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Alberto Espuny, jefe de Servicio de Farmacia; el consejero de Salud, Manuel Villegas; y José Eliseo Blanco, jefe de sección de Urgencias del Maternal de La Arrixaca. v. vicÉns / AGM
Urgencias dará a las víctimas de agresión sexual todos los fármacos que requieren

Urgencias dará a las víctimas de agresión sexual todos los fármacos que requieren

Solo los hospitales con Ginecología administrarán la medicación para prevenir posibles enfermedades y embarazos indeseados

Miércoles, 6 de febrero 2019, 01:21

Hasta ahora, las víctimas de agresiones sexuales que acudían a los servicios de Urgencias en los hospitales de la Región pasaban, tras la primera exploración del médico forense y de los facultativos y después de encontrarse con agentes de la Policía Nacional tumbadas en una camilla, un vaivén de trámites y consultas para conseguir toda la medicación que necesitaban. No solo tenían que acudir a una farmacia una vez abandonaban el hospital, sino que días después se veían obligadas a acudir a su médico de cabecera para conseguir el volante para una cita con distintos especialistas. Y por último, debían retornar a la farmacia hospitalaria para la medicación preventiva contra el VIH.

Toda esta peregrinación se ha acabado para las mujeres que sufran una violación en la Región.

Al menos eso pretende el plan que la Consejería de Salud ha impulsado por iniciativa del Servicio de Farmacología del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, que ha ideado un kit de fármacos para agilizar el tratamiento de las víctimas. Una medida que fue aprobada la semana pasada por la Comisión Regional de Farmacia, según explicó ayer el consejero de Salud, Manuel Villegas, y que se pondrá en marcha «en las próximas semanas» en todos los hospitales de la Región con servicio de Ginecología: el Reina Sofía, La Arrixaca, el Santa Lucía, Los Arcos del Mar Menor y los hospitales de Lorca, Yecla y Caravaca.

Para Villegas, este kit no solo garantiza un tratamiento rápido, sino que también «humaniza la atención que se le estaba dando a las mujeres o a los varones que habían sido víctimas de una violación. Pero sobre todo en el caso de la mujer porque, además de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) que pudieran haberse contagiado o del impacto psicológico, corren el riesgo de un embarazo. Ahora, con este kit ya se lo damos todo para evitar que, encima de lo que ha sufrido, la mujer tenga que desplazarse para buscar esta medicación». La Arrixaca puso en marcha el proyecto piloto de suministro de este material el pasado mes de noviembre. Desde entonces, «hemos tenido que utilizarlo en siete ocasiones», confesó José Eliseo Blanco, jefe de sección de Urgencias del Materno Infantil. Este profesional explica que, en esa bolsa de plástico blanca, las víctimas se llevan «tratamiento para la prevención del VIH, antibióticos para prevenir las ETS y la píldora del día después».

Cuatro tipos de lotes

Para cubrir las necesidades de cualquier usuaria o usuario que necesite esta medicación, desde el Servicio de Farmacología de La Arrixaca se han diseñado cuatro tipos de lotes de medicamentos. La diferencia sustancial radica en el tiempo que haya pasado desde la agresión sexual hasta que se acude al servicio de Urgencias. Así, hay kits con pastillas del día después más efectivas, para cuando ya han pasado 72 horas, y kits con píldoras menos agresivas para los casos en los que la violación se sitúe entre las 48 y las 72 horas. Estos dos tipos se dividen, a su vez, en fármacos para personas alérgicas a la penicilina y para aquellas que no presentan este rechazo.

«Antiguamente se daba parte de la medicación aquí, pero obligábamos a la mujer a desplazarse en esas circunstancias a buscar el resto. Ahora ya sale de Urgencias con todo lo que necesita. Se le explica en cinco minutos cómo debe tomarla, y además también se lleva todos los teléfonos que requiere: tanto de la consulta de VIH para hacerle el seguimiento como el del servicio de apoyo psicológico, para que pida cita cuando ella se encuentre con fuerzas», explicó Blanco, que aseguró que las víctimas podrán requerir esas citas por vía telefónica «sin necesidad de trasladarse».

Los fármacos del kit

Para evitar el VIH: Isentress

Hace un par de años, los antirretrovirales como el Isentress o la Emtricitabina no se recetaban en Urgencias. Las víctimas de agresiones sexuales debían ir a la farmacia intrahospitalaria al día siguiente para poder obtenerlos. Ambos evitan que el VIH entre y se reproduzca en las células de la persona agredida.

