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R. F.
Viernes, 22 de noviembre 2013, 14:03
Dos interrogantes se extendieron ayer con gran rapidez por ámbitos de la Administración de Justicia y de la Universidad de Murcia, y ambas preguntas están relacionadas con la interposición de una querella contra el juez instructor y el fiscal del 'caso Umbra'. Una se refiere a si el letrado que asegura haberla presentado, José Muñoz Clares, está formalmente colegiado como abogado en ejercicio y, consecuentemente, si tiene legitimidad para firmar una iniciativa legal de ese tipo. La segunda consiste en establecer si, al presentar esa querella, no habría incurrido en incompatibilidad con su puesto de profesor de la Universidad de Murcia.
Aunque Muñoz Clares aseguró ayer que está colegiado como abogado, un requisito ineludible para poder presentar una querella en nombre de un cliente, en los ámbitos mencionados existían muchas dudas al respecto. Por un lado, el jurista reconoció a este periódico que inició los trámites la pasada semana, cuando presentó la documentación en el Colegio de Abogados y pagó las tasas correspondientes. Unos actos que le sirvieron para mantener que su colegiación es un hecho.
Sin embargo, distintas fuentes consultadas por 'La Verdad' aseguraron que ello no significaría que estuviera ya formalmente colegiado, pues para eso tendría que haberse dado luz verde por parte de la Junta de Gobierno del Colegio. Lo cual en apariencia todavía no ha ocurrido.
Por lo que se refiere a las posibles incompatibilidades derivadas de su contrato con la Universidad de Murcia (UMU), otras fuentes distintas explicaron que Muñoz Clares está contratado actualmente como ayudante de doctor de la Facultad de Derecho, en régimen de exclusividad. Algo que, en teoría, solo le permitiría realizar informes externos de carácter científico o técnico, «pero en ningún caso ejercer como abogado», según estas fuentes académicas.
Prueba de ello es que un grupo de docentes de la Facultad de Derecho habría promovido ya una reunión con el rector José Antonio Cobacho, al objeto de informarle de las supuestas incompatibilidades en que Muñoz Clares habría incurrido al haber firmado esa querella y al estar representando, como abogado, los intereses del exjefe de Planeamiento Urbanísticos del Ayuntamiento de Murcia, el imputado Joaquín Peñalver.
Estos profesores, según fuentes contrastadas, se habrían comprometido incluso con Cobacho a presentar una queja formal para forzar una investigación sobre esta cuestión.
«A la espera de colegiación»
La respuesta a la primera de esas cuestiones llegó a última hora de la tarde, cuando fuentes de la Ciudad de la Justicia, de toda solvencia, explicaron que la querella sí va firmada por José Muñoz Clares, aunque con una insólita coletilla que reza «a la espera de colegiación». Para soslayar esa deficiencia, que supondría la automática inadmisión a trámite de la querella por falta de legitimidad del abogado, la denuncia presentada ante el TSJ va firmada además por otro letrado, del que solo se ofrece el número de colegiado. En este caso no figura ni el nombre, por lo que incluso se desconoce si es hombre o mujer.
A la espera de que la Sala de lo Civil y de lo Penal del TSJ decida acerca de la admisión o no a trámite de la querella, el asunto está ya dando incluso más de sí de lo que podía preverse. Parece que la querella va a mantener en plena ebullición a la Justicia murciana en las próximas semanas.
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