Pienso, pero no sé si existo

Vaya matraca nos han venido dando desde las filas populares y también la mayoría de articulistas de opinión con que la moción de censura presentada por VOX con un candidato independiente como Ramon Tamanes solo iba a servir para consolidar en el poder al gobierno de don Sánchez que estaba en el punto más bajo de su legislatura. Ni qué decir de los calificativos como circense, esperpéntica, insulto a la democracia y demás curiosos epítetos que le han dedicado desde varios frentes a ese derecho constitucional. Desde el primer momento aplaudí la iniciativa por necesaria y oportuna pero durante esa navegación contracorriente ante tanto medio de comunicación y tanto ilustre opinador opinando en contrario no me sentí cómodo por lo que una y otra vez puse mis argumentos en almoneda y me obligaba a recapacitar. Terminada, felizmente, la moción que ha servido para colocar las cosas en su sitio y dejar a cada uno en el lugar que le corresponde, pregunto: ¿alguien puede seguir insistiendo en que la moción ha servido para reforzar al tedioso, mentiroso y vapuleado presidente? Su infumable alocución mitinera, tediosa e insustancial le ha hecho no sólo quedar peor que Cagancho en Almagro sino convertirse en el hazmerreír de miles de españoles atentos a las redes sociales mientras que su descarado e injustificable apoyo a la abejita doña Yoli, permitiendo que utilizara la tribuna del Congreso para lanzar su campana electoral, ha desatado las iras del mayor contingente de diputados que apoyan la presidencia del impostor. A partir de ahora las encarnizadas peleas que todos hemos visualizado van a ser pellizcos de monja comparadas con el rifirrafe que se avecina, y que, a buen seguro, puede propiciar el adelanto electoral. Conociendo el riesgo que para el sanchismo supone cabrear a Podemos no se me ocurre otra cosa que la decisión de lanzar a doña Yoli al estrellato no tiene más objeto que, fracasado como ya saben los expertos de Moncloa el intento de el ticket Sanchez-Yoli en las elecciones de mayo, el taimado presidente, antes de una derrota electoral en las generales de fin de año, abandona el liderazgo y encomienda los restos de ese gran partido que fue el socialismo a una cursi y remilgada comunista para que aspire a un decente resultado en el 2027.

Dicho lo anterior, un ruego para salir de dudas: ¿algún sesudo comentarista, a los peperos ni les pregunto, podría darme controversia y argumentar que Sánchez ha salido reforzado tras esta moción de censura? De nuevo voy a navegar contracorriente y digo: ilustres comentaristas, pero sobre todo apesebrados voceros del PP, aplauden la ausencia de Feijóo en el Congreso durante la moción, dicen que así se libra de contribuir a ese circo y poniéndose de perfil consolida su posición centrista. ¡Qué error!, cuando el navío en el que todos los españoles estamos embarcados está a punto de zozobrar por culpa de su incompetente capitán los tripulantes miran quién pueda relevarlo y llevar el buque a puerto seguro. VOX le ofreció al impávido gallego encabezar esa necesaria y oportuna censura y Feijóo declinó el ofrecimiento. La fruta no cae del árbol, hay que vendimiarla, recogerla o varearla si no deviene en macoca. Mientras Sánchez alardea de su pacto con lo peor, más cutre y más cursi del comunismo y anuncia su propósito de presentarse como fórmula electoral con la abejita Yoli, Gamarra, por boca de su jefe, le hace ascos al único partido constitucional que puede llevar a su líder, o a otro candidata a la Moncloa. ¿Alguien entiende algo? Soy todo oídos.