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Alberto Casillas, en el momento de increpar a Pablo Iglesias en un desayuno informativo.
El camarero estrella del 25-S increpa a Iglesias: «¿Asesoró en la represión contra mi hija?»

El camarero estrella del 25-S increpa a Iglesias: «¿Asesoró en la represión contra mi hija?»

El líder de Podemos responde que esa reacción es «sintomática del miedo que tienen los que no se atreven a discutir con prudencia y buenas formas y con argumentos»

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Lunes, 23 de junio 2014, 13:44

El eurodiputado y líder de Podemos, Pablo Iglesias, pisó este lunes los salones del lujoso hotel Ritz de Madrid para seguir su campaña contra las "castas" hispánicas, aunque la intervención de un español que sufrió en Venezuela las políticas del chavismo eclipsó la aparición de Iglesias, quien se vio obligado a defenderse de las graves acusaciones que le formuló el asistente al desayuno.

Y es que no fueron los empresarios que asistían al desayuno informativo de Iglesias en el Ritz ni los "miembros de la casta" los que se ofendieron por los comentarios de Iglesias, sino un español que residió 25 años en Venezuela y que interrumpió el acto para increpar al líder de Podemos por su relación con el Gobierno venezolano. Le preguntó si asesoró al país latinoamericano en la represión contra su hija.

"Mi esposa no puede comprar papel higiénico ni comida. ¿Ha asesorado al Gobierno de Venezuela en eso?", denunció Alberto Casillas, que actualmente lleva una cafetería en el Paseo del Prado y que ya protagonizó titulares cuando se enfrentó a la Policía tras acoger en su local a un grupo de manifestantes que participaban en la protesta para rodear el Congreso el 25 de septiembre de 2012.

"En Venezuela están matando a los jóvenes", agregó el hombre, antes de ser desalojado de la sala por un guardia de seguridad. Tras el momento de tensión, y las disculpas de los organizadores del evento, Iglesias manifestó que aunque consideraba que las formas no habían sido las correctas, era su obligación responder a la pregunta plateada por Casillas.

Así, aseveró que "jamás" ha asesorado "para que repriman a nadie ni para que golpeen a nadie". "No he asesorado para que dejen a nadie en una situación económica difícil ni para que muerdan el cuello a los niños y le saquen la sangre", afirmó, y añadió que la intervención de Casillas es "sintomática del miedo que tienen los que no se atreven a discutir con prudencia y buenas formas y con argumentos".

"En América Latina en los últimos años han pasado cosas muy interesantes, y se puede debatir con argumentos, pero desde la amenaza, desde el grito y desde la crispación es muy difícil discutir. Estaré encantado de discutir de cualquier tema con cualquier persona", apostilló.

Al margen del momento de tensión, Iglesias aprovechó este lunes su presencia en el Ritz para volver a criticar a "los partidos de la casta" y a los poderes financieros que "le han robado la democracia a los españoles", aunque asumiendo el tipo de escenario en el que se encontraba.

Nada más comenzar su intervención, Iglesias confesó ser consciente "de la cierta expectación" que ha generado su presencia en un lugar como el Hotel Ritz, uno de los hoteles más lujosos de la capital.

"Algunos solo me imaginarían aquí entrando con un grupo de militares para nacionalizar el hotel expropiando los visones a las señoras y los relojes a los camareros", ironizó ante dos salas abarrotadas de periodistas y invitados, algunos de ellos pertenecientes a la clase empresarial y la "casta" tan criticada por Podemos.

Tras el comentario irónico, el líder de Podemos explicó que los que le conocen saben que "rara vez" rechaza una invitación para debatir, y más cuando el escenario le ofrece la oportunidad de poner de manifiesto las "contradicciones" y "controversias" que se viven en este momento en España y en el resto de países del sur de Europa. "Qué mejor lugar que este hotel", insistió.

"Creo que hacer una conferencia aquí, en la que voy a hablar del poder financiero, de lo que se ha convertido la Unión Europea, y de la Troika tiene en este escenario un lugar idóneo", señaló, y criticó que mientras una habitación en el Ritz puede costar hasta 1.180 euros por noche, un ayudante de cocina cobra unos 1.200 euros.

En este sentido, desde la tribuna del Ritz acusó a la "casta" de "poner España y la patria en venta" y de defender desde el Gobierno "intereses de poderes exteriores". Reclamó la necesidad de poner en marcha medidas de urgencia y excepción para hacer frente a la crisis, como una auditoria y reestructuración de la deuda.

Defendió, asimismo, que es imprescindible establecer el control público de una parte del sistema financiero, crear sistemas para evitar fuga de capitales, reformar el código penal para no enviar a la cárcel agente que se manifiesta o participa en huelgas sino "a los responsables de la ruina de nuestro país", o "ampliar la titularidad pública de ciertas áreas de la economía".

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