La Comunidad subasta el complejo turístico de López Rejas en Los Odres

El sueño del mayor complejo de turismo rural de la Región se ha tornado pesadill. La Agencia Regional de Recaudación de la Comunidad Autónoma ha sacado a subasta las 18 fincas que integran el complejo rural Aldea Los Odres, que el grupo López Rejas promovió hace ahora seis años en la población homónima, a los pies del pico Revolcadores, por el impago de las deudas pendientes con las arcas regionales.

La resolución indica que el expediente de apremio ha sido incoado a la empresa Ingesmur 1996, S.L., antes José López Rejas, S.L. Las fincas que serán enajenadas en subasta pública consisten en parcelas rurales, pisos y chalés, con distintas superficies y con precios de salida que van desde 5.859 euros hasta 85.200 euros. La subasta se llevará a cabo en la sede de la Consejería de Economía y Hacienda el próximo 28 de junio, a las 10 horas.

El complejo surgió bajo el impulso de López Rejas y Las Navas del Marqués, empresas del grupo López Rejas, que llenaron en 2003 de actividad constructora el pequeño núcleo de población, el más alto de la Comunidad Autónoma, a 1.400 metros, restaurando más de 40 viviendas que habían sido adquiridas en ruinas por el naturalista ceheginero Miguel Ángel González-Conde, inspirador del proyecto.

En la idea inicial de sus promotores figuraba la reconstrucción de varias viviendas rurales existentes en esta población y la construcción de chalés.

La recóndita pedanía de Moratalla contaba en el momento en el que las cuadrillas de obreros comenzaron los trabajos de construcción del complejo con apenas una docena de habitantes. Un aula de la naturaleza, piscina cubierta y climatizada, con solárium y sauna, museo de tradiciones locales, sala multiusos para conferencias y reuniones, tienda de artículos de montaña, guardería, restaurante y una oferta variada de actividades relacionadas con la aventura y la naturaleza estaban incluidas en el proyecto inicial, aunque no todas las infraestructuras llegaron a ponerse en marcha.

El complejo cuenta con unas 250 plazas dirigidas al turismo verde, familiar e incluso de congresos. La inversión prevista rondaba los 1,6 millones de euros en una primera fase. La llegada del complejo supuso para la aldea y sus escasos habitantes una segunda oportunidad, que la noticia de la subasta ha aplazado, al menos si no hay comprador único para el complejo.