La venta de preferentes vuelve a sentar en el banquillo a López Abad y Amorós

murcia. Los exdirectores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Roberto López Abad y Dolores Amorós se enfrentan a partir de hoy a diez años de cárcel, cada uno, por los delitos de estafa y maquinación para alterar el precio de las cosas por la venta de deuda subordinada y de preferentes emitidas en 2009.

Esta es la segunda ocasión en la que los dos exbanqueros se sientan en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, después de que en 2017 fuesen juzgados y condenados a tres años de cárcel por el falseo de las cuentas de la Caja en 2010 y 2011. En esta ocasión no ejerce acusación la Fiscalía, pero sí lo hace la Asociación Adicae y otro grupo de particulares que, en sus respectivos escritos, piden para cada uno ocho años de prisión por el delito de estafa agravado, en concurso con delito de publicidad engañosa, y dos por maquinación para alterar el precio de las cosas. También reclaman una indemnización conjunta y solidaria que asciende a 11 millones de euros.

En sus escritos solicitan que respondan como responsables civiles subsidiarios la Fundación de la Comunidad Valenciana Obra Social Caja Mediterráneo (heredera de la extinta CAM) y como responsable civil directo Seguros Caser.

La CAM realizó tres emisiones de participaciones preferentes: la serie 'A', emitida en agosto del año 2001, por 300 millones de euros; la serie 'B', de agosto de 2002, por 160 millones de euros, y la serie 'C', emitida el 29 de septiembre de 2009, por importe de 850 millones.

El escrito de las acusaciones apunta directamente a Roberto López Abad y Dolores Amorós como los encargados de ordenar a los empleados de todas las oficinas que colocaran una parte de estos productos menos beneficiosos a los preferentistas, «con la excusa de diversificar la gestión».