Urdecón se adjudicó todas las obras pese a presentar las peores ofertas

El 13 de febrero de 2007 se constituyó en el Consistorio lumbrerense la Mesa de Contratación para el Centro de Atención a la Infancia, presidida por el alcalde Pedro Antonio Sánchez. Urdecón, que ofrecía el presupuesto más alto de las dos ofertas presentadas, el plazo de ejecución más alto, las menores garantías y ninguna mejora adicional al proyecto (Inges-Logil ofrecía mejoras de 2.122 euros) se adjudicó las obras. La clave estuvo en que Urdecón se llevó 30 puntos por las mejoras 'ofrecidas' -pese a que nada había ofrecido- frente a los 5 puntos que obtuvo la que sí ofertaba mejoras. El informe técnico que establecía esas puntuaciones no lleva firma. Estas circunstancias llevan a la Fiscalía a advertir de que todos los indicios apuntan a que esta adjudicación fue «prevaricadora».

Mucho más grave, en apariencia, fue lo ocurrido en octubre de 2009 con la adjudicación de las obras de Construcción y Equipamiento del Centro de la Mujer. Se presentaron 19 empresas al concurso y la de Urdecón era objetivamente peor que la mayoría, pues su presupuesto era superior al ofrecido por casi todas las otras y las mejoras se limitaban a 22.097 euros, cuando otras ocho ofertaban entre 26.000 y 74.000 euros.

En esta ocasión, la Mesa de Contratación, de nuevo presidida por Pedro Antonio Sánchez, otorgó las obras a Urdecón, y ello en base a un informe que le otorgaba 60 puntos a esa constructora por las mejores ofrecidas. No solo era la mayor puntuación entre todas las ofertas, sino que incluso era la mayor puntuación posible que se podía otorgar en ese concurso. A modo de ejemplo, a la firma Forjescon, que presentó mejoras por 77.871 euros, solo se le dieron 6,73 puntos (la décima parte, prácticamente que a Urdecón), y a Terralor, que ofreció mejoras por 51.374 euros, se le otorgaron 5,75 puntos.

Lo más llamativo es que, convencido presuntamente el técnico que hizo este informe de que con esos 60 puntos era imposible que cualquier otra oferta mejorara la de Urdecón, ni siquiera se sumaron las puntuaciones de todas las constructoras. Y Urdecón se llevó el concurso, a pesar de que otra mercantil, Torrelorca, había sumado pese a todo mayor puntuación. Algo que la Fiscalía Superior califica como «absolutamente arbitrario», además de prevaricador.