Sonsoles Espinosa está «enjaulada» en Madrid

Aella no van a arrancarle un titular, pero permite que quien bien la quiere lo ponga en su boca. La revista 'Vanity Fair' publica en su número de mayo un perfil de Sonsoles Espinosa a través de su círculo más íntimo. Desde el cura que la casó hasta los amigos de León, que van dibujando la 'figura' de esta «mujer de presidente atípica» que no se considera primera dama «porque ése es un papel que corresponde a la Reina y luego está la princesa de Asturias».

El reportaje desvela cómo es el día a día de la esposa de Rodríguez Zapatero. «La vida que hace es muy doméstica. Al margen del coro, sus hijas, sus paseos y la piscina, no hace vida social. No le divierte La Moncloa, ni le interesa. Le espanta que le reconozcan por la calle», asegura su amiga, la diseñadora Elena Benarroch. Dice que Espinosa «se encuentra más libre en Barcelona o en París que en Madrid». En la capital, coinciden otros amigos, se siente «enjaulada, como en una sartén hirviendo». Por eso cada vez que puede escapa a su remanso de paz, a León. Añora la tranquilidad de la vida de provincias y estar con los suyos».

Pero la mujer de Zapatero «sabe que su sitio está en Madrid con su marido», aunque «no tiene la llave de la reelección de él, como se ha dicho. Ella sabe dónde está y cuándo tiene que asistir a un acto». Eso se le analiza con lupa. «Está pagando un peaje injusto por ser pionera y no querer ser 'mujer de'», confiesa su amiga Marifé Santiago. Amante de su vida privada, Espinosa quiere preservar también la de sus hijas. «Quiere que sean anónimas. Les prepara para la vuelta a la normalidad. El problema es que sus enemigos lo han utilizado contra ellos», dicen en referencia a las críticas por el atuendo de estilo gótico que eligieron en la cita con Obama. 'Vanity Fair' recoge también el testimonio del sacerdote que casó a Espinosa y a Zapatero. «Es una mujer muy cabal y poco contestataria», aunque «ahora es más rebelde que de estudiante». Y valora cómo «desde la sombra y con discreción consigue que se hagan realidad ciertas cosas, como que la catedral de León tenga un órgano nuevo».