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Es urgente y absolutamente necesario que el presidente del Gobierno regional se reúna con el ministro de Transportes para acordar la solución a los problemas ... endémicos que han condicionado y siguen condicionando el desarrollo regional. Es un hecho que, aunque se tenga toda la razón, no se puede ser Gobierno en Murcia y oposición en Madrid al Gobierno de España, porque esta situación conlleva al enfrentamiento permanente y en consecuencia retrasar las soluciones, lo que condiciona el presente y más aún el futuro de la Región.
Los enfrentamientos y la falta de diálogo y negociación y, en consecuencia, de alcanzar acuerdos, están conllevando lo contrario que en las regiones vecinas, que sí negocian y alcanzan acuerdos para solucionar sus problemas. Nosotros no, y los proyectos siguen esperando y la Región perdiendo oportunidades para su desarrollo. Es preciso hacer realidad el compromiso contraído con la Región y recuperar el diálogo y el acuerdo con el resto de los partidos, y especialmente con el Gobierno de España.
Es un hecho que la situación en que se encuentra la Región de Murcia es consecuencia del continuo abandono por parte de los gobiernos de España, en su conexión con los grandes ejes de comunicaciones, lo que ha conllevado una pérdida continuada de oportunidades de inversión y desarrollo a pesar de su situación en el arco mediterráneo español, como nodo de enlace entre el norte y el sur y, por tanto, elemento fundamental para la continuidad de su desarrollo.
La realización del nuevo puerto de El Gorguel no solo supondría sacarlo de la ciudad y que su espacio fuera de esparcimiento y disfrute de los ciudadanos, sino que, por estratégica situación y calado, permitiría el atraque de megabuques sumándose así como complementario al puerto de Valencia y junto con el de Algeciras para conformar esta gran área en la puerta de entrada por el sur a la Unión Europea.
La Región de Murcia, después de la pérdida de Albacete, ha quedado reducida al 2,24% del territorio nacional, aunque su población es del 3,24% y su aportación al total nacional del PIB es del 2,60%, algo menos de un tercio de la Comunidad Valenciana. A final del pasado siglo y primeros de este, en razón al diálogo y la negociación, la Región se incorporaba a los grandes ejes viarios, tanto por el corredor mediterráneo como por la realización del corredor con Albacete, que recuperaba el histórico corredor con Madrid y el norte peninsular.
En este periodo de realización de las infraestructuras, la expansión de la agricultura en la Región con el Trasvase Tajo-Segura impulsó la industria agroalimentaria, que, junto a las inversiones realizadas en Cartagena para paliar la muy grave crisis de los noventa, llevó a la Región a que el Producto Interior Bruto creciera por encima de la media nacional, hasta la llegada de la gran crisis mundial de 2007.
La gran crisis penalizó a la Región muy por encima de la media nacional y supuso la paralización de prácticamente las inversiones en la Comunidad por parte del Estado, tanto en la conclusión de las autovías en marcha como las pendientes. Algunas siguen hoy esperando a pesar de su necesidad entonces y extrema ahora, pero esta situación aún fue mucho más grave al no modernizar el ferrocarril mientras que en el entorno se hacía realidad, y al no autorizar la puesta en marcha de El Gorguel. La Región se volvió a quedar como una isla en el contexto regional y nacional.
Pasaron los años y los gobiernos del Partido Popular y del PSOE, y mientras que las regiones del entorno mejoraban en su conexión ferroviaria, portuaria y aeroportuaria, la Región seguía esperando. En una clara situación de desventaja frente al entorno, no fuimos capaces de alcanzar un acuerdo por la Región para consensuar un plan que fortaleciera las demandas que en justicia se precisaban, y que a la vez impulsara la transformación de la estructura productiva, atrayendo inversores, principalmente en el sector de los servicios. Los servicios a la venta aportan al total del VAB regional el 50,61%, lo que supone 6,20 puntos por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 56,81%, evidenciando que son los servicios la gran debilidad y a la vez la gran oportunidad para el desarrollo regional.
El pasado es pasado, pero el presente obliga a considerar la gran deuda contraída con la Región como consecuencia del retraso en la realización de las infraestructuras, de la insuficiente financiación. La Región no puede ni debe esperar más para que se alcance un pacto, para juntos demandar del Gobierno de España la programación de las infraestructuras pendientes, tal y como recoge el acuerdo del 6 de marzo de 2020, a la vez que acordar un plan de actuaciones que conlleve las medidas necesarias para atraer inversión y talento e impulsar los sectores de alto valor añadido en los que la Región es más débil pero cuenta con las mayores oportunidades para su desarrollo, así como en actividades como el turismo y la logística.
Las oportunidades que se pierden no se recuperan. Seguir retrasando la negociación y el acuerdo es seguir perdiendo oportunidades en una Región que cuenta con las mayores posibilidades de desarrollo de todo el arco mediterráneo, desde el turismo a la logística, y singularmente en los servicios avanzados. Esta responsabilidad es de todos los partidos, pero singularmente del presidente y el resto del equipo de Gobierno de la Región.
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