El jefe de Gabinete de Montero admite al juez que tramitó una gestión para Aldama en Hacienda

Como hiciera el pasado 22 de enero en la comisión de investigación del Senado, el jefe de gabinete de la vicepresidenta del Gobierno, que es el primer alto cargo señalado por Aldama en pasar por el alto tribunal, dijo no haber recibido jamás ningún pago ni regalo por su trabajo en la función pública. Tampoco por sus gestiones sobre el retraso del pago de una deuda de 1,7 millones de euros que Pilot Real Estate, una de las mercantiles de Aldama, tenía entonces con Hacienda. Una intervención que, según el empresario arrepentido, se realizó a cambio de entregar a Moreno «25.000 euros» como 'detalle' por ese favor y siempre a sugerencia de Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos.

Esa dádiva –afirmó De Aldama ante el juez- fue entregada por el propio García al jefe de Gabinete de Montero en una cafetería cercana al Ministerio de Hacienda. La agenda del asesor de Ábalos en Transportes reveló que García se reunió con la mano derecha de María Jesús Montero en hasta cinco ocasiones, entre el 18 de diciembre de 2019 y el 6 de mayo de 2021.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tiene en su poder, además, parte de un mensaje de De Aldama con Carlos Moreno que abonaría las acusaciones del cabecilla de la trama corrupta: «Hola Carlos, buenas tardes. Este es el CIF de la compañía. El administrador, uno de ellos, soy yo», le indicó en una comunicación de 2020. «La deuda (de Pilot Real Estate) está en este momento en 550.000 euros. Más o menos pondríamos 250.000 euros y el resto, un convenio a 5 años si puede ser. Abrazo y gracias».

La respuesta a esta petición no está en poder de los investigadores, aunque fuentes jurídicas presentes en la testifical de este martes han señalado que Moreno sí ha reconocido haber participado en la gestión del aplazamiento tributario al trasladar a un «asesor» suyo el expediente, quien a su vez le dio trámite en el organismo correspondiente. «¿Quién es esa persona?», cuestionó este martes el fiscal jefe anticorrupción Alejandro Luzón, «Ignacio Granado», identificó el testigo al funcionario de Hacienda, aunque dijo desconocer si finalmente ese trámite había sido concedido, ya que lo único que hizo fue explicar cuál era el "protocolo" para "pedir un aplazamiento a una empresa".

Este martes también ha testificado Joseba García, hermano de Koldo, que según este último fue quien facilitó la contratación de Jésica Rodríguez, expareja de Ábalos, en las empresas públicas Ineco y Tragsatec, donde estuvo dos años y medio cobrando el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sin trabajar, como reconoció la semana pasada ante el juez.

Joseba García, investigado en la causa que se sigue en la Audiencia Nacional, se ha desvinculado de este asunto, asegurando que le llamaron de Ineco, organismo dependiente de Transportes donde él estaba trabajando, para decirle que había un puesto disponible. Según las citadas fuentes, el testigo ha aseverado que conoció a Jésica Rodríguez directamente allí, que apenas la vio dos veces y desmintió que fuera su jefe.

Ella manifestó que se la contrató para ejercer de auxiliar administrativa de Joseba García pero que en realidad nunca trabajó, aunque sí cobró, unos mil euros mensuales en dos años y medio en Ineco y Tragsatec. Otro de los asuntos del interrogatorio a Joseba García han sido los viajes que, conforme reflejan los informes de la UCO, realizó a República Dominicana como una suerte de correo humano encargado de recoger el dinero en efectivo de las presuntas mordidas. Pero el compareciente lo ha negado por completo y ha señalado que viajó por razones personales.

Del mismo modo, ha comparecido como testigo Víctor Ábalos, hijo del exministro, después de que Aldama le acusara de firmar contratos de consultoría con "determinadas constructoras" para "gestiones de obras adjudicadas en el extranjero que encubrían comisiones por entregar obra pública en España". El testigo se ha desmarcado de estas acusaciones, al tiempo que ha asegurado que nunca ha trabajado en el sector público ni con constructoras. Asimismo, ha negado haber participado en gestiones sobre la venta fallida del piso ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid, valorado en 1,9 millones de euros, que Aldama rubricó con su padre.