Los vecinos dicen que una de cada diez casas de Perín ha sido asaltada este año

Una veintena de casas de las 200 que forman Perín y sus urbanizaciones, en la zona oeste, ha sufrido el asalto de los ladrones en lo que va de año, según informó el presidente de la asociación de vecinos de la localidad, Salvador García Cayuela. En presencia de tres de las víctimas de los últimos cuatro robos, el representante vecinal puso ayer de manifiesto «que la gente está muy caliente y quiere montar patrullas para atrapar a los ladrones». Mientras tanto, la Federación vecinal a la que pertenece solicitó la dimisión del delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana «por no hacer su trabajo».

A la hija de Josefa Liarte le entraron en su chalé el pasado viernes. «Con un gato de coche arrancaron el enrejado de una de las ventanas y se colaron dentro, aprovechando que ella no estaba. Se llevaron todo lo que pudieron y nos dimos cuenta el día siguiente», explicó Josefa. Ella vive al lado, en una casa que estuvo a punto de ser asaltada hace un mes. «Oí cómo intentaban echar abajo la puerta, salí y vi a un hombre encapuchado que salía corriendo», comentó. «Otro le esperaba fuera».

Los vecinos conocen ya la forma de actuar de los asaltantes. «Van de tres en tres, encapuchados y llevan herramientas para forzar puertas y ventanas», explicó Pablo Sevilla, que tiene una casa algo más cerca del centro del pueblo y que se libró del asalto porque su perro puso en fuga a los ladrones. «Fue hace dos fines de semana. Estaban intentando entrar en la parcela y se asustaron tanto con los ladridos que se dejaron todas las herramientas. Da igual, porque roban más, igual que pasa con los coches. Hace diez días vi uno que me parecía sospechoso. Tomé los datos y avisé a la Guardia Civil. Era robado», comento. Con todo, la actuación de la Benemérita «no es suficiente. La noche que intentaron robarme, tardaron media hora en llegar, desde Cabezo Beaza», añadió.

Pedro López es de los que más pérdidas ha sufrido por la ola de robos. De su chalé, situado junto a la carretera hacia Isla Plana, se llevaron dos televisores, un DVD y hasta un avión teledirigido. «Me hicieron polvo. Así que he decidido poner una alarma», aseguró. Pero en el vecindario ni siquiera eso se considera ya suficiente. «La Guardia Civil nos dice que no podemos salir en patrulla. No se qué pasará. Aquí hay mucha gente tentada de hacerlo», advirtió Salvador García Cayuela.