

Secciones
Servicios
Destacamos
ZURIÑE ORTIZ DE LATIERRO
Viernes, 5 de julio 2013, 13:35
Le ha costado mostrar un rincón tan personal, pero no le van las medias tintas. Iñaki Oyarzábal (Vitoria, 1966) se adorna con la extraña virtud de la sinceridad. En 2001 se negó a acatar la disciplina de partido y se ausentó del Parlamento vasco para no votar en contra de los matrimonios gays. Entonces era un político más. Hoy pasan por sus manos las principales gestiones del PP en Euskadi. Su entrada, el año pasado, en la dirección nacional, le ha situado en un puesto clave en la gestión del final de ETA, mientras sus opiniones le han ido convirtiendo en un referente de la renovación. Aunque haya veces, como ésta, que moleste. Pero es que está harto. Oyarzábal, el primer cargo de Génova que reconoce públicamente su homosexualidad, no puede con el uso «sectario» que, a su juicio, hace la izquierda del movimiento gay.
- Aunque tuve muchas dudas, sinceramente pienso que es bueno apostar por la visibilidad también en el centro derecha español. Ni soy ni pretendo ser referencia ni ejemplo de nada, pero hay que superar estereotipos.
- En política parece complicado salir del armario.
- Lo es, la sobreexposición pública dificulta las cosas. Sigue habiendo miedo, aunque debemos ser respetuosos con los tiempos de cada cual. En determinados ámbitos siguen imperando hábitos poco tolerantes. Pero lo mejor es dar la cara y compartirlo.
- A mi sobrino le llamaron marica por ir al cole con una camiseta morada.
- Es muy importante que se actúe de manera muy seria en la educación. Los profesores tienen que ser proactivos, educar en el respeto a la diferencia, combatir el acoso. Los niños pueden llegar a ser crueles y a muchos les cuelgan etiquetas por cosas absurdas.
- Como no jugar al fútbol.
- Yo no solía jugar al fútbol y eso no me generó ningún problema; en mi caso no fui consciente de esto hasta muchos años después. Seguramente el enamorarme de una chica retrasó las cosas. Cuando estuve seguro de lo que sentía lo pasé muy mal, porque la quería mucho, pero creí que lo honesto era decírselo y no seguir con aquella relación. Muchos gays se resisten a reconocer lo que está pasando, les puede el miedo a su entorno, a la presión social, a la familia...
- ¿Cómo es la suya?
- Una familia liberal. Mis padres siempre me transmitieron una visión muy abierta de las cosas. No sé si por estar muy viajados, siempre les vi tratar esto con mucho respeto. Pero bueno&hellip yo era presidente de Nuevas Generaciones del PP y necesitaba estar seguro, no conocía a ningún gay. ¿Cómo vas a saber si realmente lo que estás sintiendo es una crisis pasajera o de verdad es algo que va a condicionar tu vida? El desconocimiento te llena de miedos.
En aquella época, Iñaki Oyarzábal rondaba los 25 años, tenía varias tiendas de ropa en Vitoria y presidía una asociación de comerciantes en una capital de 200.000 vecinos y ni una sola discoteca con cuarto oscuro para los gays. Desde entonces ha tenido varias parejas, pero ahora vive solo.
- ¿Qué temía?
- No saber cómo afrontarlo y también la reacción de mi entorno. Pero la gente es mucho más tolerante y abierta de lo que creemos. Si vas de cara, te respeta. Si te construyes una doble vida, si mientes, el problema engorda. Me alegro muchísimo de que los jóvenes homosexuales tengan hoy referencias en vez de los prejuicios que yo tuve.
-¿De qué tipo?
- Pensaba que todos eran de una manera que no casaba conmigo. Conocer personas como yo, con las que me sentía identificado, me ayudó.
- ¿Nunca ha sentido la homofobia?
- Nos afecta a todos, pero he sentido mucha más intolerancia en el País Vasco por ser del PP que por ser gay.
- Hoy se celebra el Día del Orgullo Gay. ¿Sus derechos están suficientemente reconocidos en la legislación española?
- Sí, sin duda. De verdad creo que el PP y el Gobierno de Rajoy tienen un compromiso firme para consolidar ese espacio de derechos conquistados. Pero queda mucho por hacer contra la discriminación y la homofobia. Y debemos romper estereotipos que encasillan.
- ¿Alérgico a las plumas y lentejuelas?
