Corrían los años 70 cuando varios jóvenes murcianos se embarcaron en el reto de intentar aprobar las oposiciones al Cuerpo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles. En aquella época, cuando la bicicleta y el caminar eran todavía las formas más habituales de desplazamiento para el español medio, la oposición suponía una verdadera aventura que llevaba a los aspirantes a tener que ingeniárselas para desplazarse fuera de sus ciudades de origen en busca de algún registrador que se ofreciera a prepararlos
Pablo A. Fernández Sánchez
Registrador de la propiedad y director de la Academia de Murcia de preparación al Cuerpo de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles
Miércoles, 27 de marzo 2024, 00:44
Pero todo cambió cuando algunos de estos jóvenes de corazón murciano, con José Tomás Bernal-Quirós a la cabeza, lograron obtener la tan ansiada plaza y decidieron que, a partir de entonces, nadie tendría que salir de nuestra hermosa región para perseguir su sueño de ser registrador. Así, con este gesto de inmensa generosidad y compañerismo, nació el germen de nuestra querida Academia de Murcia de preparación al Cuerpo de Registradores. Y es precisamente la defensa incansable de este origen desinteresado y casi familiar lo que ha permitido que lleguemos hasta nuestros días con el éxito y reconocimiento que actualmente atesora esta humilde escuela registral.
En estos tiempos del 'big data' donde todo éxito o fracaso se mide por los números, permítanme que hablemos en términos económicos para defender nuestra humilde labor. Podríamos decir, desde el punto de vista estrictamente empresarial, que esta fábrica de registradores murcianos es una empresa altamente rentable, capaz de generar una gran cantidad y calidad de producto registral con un coste y unos medios prácticamente irrisorios. Y es que, en las últimas cinco promociones convocadas al cuerpo de registradores, han sido veinticinco los alumnos de la academia los que han alcanzado el objetivo y hoy ejercen con enorme profesionalidad y lealtad, llevando las bondades de esta familia murciana a numerosos rincones de España. Esto supone que más de un 11% de los registradores que han accedido al cuerpo en los últimos diez años proceden de la escuela registral pimentonera. Y esperamos que los resultados sigan creciendo. En la actualidad contamos con más de veinte preparadores y más de cincuenta opositores muchos de los cuales están ya inmersos en la nueva convocatoria publicada para este año 2024.
Pero todo esto no sería posible sin la enorme y desinteresada labor llevada a cabo por los innumerables preparadores y directores que han pasado por la casa. Estos profesionales del derecho y garantes de la seguridad jurídica preventiva ponen todos sus conocimientos a disposición del alumnado de manera altruista porque un día, no hace tanto, alguien hizo el mismo acto de generosidad para con ellos. Efectivamente han leído bien. Los registradores que emplean su tiempo y esfuerzo en formar a las nuevas generaciones no reciben recompensa económica alguna por su trabajo. Y digo económica, porque la recompensa moral, la satisfacción personal y el reconocimiento profesional compensan con creces el tiempo que cada preparador le robó a su familia, sus amigos o sus aficiones.
Más de un 11% de los registradores que han accedido al cuerpo en los últimos diez años proceden de la escuela registral pimentonera
Desde la academia de registros de Murcia creemos firmemente que el acceso a los cuerpos superiores de juristas del Estado, como es el de los registradores, debe estar a disposición de todos. Por eso nuestras puertas están siempre abiertas para que todos aquellos jóvenes recién licenciados en derecho que lo deseen puedan aspirar a cumplir su sueño de forjarse un futuro profesional con independencia de su situación económica, social o familiar. No en vano la Fundación Registral, creada recientemente por el Colegio Nacional de Registradores de España, ofrece un programa de becas para todos aquellos que no pueden costearse el día a día que implica la oposición, ya que la exigencia de la misma la hacen prácticamente incompatible con la vida laboral.
Es precisamente por ello por lo que el cuerpo de registradores, muy al contrario del pensamiento instalado en nuestra sociedad, está conformado por personas de toda clase y condición haciendo gala del principio de igualdad consagrado por nuestra hoy maltratada Constitución. En las promociones de los últimos diez años han accedido al cuerpo más de 250 opositores y no más del 10% son hijos de otros registradores ya ejercientes, lo que desde luego desmonta el mito de que la nuestra es una profesión dominada por la endogamia.
Hablan estos datos también de la fortaleza con la que cuentan los procesos de selección actualmente existentes para obtener la plaza de registrador. En una época en la que en determinados sectores predomina el enchufismo frente al mérito profesional es labor de todos defender este sistema de oposiciones, único medio objetivo de seleccionar a los mejores profesionales del derecho y asegurarse de que ejercerán su labor con independencia y responsabilidad, fortaleciendo de este modo las instituciones del Estado frente a las cada vez mayores injerencias políticas. Como digo, en la mayoría de los casos los opositores no procedían de las élites económicas y sociales de nuestro país pero siempre podrán presumir de que, con su esfuerzo, llegaron a la élite de los juristas españoles. Y desde la academia de registros de Murcia persistiremos en nuestra labor de ayudar en esta empresa a todo el que se lo proponga.
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