Buenas pesqueras

Tras la jornada de pesca volvían ambos presidentes al puerto con la bodega a rebosar de buenos ejemplares que directamente eran descargados en su totalidad en la maleta del coche del primer mandatario. Uno de aquellos días, después de la pesquera, mientras baldeaba la embarcación y recogía artes y enseres, el patrón se dirige al armador y le espeta: «No entiendo el negocio, tú pones el barco, el gasoil, mi paga, la cerveza y las tapas y este 'aprovechao' 'barrigaverde' se lleva 'to el pescao', explícame el asunto». Poco había que explicar: el mando es el mando y entre la caradura del uno y la bonhomía del otro las capturas iban siempre a parar a una sola mano.

Combustible, sueldo de la numerosa tripulación, delicias de a bordo, mantenimiento del barco, estadías, todo el coste de esta nave llamada España lo pagamos usted y yo, sufridos contribuyentes, y resulta que, abusando de un poder que creíamos limitado pero que el malvado y corrupto capitán lo quiere convertir en absoluto, dispone a su antojo de lo que es nuestro para dárselo gratis 'et amore' a delincuentes indultados y a otro presunto y prófugo de la Justicia. Nosotros ponemos los dineros, y los favores, la impunidad más escandalosa, y hasta los mimos, son para los irredentos independentistas, vaya negocio. Esa descarada e ilegal dádiva no tiene como finalidad la conversión de los golpistas, la normalización de la convivencia, el regreso a casa del hijo pródigo, mantra repetido una y otra vez por el taimado y mendaz presidente; toda esa humillación, esa indecencia, tanto regalo, no obedece más que al obsesivo deseo del sátrapa de prolongar unos meses más su estancia en La Moncloa.

Con algo de habilidad y mucho de sinvergonzonería, manejando a manos llenas dinero que no es suyo, ha podido engañar a muchos algún tiempo, pero esos muchos terminarán cayendo del guindo porque tras el maquillaje no hay más que arrugas decadentes, silicona y postizos. Se le han visto las vergüenzas al impostor y por más que se afane está ya a punto de caer grogui en la lona. Sus numerosos managers no tirarán la toalla porque mientras que el púgil siga en pie, sonámbulo, recibiendo un mamporro tras otro, ellos a toda prisa seguirán repartiendo subvenciones a manos llenas y favores que más tarde cobrarán.

La Europa de los mercaderes se ha dado cuenta de que el taimado, tras su abrazo con los más peligrosos comunistas, los filoetarras e independentistas pro Putin, es un peligro para la política comunitaria. Los medios de comunicación subvencionados y los tertulianos tan bien pagados empiezan a tomar nota de que la caída de su líder se acerca y le irán poco a poco dando la espalda para al final rematarlo sin piedad.

La desmedida ambición y la mucha soberbia de su 'sanchidad' lo han perdido y no le dejan ver que es imposible mantener por más tiempo tanto frente abierto contra la Corona, los empresarios, los agricultores, los ahorradores, los ganaderos, los pescadores, los transportistas, los policías, la Guardia Civil, los partidos de la oposición, los medios no dispuestos a incensarlo permanentemente... A todos esos les ha declarado la guerra y por ahora cree que no la está perdiendo, pero los apoyos con los que ha contado para seguir al mando en esta tremenda contienda lo van a abandonar porque mucho ha prometido y poco ha dado y porque ven que ya no les puede dar más. El frente abierto contra jueces y fiscales demuestra que se le ha terminado de ir la olla. Si decidiera convocar elecciones, devolviendo la voz al pueblo, pedir perdón por tanta equivocación y renunciar a ser candidato podría salvar los muebles de un PSOE tan necesario para la deseada democracia. Pero no lo hará y terminará llevando al abismo a partido y militantes.