llegado la hora nona cuando se descargó sobre la villa tan horrísona tormenta de rayos y truenos que el pueblo marchó a la iglesia para sacar en hombros al santo e impetrar su protección. Puesto Bartolomé sobre las andas todos vieron cómo sudaba copiosamente. Testigos del suceso: un canónigo de Alicante, y el párroco Juan Roldán, comisario que era del Santo Oficio de la Inquisición. Solo cuando amainó la tormenta cesaron los sudores, todos supieron que fueron debidos al esfuerzo del santo para preservar a su pueblo de la maldita nube.
Desde que Abascal anunció la presentación de una moción de censura contra este Gobierno infame, nuestro paisano don Teodoro, ciezano de pro, no ha parado de sudar. Sudó mientras se devanaba la sesera sobre qué aconsejaría a su jefe tocante al voto. Los sudores siguieron mientras intentaba dominar a la bancada popular para que votaran todos a una. Algo de refresco tuvo cuando el líder de Vox, sin frenos, disparó contra todo lo que se movía, China, Soros, pero, lo que es peor, Europa y las autonomías. Y cesaron por completo durante el brillante discurso de su líder don Casado.
Don Pablo, desde ahora 'El Bueno' para diferenciarlo del otro, 'El Malo', intentó convertir la obligada moción de censura contra Sánchez, en otra contra Vox y su líder. O sea, si lo hemos entendido bien, según Pablo 'El Bueno', los malos son los de Abascal, y los mejores los sanchistas, los bilduetarras, los comunistas bolivarianos, los independentistas golpistas. Dan ganas de llorar, o de reír como lo hicieron don Sánchez, don Igesias y sus apesebrados medios de comunicación. Cuanto piropo, qué de alabanzas hacia ese nuevo hombre de Estado, el genuino representante de la derecha civilizada, al que jamás votarán ni apoyarán, al que desprecian, pero que con su posicionamiento contra Vox les ha asegurado el poder por muchos lustros.
En el haber de Abascal, la oportunidad y rotundidad de la censura; en el debe, la abundancia de disparos, muchos de ellos sin ton ni son, y la falta de propuestas. Casado debió, a mi juicio, distanciarse de esos puntos; marcar su territorio y, a partir de ahí, apoyar la censura a este Gobierno que nos lleva a la ruina, y con un sí o una abstención dejar claro lo que piensan él, su equipo y sus electores.
Conociendo el grado de preparación de mi paisano Teodoro, y suponiendo la inteligencia política de don Casado, no termino de entender el porqué de ese ataque feroz a los únicos que hasta ahora lo han apoyado sin contraprestación alguna y a los que, imperiosamente, necesitará si quiere llegar a La Moncloa. ¿Habrá gato encerrado, algún pacto oculto y vergonzoso?
Durante unos días, la adrenalina de Pablo y Teodoro estará en su más alto nivel, los elogios de los que nunca los apoyarán los van a abrumar, pero en breve volverán los sudores cuando constaten que ni uno solo de los votos que se fueron a Vox por la corrupción, la inoperancia y la cobardía del último Gobierno del PP va a volver a la casa madre, por el contrario el apoyo a Sanchez y sus mariachis les pasará una enorme factura. Teodoro tendrá que sudar, como suda el jopo del raposo, para intentar contener la riada de votantes que han decidido abandonarlos. No están los tiempos para centrismos de salón. España es una pura emergencia, no solo en cuanto a salud se refiere, sino en lo concerniente a nuestro futuro como nación, a nuestro desarrollo, a nuestro legítimo deseo de convivir democráticamente en paz.
El santo Bartolomé sudó la gota gorda para aplacar la fuerza de la naturaleza y que la nube no sepultara a sus queridos ciezanos. Tedoro tendrá que hacer lo propio para sacar al PP de la tumba en la que él y su jefe Casado lo acaban de enterrar.
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