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Martín Martínez con un bote de grafeno en Yecla.
De Yecla a Fukushima

De Yecla a Fukushima

El grafeno producido por la firma Grafenano servirá para las labores de descontaminación de la central nuclear accidentada en 2011

ÁNGEL ALONSO

Lunes, 2 de marzo 2015, 00:51

El grafeno, el material milagroso que puede cambiar el futuro, suma a su infinidad de utilidades la de servir como descontaminante nuclear. De hecho, la empresa yeclana Grafenano -una de las mayores productoras del material- va a abastecer a Japón del grafeno necesario para realizar parte de la limpieza de aguas radiactivas generadas en la central nuclear de Fukushima, que sufrió el 11 de marzo de 2011 uno de los accidentes más graves de la historia de esta energía con la triple fusión del núcleo y la destrucción de parte de sus instalaciones.

  • gramos de isótopos es capaz de descontaminar cada kilogramo de grafeno usado en el proceso.

Cuatro años después de la catástrofe, la zona sigue acumulando radiactividad, sobre todo en el agua que se utilizó para sofocar el fuego que afectó al reactor. Pero los expertos han descubierto que el grafeno actúa como acumulador de la radiactividad, y planean lanzar el material a las aguas contaminadas y retirarlo una vez que se haya impregnado de la radiación. «El óxido de grafeno recoge todas las partículas radioactivas. Ellos tienen mucho Cesio 137 debido a la explosión del núcleo de la central, un material que permanece radiactivo durante 150 años», explica el presidente de Grafenano, Martín Martínez Rovira.

Pese a que ha pasado el tiempo, las consecuencias de la tragedia siguen preocupando a las autoridades niponas y a la empresa propietaria de la central. «Están desesperados, porque la eléctrica propietaria de la central no sabía como limpiar la zona», comenta el presidente de Grafenano, que destaca que «el grafeno es 60 veces más eficaz que otros procedimientos que se puedan utilizar para este trabajo».

Los primeros esfuerzos de limpieza se van a realizar en las aguas confinadas «que son las más peligrosas porque se utilizaron para refrigerar el reactor. Luego se hará en zonas localizadas de gran contaminación en espacios abiertos», relata Martínez Rovira.

Cada kilogramo de grafeno puede limpiar unos 25 gramos de isótopos radiactivos, según los cálculos iniciales que han realizado los expertos en la materia. Eso supone que «este trabajo va a llevar años y se necesitarán toneladas de grafeno para poder conseguir el objetivo», comenta uno de los fundadores de Grafenano.

Una cantidad sin determinar

En este sentido, el grafeno que producen en esta empresa tiene, según su responsable, la ventaja que la superficie de contacto con el material radiactivo es mayor, por lo que «se necesitará menos cantidad que de otros proveedores, pero todavía es incalculable lo que van a precisar para concluir la limpieza».

La gran cantidad de grafeno necesaria para este trabajo ha abierto las puertas a Grafenano, capaz de conseguir 35 kilos del material al día, algo que no ha conseguido aún la competencia internacional. «En tres o cuatro meses empezaremos a abastecer con esa cantidad, aunque vamos a intentar superar esa cifra», relata Martínez. Los trabajos de limpieza, así como los que ya ha contratado para servir de grafeno a otras firmas, le aseguran un volumen de pedidos que garantizan la viabilidad de la firma.

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