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«Mi abuelo llegó a utilizar la poesía en su defensa en un juicio tras la guerra»
CARTAGENA

«Mi abuelo llegó a utilizar la poesía en su defensa en un juicio tras la guerra»

Belén Piñana Díaz / Doctora el Filología Hispánica

EDUARDO RIBELLES

Jueves, 25 de octubre 2012, 03:11

- ¿Recuerda usted a su abuelo?

- Solamente cómo me leía cuentos sentada en su regazo. Murió cuando tenía 4 años y yo no podía ni sospechar el talento que tenía.

- ¿Cómo descubrieron su obra?

- Yo tenía 16 años. Fue al ir a alquilar la vieja casa de la familia en la plaza San Francisco. Mi madre y yo abrimos un armario que llevaba mucho cerrado y nos la encontramos.

- Sin embargo, ha tenido que esperar usted 21 años para poder hincarle el diente

- Bueno. Yo todavía estaba estudiando entonces. Luego acabé Secundaria, me licencié en Filología Hispánica y fue cuando consolidé mi plaza de profesora en el Instituto Santa Lucia cuando comencé con la tesis. Y me ha llevado siete años.

- ¿Qué ha averiguado?

- Que ese armario guardaba un tesoro oculto de la familia Piñana. Además de la fama alcanzada por Antonio y sus vástagos en el flamenco, está el talento poético de mi abuelo.

- Explíquese

- Su poesía es muy rica, fruto de una vida apasionante. Se quedó huérfano a los once años y fue a parar a un colegio de Guadalajara. De allí salió ya con la afición a escribir. Se hizo maestro y continuó con los poemas. Pero la mala suerte hizo que acabara en la cárcel.

- ¿Fue represaliado por el bando franquista?

- Si. Fue algo curioso. Era un republicano confeso. Y cuando un comisario político le pidió una de sus composiciones contra el régimen de Franco, para publicarla en un periódico, no se negó. Fue en 1939 y al acabar la guerra, los franquistas le mandaron a prisión en Granada y luego en la cárcel de San Antón.

- ¿Así que parte de su obra tiene cariz político?

- Y tanto. Incluso se defendió a sí mismo en el proceso que le llevó a prisión, por medio de una composición en prosa poética, que he incluido en la tesis. Y luego tiene otras piezas bellísimas, como una sobre el exilio en Marruecos de un español llamado Juan Miranda , nombre alusivo a un buque republicano, que abofetea a un francés llamado Lafayette, en referencia a un general autoritario. Todo por reducir lo español a la simple estampa de una bailarina flamenca.

- ¡Vaya con el poema!

- Tiene varias de esas poesías en la posguerra. Pero es más valiosa la primera etapa, en la que se inspira en clásicos como Bécquer, Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez, y la segunda, en la que su referente es Lorca, al que incluso dedicó la poesía 'Altivez de Sultana'.

- ¿Es su mejor composición?

- A mi es la que más me impresionó, junto al 'Romance del español ausente', que le he contado antes.

- Las fuentes de inspiración de su abuelo eran variadas.

- Y no solo por los autores de los que tomó referencias. También por los temas. Hizo poesías a la Semana Santa. Y como buen californio, tiene una bellísima al San Juan. También compuso algunas canciones para la otra rama de los Piñana, aunque no sé si ellos han llegado a cantarlas alguna vez.

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