- Hay que reconocer la labor del activismo gay; los colectivos han peleado y luchado mucho. Pero muchos gays y lesbianas no están con las plumas y las lentejuelas y les espanta que se les trate de relacionar con ello. Eso retrasa la visibilidad. La pelea de los próximos años es dar normalidad y visibilidad en distintos ámbitos.
- ¿En qué medida le condicionó su homosexualidad a la hora de saltar a la arena política?
- Este es un partido respetuoso, donde no se discrimina a las personas por su sexualidad y que dice mucho de la concepción liberal del PP. Donde más han avanzado los derechos de los homosexuales es en las democracias liberales.
- En España fue Zapatero quien impulsó la ley del matrimonio gay, recurrido por su partido.
- Sí, es cierto y hay que reconocerlo. Y me alegro de que en los últimos diez años el PP haya experimentado una evolución muy positiva de reconocimiento de los derechos de gays y lesbianas. En el último congreso, Rajoy adquirió su compromiso con la ley que garantiza las uniones entre personas del mismo sexo. El Tribunal Constitucional ha rechazado el recurso y el matrimonio es constitucional. El Gobierno del PP ha decidido respetar esa ley y confirmarla.
- Y algún ministro, como el de Interior, ha decidido ventilar en público sus discrepancias.
- Representa las opiniones de un sector del PP de profundas convicciones católicas. En alguna ocasión lo ha expresado de manera poco afortunada. Yo respeto profundamente las convicciones de esas personas a las que les cuesta entender determinados pasos. Es muy importante que en este avance por los derechos nos acompañe la mayor parte de la sociedad.
- ¿Qué es la familia?
- Algo fundamental. Es un ámbito nuclear de la sociedad y yo comparto esos valores con muchísimos heterosexuales. Tenemos que apoyar como algo fundamental en nuestras vidas los distintos tipos de familia. La mía, mis padres y mis hermanos, ha sido vital para mi desarrollo personal. Homosexuales y heterosexuales compartimos los mismos valores, no tenemos otros.
«En el PP cabemos todos»
- ¿Se lleva tan bien como dicen con Jorge Fernández Díaz?
- Sí, me llevo bien con él. Hablamos mucho, y de este asunto también. Es una persona de trato exquisito y con este tema es enormemente respetuoso. Él defiende una postura, que también es legítima, pero asume la posición mayoritaria y oficial del partido de confirmar y garantizar el matrimonio igualitario. El pone voz a otros sectores, y este partido no es una secta, aquí cabemos todos.
- ¿Un homosexual se siente igual de cómodo en el PP que en el PSOE?
- Hay muchísimos homosexuales en el PP, en todos los ámbitos, y se pueden sentir de igual a igual. Los colectivos del activismo gay han estado controlados en exceso por la izquierda. Tanto, que han adquirido comportamientos sectarios y tratado de construir una especie de modelo gay en el que se tenía que ser y pensar de una determinada manera. Eso es un profundo error, una equivocación tremenda. Ha habido un empeño en tratar de trasladar la idea de que si eres gay tienes que ser de izquierdas. Hubo veces que sentí rechazo por ser del PP entre algunos gays. Una cosa ridícula. Rechazo muchísimo los comportamientos sectarios que tratan de adscribir todo lo homosexual a la izquierda.
- Es más fácil votar al que legisla a tu favor.
- Estoy convencido de que la mitad de los gays vota al PP. Conozco a muchísimos gays que se sienten mucho más identifícados con la concepción liberal de la vida del PP. Los gays ni estamos en política ni votamos en función exclusivamente de nuestra condición sexual. No hay más que ver la importancia que tienen los homosexuales en los partidos de centro derecha en Europa y América, con cargos muy relevantes.
PDP. Sus primeros pasos antes de pasar a Alianza Popular los dio en el Partido Demócrata Popular que lideraba el jurista madrileño Óscar Alzaga. Ha centrado su carrera, que en los primeros años compatibilizó con la gestión de varios comercios, en tareas de organización y dirección de campañas. Es un 'fontanero' hábil en las negociaciones con adversarios políticos. «Es sincero y sabe escuchar y llegar a acuerdos», le describen algunos socialistas. En el PP, ocupó puestos internos hasta que en 1996 accedió a su primer cargo de relevancia externa, al ser elegido parlamentario vasco. Fue muy crítico con la exlíder María San Gil. Es secretario general de los populares vascos y el año pasado aterrizó en Génova, con sillón en la dirección nacional. Es íntimo del portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, con quien lleva toda la vida haciendo política.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.