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Varios cientos de personas se han concentrado este sábado en la estación de Sants de Barcelona para protestar contra la situación en la que se ... encuentra la red de Cercanías en Cataluña y para reivindicar la independencia. La protesta la ha convocado la plataforma independentista ANC, otrora motor movilizador del 'proces', y había llamado a «saturar de quejas» las oficinas de reclamaciones de Renfe y Adif. «La independencia es la única vía» ha sido el lema de la protesta, con la que la entidad nacionalista ha vuelto a la calle, en un momento de caída progresiva del apoyo al secesionismo. El independentismo ha perdido el Govern y la mayoría parlamentaria y a nivel social está muy desmovilizado. Según la ANC, ha logrado este sábado el objetivo de «colapsar de quejas la estación de Sants».
«Estamos aquí porque el caos de Cercanías es insostenible», ha afirmado el presidente de la ANC, Lluís Llach, en el acto de protesta. «Es un escarnio diario y humillante para un país avanzado. El caos está premeditado porque es el resultado del robo fiscal español», ha denunciado. «El trato discriminatorio está hecho expresamente desde hace 300 años. Queremos los trenes que merecemos», ha rematado.
El nacionalismo se ha conjurado este sábado a reactivar el movimiento trasladando la idea de que la única manera de que Cataluña tenga una buena red de Rodalies es separándose de España. Como dijo Míriam Nogueras: «Queremos a la Renfe fuera de Cataluña». El nacionalismo coge ahora la bandera de Rodalies para intentar reactivar a su electorado. El 'procés' nació al calor del 'España nos roba' y del rechazo de Rajoy a negociar un pacto fiscal y ahora los secesionistas se abonan al 'Renfe nos roba la vida'.
Buscan movilizar al votante secesionista harto de las incidencias en Rodalies y cargar contra el Govern socialista de Salvador Illa, que gobierna en minoría y de momento sin poder aprobar sus primeros Presupuestos, pero sabiendo que la oposición no puede articular una mayoría alternativa. Los socialistas y ERC pactaron el traspaso de Cercanías a la Generalitat, un proyecto que ya avanzan que tardará décadas en completarse y que la oposición está utilizando como principal ariete de desgaste de Illa.
El presidente de la Generalitat pide calma a los usuarios. Afirma que se está al máximo de capacidad inversora en la infraestructura y que las incidencias son inevitables si se quiere reformar por completo la red sin paralizar el servicio. El Parlament ha aprobado ya dos mociones que pedían el cese y la reprobación de la consejera de Territorio. Illa ha reunido este fin de semana a sus consejeros en unas jornadas de convivencia en el valle de Nuria, en el Pirineo de Girona. Dos días para coger fuerzas ante los retos que tiene por delante: traspaso de Cercanías, negociación de la financiación singular y la crisis industrial por la guerra arancelaria de Trump.
Junts ha aprovechado la protesta para cargar contra el Govern. «El caos en Rodalies es la nueva normalidad que predica el president Illa», ha asegurado Josep Rius, vicepresidente de la formación nacionalista. El Govern, ha dicho, tiene «el país colapsado por tierra, mar y aire», ha señalado.
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