«El regreso de estas fiestas conlleva una sensación de plenitud para todos los yeclanos»

Su entusiasmo es compartido por los miles de yeclanos que han tenido que esperar dos años para volver a disfrutar de sus fiestas patronales y de su Virgen del Castillo, la Purísima Concepción. La gran expectación que despiertan las fiestas en su regreso no está reñido, sino todo lo contrario, con el ejercicio de responsabilidad de una Asociación de Mayordomos que ha sabido adaptar las fiestas a la situación actual, que sigue marcada por la pandemia. José Francisco Puche explica las ligeras variaciones que sufrirán actos puntuales y su motivación.

–¿Qué ambiente se respira en Ye- cla con la llegada de las Fiestas de la Virgen después de tener que renunciar a las del pasado año a causa de la pandemia?

–Volver a celebrar las fiestas de la Virgen en Yecla, teniendo en cuenta que las de 2019 fueron las últimas que se celebraron en el municipio, conlleva una sensación de plenitud, de volver a la normalidad. Así que es normal que este regreso esté causando mucha expectación. Pero no nos olvidamos de la situación de la que venimos y en la que aún estamos, por eso en la Asociación de Mayordomos estamos trabajando muy duro, mucho más que en un año normal.

–¿Se refiere a posibles cambios que se han podido tomar con respecto a las medidas sanitarias actuales? ¿Se van a ver afectados muchos de los tradicionales actos?

–La Asociación de Mayordomos tenía claro desde el principio que es necesario combinar las fiestas con la seguridad para evitar los contagios, lo que nos ha llevado a rediseñar actos para adaptarnos a las exigencias en los protocolos sanitarios. Es evidente que todas las personas deben llevar mascarilla y para ello se han diseñado unas especiales y con una homologación específica, pues hay que tener en cuenta que en nuestras fiestas el fuego es un elemento esencial. Solo en determinados actos se producen aglomeraciones y solo de forma puntual, por lo que los cambios solo afectan en ese sentido. De hecho, no hemos tenido que cambiar horarios ni itinerarios. Incluso las actividades paralelas tampoco tienen la capacidad de reunir a mucha gente, por lo que podemos decir que son unas fiestas muy seguras.

–¿Qué cambios específicos ha habido entonces?

– El beso de la bandera se ha tenido que cambiar por un gesto simbólico, como una reverencia, para evitar precisamente que la gente bese la misma bandera. De igual forma, y para evitar que un elemento como este pase de mano en mano, solo el Mayordomo de la Bandera actual podrá ejecutar el juego de la bandera, cuando lo normal es que también participen quienes lo hicieron en años anteriores. Igualmente, tanto en la 'Bajada' como en la 'Subida', la Virgen es llevada a hombros y esa aglomeración de personas debajo de la imagen nos ha obligado a tomar medidas para ganar en seguridad. Por eso, las personas se han tenido que apuntar previamente y cumplir una serie de requisitos con el objetivo de hacer grupos burbuja y tener controlada la situación en el caso de registrarse algún positivo por Covid. De igual forma, en las arcas cerradas que se producen cuando la Virgen llega a la iglesia, que es otro momento de aglomeración, se va a guardar la distancia de seguridad. Con cambios como estos hacemos que las fiestas sean seguras en un porcentaje muy alto y se ha trabajado mucho para que así sea.

–Las Escuadras de Arcabuceros en su mayoría han decidido no abrir sus cuarteles este año y celebrar esta fiesta en la calle principalmente como medida de precaución ante el aumento de contagios. ¿Cómo valora esta acción?

–Es una muestra más del compromiso de todos. En condiciones normales los cuarteles de las escuadras están abiertos semanas antes, pero son lugares en los que se aglutina mucha gente, especialmente para comer, y sabemos que es una fuente de transmisión muy importante, así que hay que aplaudir la medida adicional de no abrirlos. Sí es cierto que algunos cuarteles han abierto sus puertas, pero siguen un protocolo muy riguroso y han reducido sus actividades precisamente para evitar la concentración de personas en sus sedes.

–Antes del verano fue nombrado presidente de la Asociación de los Pueblos de la Pólvora, que representa a las entidades festeras de cinco poblaciones de las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y Albacete. ¿Cómo surge esta asociación y qué objetivos persigue?

–Los Pueblos de la Pólvora es una asociación que nace para defender el uso de la pólvora con arcabuz como seña de identidad de ciertas fiestas populares muy arraigadas. Hace unos años nos dimos cuenta de que la normativa sobre la pólvora dificultaba su uso en fiestas y el acceso a la misma. Queríamos una normativa común y pasamos a trabajar de la mano para tener una entidad jurídica propia. Así nació esta Asociación de Pueblos de la Pólvora que defiende ante la Administración General del Estado un acceso coherente y lógico a la pólvora, así como medidas para abaratar su precio, que ha subido mucho, y está haciendo que en los pueblos esta tradición haya menguado e incluso ha desaparecido. Consideramos que es un elemento patrimonial de estas festividades que es necesario potenciar y cuidar. Las Fiestas de la Virgen de Yecla son un ejemplo de lo arraigado de esta tradición y no se podrían concebir sin el uso de la pólvora.

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