El chico de los recados

Si no puede llevar la compra a casa, él lo hace; si no tiene tiempo para recoger un paquete en Correos, él se lo retira; si se le ha roto la lavadora, él se la lleva al técnico; o si por ejemplo quiere sorprender a alguien con un ramo de flores, un perfume o una felicitación él lo hace por usted. Álvaro de la Rocha, un joven cartagenero de 32 años, ha montado 'Tu chico de los recados', una empresa de reparto urgente que tiene como única maquinaria un triciclo y un remolque. Cada mañana Álvaro se pone su casco, se viste con ropa deportiva y se lanza a pedalear por la ciudad.

La idea le surgió hace un año y sin apenas ayuda alguna ha logrado poner en marcha su sueño. Comenzó en Torre Pacheco y Los Alcázares, pero desde finales del verano se busca un hueco en Cartagena. «Mi servicio va dirigido principalmente a pequeñas y medianas empresas que necesiten a alguien para hacer portes en el área urbana, pero también a los ciudadanos que quieran ahorrarse coger el coche para hacer un recado o recoger un paquete», cuenta este joven emprendedor.

Se le puede reconocer fácilmente, porque realiza sus repartos con un triciclo eléctrico y un remolque con publicidad de diferentes empresas. Se deja ver normalmente por las calles del casco antiguo o por la zona del puerto, y se le puede localizar en la web: www.tuchicodelosrecados.com.

En diez minutos

«Puedo llevar un paquete o la compra del día desde el paseo del Muelle de Alfonso XII hasta Nueva Cartagena en diez minutos, sin perjudicar el medio ambiente y a unos precios a los que nadie se puede resistir. Quien prueba mi servicio no me deja escapar», asegura.

Su ámbito de actuación abarca desde el puerto hasta la Media Sala, pasando por el Barrio de la Concepción, Ciudad Jardín, el Ensanche Almarjal y el sector Estación. «Voy donde me manden», afirma.

Para montar esta singular empresa compró tres triciclos accionados por pedaleo asistido (a través de un pequeño motor eléctrico) con remolque. Dos los utiliza para hacer recados y otro para hacer publicidad de las empresas que lo contratan. En este último caso cobra 20 euros por hora, con un mínimo de tres al día. En esa tarifa entra el reparto de folletos publicitarios en buzones.

Por cada reparto de mercancía que no exceda los 15 kilogramos en la zona antes mencionada cobra 3 euros, aunque tiene bonos de 60 euros, con los que se tiene derecho a 25 portes. Para personas con movilidad reducida o jubilados tiene precios especiales, un 10% de descuento en el importe. En cuanto a la paquetería urgente, si la entrega se debe de hacer en menos de dos horas cobra 4,50 euros.

Su objetivo, ser franquicia

Los triciclos que utiliza para los repartos los aprovecha para hacer publicidad de empresas, por la que cobra 250 euros al mes. «Se trata de una forma de hacerse conocer para los pequeños comerciantes de una forma barata y sencilla. Hay que tener en cuenta que me muevo por gran parte de la ciudad y que ese logo lo verá todo el mundo», indica.

Álvaro de la Rocha apuesta por el reparto a través de bicicletas asistidas con ayuda electrónica porque tiene muchas «ventajas» con respecto a las furgonetas, dado que «provoca menos ruido, ayuda a que haya menos tráfico y así menos contaminación». Aconseja el uso de estos vehículos para determinadas zonas de la ciudad, como el casco antiguo, por su funcionalidad.

Aunque tiene tres triciclos no tiene a nadie empleado. «El negocio no da, de momento, para contratar a nadie, pero conforme me vayan conociendo sé que necesitaré ayuda», dice convencido. Su objetivo en un futuro es convertir su empresa en una franquicia, porque sabe que si funciona en Cartagena puede tener éxito en otras ciudades como Murcia.

En tan solo dos meses, en la ciudad tiene ya a media docena de clientes fijos que casi a diario le encargan recados. A ellos se les suman otros que hace a particulares. Por ahora está contento con sus inicios.

Como aficionado al boxeo, Álvaro de la Rocha mantiene como filosofía que «en la vida hay que ser valiente y llevar tus ideas hasta el final». Y por ahora sus planes se están cumpliendo.

euros es lo que cobra por cada recado, que no exceda el ámbito urbano y no sobrepase los 15 kilogramos de peso.