El 'pin parental' alcanza a todos los planes de salud y educación sexual del SMS en los centros

Estos talleres abordan desde la prevención de las drogodependencias o de la violencia de género a la educación afectivo sexual, pasando por el fomento de hábitos saludables y de una alimentación adecuada. También hay actividades para formar en primeros auxilios, evitar accidentes o prevenir la adicción a internet, entre otras muchas. Al requerirse el aval expreso de los progenitores, los estudiantes no podrán entrar a estas charlas si se les ha olvidado la autorización en casa o no la llegaron a entregar a los padres.

La posibilidad del veto paterno llega incluso al programa de Enfermería Escolar, que se puso en marcha en 2018 y alcanza ya a 162 centros educativos. El SMS ha contratado a 16 enfermeras específicamente para la atención de los alumnos con enfermedades crónicas y para el desarrollo de actividades educativas en estos colegios e institutos. La Consejería de Educación confirmó ayer que los niños que no lleven la autorización firmada por sus padres no podrán asistir a las clases de los enfermeros escolares porque la instrucción del 'pin parental' afecta a «toda persona ajena al centro que vaya a impartir una actividad complementaria».

«Las enfermeras escolares están ya ofreciendo formación en primeros auxilios o en alimentación. Pero, además, están preparando charlas de prevención del acoso escolar y de la violencia en adolescentes, incluida la de género», explica Daniel Guillén, presidente de la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (Aceese). Estas actividades no solo son desarrolladas por profesionales que el SMS ha contratado expresamente para ello, sino que previamente pasan por los consejos escolares y las asociaciones de padres y madres (AMPAS) Pese a todo ello, Educación les aplica ya el 'pin parental'.

También queda sujeto a posibilidad de veto el programa Persea, un ambicioso proyecto puesto en marcha por la Consejería de Salud el año pasado para ofrecer educación afectivo sexual en todos los centros que lo soliciten. 180 médicos, enfermeras y matronas de Atención Primaria han sido formadas para el desarrollo de las charlas, dirigidas a alumnos de segundo curso de Secundaria. El contenido fue elaborado por un grupo de expertos que incluye a médicos especialistas en salud pública y sexólogos, entre otros. Estos expertos advirtieron, en el informe que justifica la necesidad del programa, de que la Región es la «segunda comunidad con mayor número de embarazos en adolescentes», citando datos de 2016. Además, desde 2002 «se observa una tendencia creciente» en las infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente sífilis y gonorrea.

267 menores de edad dieron a luz en 2018 en la Región, según datos del INE. De ellas, seis tenían menos de 15 años. Además, otras 24 niñas menores de 15 años se sometieron a una interrupción voluntaria del embarazo, cinco más que el año anterior. La Región de Murcia es la quinta comunidad con mayor tasa de abortos.

El proyecto Persea nació en Cieza, cuando el Ayuntamiento pidió ayuda al centro de salud tras detectarse un incremento de embarazos no deseados en adolescentes. La matrona Paqui Postigo se puso manos a la obra y acudió a los centros educativos de la localidad. «En ese momento no había ningún programa a nivel regional que abordase la educación afectivo sexual», relata Postigo. Su trabajo dio frutos. Un par de años más tarde, la tasa de embarazos en adolescentes había disminuido en Cieza, y la Consejería no dudó en fichar a Postigo para extender la iniciativa a toda la Región.

A día de hoy, Persea ya está a pleno rendimiento en muchos centros de Lorca, Murcia, Cartagena o Caravaca. A los alumnos se les explican los métodos anticonceptivos, pero el programa va mucho más allá. «Del preservativo, de hecho, les hablamos en la última de las tres sesiones», explica Paqui Postigo. Se trata, fundamentalmente, de trabajar la autoestima, la tolerancia y el respeto para que sepan gestionar sus emociones, sus afectos y su sexualidad. Si en la escuela no se aborda, y en la familia tampoco, la fuente de información será internet. «Están aprendiendo, en la pornografía, una comunicación sexual que no tiene que ver con las relaciones de pareja, sino con el consumo de sexo y la cosificación», reflexiona Paqui Postigo. Los talleres también abordan la diversidad de orientaciones e identidades sexuales. «Se trata de que conozcan que existe y lo respeten», subraya Pedro Pablo Serrano, matrón de Molina de Segura que participa en el proyecto.

Desde este curso, las charlas del programa Persea están sujetas a autorización expresa de los padres. «En las últimas sesiones, de unos cien alumnos, solo dos no acudieron por la negativa de sus progenitores», explica Serrano. Paqui Postigo coincide en que el rechazo es mínimo. Pero, en algunos casos, se da. «Un alumno me dijo que él quería entrar, pero que su padre no le dejaba. Te da pena, porque los padres tienen sus derechos, pero es un dilema difícil», reflexiona la coordinadora de Persea. Al campo no se le pueden poner puertas, y menos en la era de internet. «Los padres tienen todo el derecho del mundo a educar a sus hijos en sus valores, pero los niños no pueden estar en una burbuja; van a salir al mundo y tienen que tener herramientas para gestionar la realidad», advierte.