Emtricitabina / Tenofovir

Por si acaso el agresor tiene el VIH, las víctimas se someten a un tratamiento preventivo. Se dan dos de estos antivirales porque «hay que combinarlos para que el tratamiento sea completamente efectivo, porque cada uno previene el ataque del virus de una forma diferente», constató Blanco.

Azitromicina. Para prevenir la clamidia

La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual sin sintomatología evidente que se puede contraer en el cuello del útero, el recto o la garganta. Para evitarla, el kit cuenta con una única dosis de Azitromicina, uno de los antibióticos con los que se trata esta patología.

Metronidazol. Para infecciones ginecológicas

Casi cualquier infección ginecológica puede tratarse con Metronidazol, un antibiótico que actúa como tricomonicida, giardicida y amebicida. Se recomienda tomar durante siete días consecutivos en combinación con otros fármacos o tratamientos.

Levonorgestrel Mylan. La pastilla del día después

Hasta ahora, las víctimas debían buscar una farmacia, en la mayoría de los casos de guardia, para hacerse con ella. Levonorgestrel se utiliza para casos en los que la agresión haya sucedido hasta 72 horas antes. Para los que exceden ese tiempo, el kit dispensa la píldora Acetato Yulipriostal.

Ceftriaxona. Para luchar contra otras ETS

Para las infecciones comunes de la familia de gérmenes 'gran positivos', que producen algunas enfermedades de transmisión sexual, como la gonorrea o la epidimitis, el kit incluye este antibiótico. Su combinación con Azitromicina es uno de los combos más efectivos.

La creación de este kit no solo supone un alivio para las mujeres que sufran una agresión sexual, sino que también evita «los problemas que se generaban a nivel interno en el hospital, porque el tratamiento para la prevención del VIH es intrahospitalario y era un problema; teníamos que llamar a la farmacia para que nos los diera. Además, algunos antibióticos los prescribíamos y otros se los teníamos que dar nosotros, porque también son solo de uso hospitalario. Era un proceso muy caótico», reconoció el jefe de servicio de Urgencias del Maternal.

«Casi todas denuncian»

Para las víctimas que no quisieran denunciar, la presencia de ese kit tendría utilidad en todos los centros sanitarios y no solo en los hospitales con servicio de Ginecología. «Pero cuando una mujer acude al médico tras una violación es que quiere denunciar», aseguraba María Antonia López, médico de familia del servicio de Urgencias de Atención Primaria de San Andrés, que en sus 19 años ejerciendo la profesión solo ha visto casos «contados con los dedos de una mano» en los que la víctima no quisiera denunciar. Aun así, a ella le gustaría tener ese material en su centro, «porque aunque sean minoría, también las mujeres que no quieren ir al hospital y que el forense les coja muestras tienen derecho a disponer del mismo. Y si se nos caducan en los centros igual que pasa con los kits de parada o de partos, pues mejor. Pero hay que tenerlos».

Los centros sanitarios de la Región contabilizaron 51 violaciones en 2018

Durante el pasado 2018, los servicios de Urgencias de los centros sanitarios de la Región atendieron a un total de 51 personas que habían sufrido una agresión sexual, según confirmó ayer el consejero de Salud, Manuel Villegas, aunque no especificó si esos ataques fueron con o sin penetración.

El kit de fármacos del que dispondrán, a partir de las próximas semanas, los servicios de Urgencias de los hospitales con Ginecología, está pensado para poder atender el tratamiento completo de las agresiones sexuales más graves. Según datos del Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior, la Región registró en 2018 un total de 37 «agresiones sexuales con penetración», diez más que el año anterior.

De acuerdo con esta información estadística, elaborada con datos que proporcionan los cuerpos de la Guardia Civil, Policía Nacional y algunos servicios de Policía Local, doce de estas agresiones se produjeron en el municipio de Murcia, exactamente el doble que en 2017, año en el que se registraron seis violaciones sexuales en la capital. María Antonia López, facultativa de familia del servicio de Urgencias de Atención Primaria de San Andrés, recuerda a las víctimas que, tras una violación, «aunque no se sientan bien, que no toquen su ropa, que no se cambien, que no se duchen, que no se enjuaguen ni la boca, incluso que ni siquiera orinen». De esta forma, según precisa López, se garantiza que todas las pruebas recogidas por el forense puedan ayudar a dar con el autor de la agresión.

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