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Entre las razones del menor crecimiento de la Región respecto a la media nacional, se encuentra el continuado retraso en su conexión a los grandes ... ejes de comunicaciones, que ha conllevado importantes pérdidas de oportunidades frente a las comunidades del entorno, y la inexistencia de un proyecto de Región consensuado, dada la falta de diálogo y acuerdos para conseguir la realización de las infraestructuras. También concretar un plan de actuaciones a medio y largo plazo que haga realidad, conjuntamente con las infraestructuras, todas las potencialidades de la Región y pueda situarla en el entorno de la media nacional.
El debate es absolutamente necesario, como lo es el diálogo y la negociación, para conseguir alcanzar los acuerdos que permitan impulsar la actividad productiva. También sacar a la Región de una situación que no solo no ha mejorado en los últimos años, sino que, a tenor de los datos que se anticipan y de no establecerse compromisos reales y mayoritariamente consensuados, continuará como en los últimos tiempos, entre 15 y 18 puntos por debajo de la media nacional en cualquier ratio socioeconómico, a pesar de su muy importante potencialidad de crecimiento.
El aumento del PIB (Producto Interior Bruto) de la Región en estos últimos años ha sido inferior al de la media nacional, como se recoge en los datos oficiales publicados. Además, los analistas anticipan la continuidad de un menor crecimiento del PIB para este año y para el siguiente, confirmando la desaceleración de la economía regional; en consecuencia, la Región se aleja cada vez más de la media nacional.
El 6 de marzo de 2020, empresarios y sindicatos, con el apoyo del CES y de los principales colegios profesionales y partidos políticos de la Región, volvían a reiterar la necesidad vital para la Región de su incorporación a los corredores ferroviarios, directamente con Madrid a través de Albacete; la continuidad del corredor mediterráneo de mercancías, que sigue parado, y el nuevo puerto de El Gorguel, fundamental para aprovechar la estratégica situación de Cartagena en la fachada mediterránea, como puerta de entrada a Europa por el sur de los tráficos intercontinentales, así como la llegada del AVE por el corredor mediterráneo a Cartagena, Lorca y su continuidad hacia Andalucía.
Los años pasan y la Región no avanza al mismo ritmo que la media nacional en sectores fundamentales, a pesar de todas las ventajas con las que cuenta en logística, turismo y en los servicios avanzados. Ello es consecuencia directa de la ausencia de diálogo y de acuerdo. No repetir el pasado es fundamental, así como consensuar el futuro de la Región, partiendo de lo fundamental, lo que nos une. Así, conseguir alcanzar la media nacional debería ser un objetivo y un compromiso irrenunciable y absolutamente necesario.
Los resultados de las elecciones regionales se conforman como un mandato claro de que la Región precisa, más que nunca, del diálogo, la negociación y el acuerdo para impulsar su recuperación socioeconómica, consensuando un plan para la implementación de políticas activas, eliminando burocracia y gasto no necesario. El emprendedor, al plantearse las inversiones, precisa conocer los plazos máximos en la respuesta de las administraciones, y ello se consigue con el silencio administrativo positivo, para incentivar la inversión y la atracción de talento y de los emprendedores.
Si analizamos la evolución de la economía regional en estos cuatro últimos años, habremos de considerar la legislatura que ha pasado como una oportunidad perdida para la recuperación socioeconómica de la Región, dado que el diálogo y la consecución de acuerdos a medio y largo plazo, para poner en valor todas las potencialidades de la Comunidad, ha sido inexistente, y esta falta de consenso ha pesado y se puede constatar en la situación socioeconómica de la Región.
La legislatura que ahora comienza debería constatar esta realidad y conformarse con el respaldo de una gran mayoría en la Asamblea Regional y en el apoyo ciudadano. Repetir el pasado no es una opción y esta nueva legislatura debería conformar el principio de una nueva realidad, fundamentada en la negociación y el acuerdo, única vía para sacar a la Región de su situación actual.
El pasado día 17, este diario, en su página 2, entre otras declaraciones, recogía las de María Dolores García Mascarell, presidenta de la UCAM: «Un Gobierno débil no beneficia a nadie. El Ejecutivo que se conforme ha de ser capaz de dar respuesta a los problemas reales de los ciudadanos y posibilitar el crecimiento», declaraciones totalmente acertadas, ya que la situación de la Región demanda un Gobierno que cuente con un respaldo ampliamente mayoritario de los ciudadanos y de la Asamblea.
Ello conlleva anteponer los intereses de la Región y de sus ciudadanos a los intereses políticos del momento, porque es un hecho que para sacar a la Comunidad de su actual situación se precisa de la negociación y del consenso para conformar un compromiso cierto por la Región, acordando un plan de actuaciones a medio y largo plazo. Y de esta forma, recogiendo lo fundamental de cada uno, concrete objetivos, plazos y recursos para conseguir poner en valor todas sus potencialidades y situar a la Región en la media nacional en el horizonte de 2030.
La Región necesita de un liderazgo plenamente comprometido, donde el diálogo, la negociación y el acuerdo sean la base para llevar a cabo los cambios que se precisan, y para conseguirlo es necesario evitar las descalificaciones de 'extrema izquierda' a los partidos a la izquierda del PSOE, o de 'extrema derecha' a los partidos a la derecha del PP. El resultado de las elecciones es la voluntad de los ciudadanos y en consecuencia es necesario responder a dicha confianza con un compromiso por la Región.
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