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Un médico del punto de atención continuada (PAC) de Fortuna sufrió en la noche del jueves al viernes una brutal paliza a manos de los acompañantes de un paciente. El profesional tuvo que ser atendido en el servicio de Urgencias del Morales Meseguer por lesiones en la cabeza y el cuello. «Fue brutal. Le agredieron dos veces. Primero unos acompañantes, y luego vinieron más personas. Le dieron una paliza e intentaron pegar al resto del equipo de guardia», relató uno de los sanitarios del centro.
Todavía en 'shock' por lo ocurrido, los profesionales del centro de salud de Fortuna decidieron parar la actividad y atender solo las urgencias. Además, se concentraron a las doce del mediodía en señal de repulsa, acompañados por algunos vecinos.
Se trata de la enésima agresión al personal sanitario en la Región de Murcia en lo que va de año. A principios de septiembre, los profesionales del centro de salud de Calasparra protagonizaron varias protestas ante «los numerosos episodios de violencia» que padecen. A finales de agosto, un hombre y una mujer fueron detenidos por lesionar y amenazar a dos facultativas del centro de salud Mariano Yago de Yecla. En junio, un paciente golpeó a un médico e intentó asfixiar a un técnico de emergencias cuando lo atendían en su domicilio de Murcia.
El Colegio de Médicos mostró «su más enérgica condena» ante la agresión en Fortuna y trasladó «todo el apoyo» los profesionales. Los ataques a sanitarios «continúan siendo un grave problema sin solución», lamentó la institución en un comunicado. El Sindicato Médico (Cesm) se unió a la condena y exigió a la Administración «que aplique las medidas necesarias, preventivas y legales, para que las agresiones no sigan en aumento y para que no tengamos que lamentar consecuencias mucho más graves».
El Servicio Murciano de Salud (SMS) señaló, por su parte, que lleva 15 años trabajando «para reducir los casos de violencia en los centros sanitarios, con el fin de garantizar la seguridad de profesionales y pacientes». En este sentido, se «ha dotado de servicio de seguridad y vigilancia y de cámaras a los centros con mayor índice de conflictividad. Además, todas las consultas de Atención Primaria, consultorios y centros de salud mental disponen del denominado 'botón del pánico», que permite a los profesionales avisar ante situaciones de riesgo. El SMS cuenta con un protocolo que «establece la asistencia jurídica a las víctimas de las agresiones y colaboración con las fuerzas de seguridad».
La Consejería ha lanzado una campaña bajo el lema 'Cuídame tú también', «con el objetivo de concienciar sobre las agresiones a trabajadores sanitarios y no sanitarios».
Las agresiones al personal sanitario están aumentando de forma alarmante desde el inicio de la pandemia. Las cifras de Salud no dejan lugar a dudas. En 2021, los ataques físicos o verbales se incrementaron un 25% con respecto al año anterior. En concreto, se registraron 346 incidentes en los que 442 profesionales sufrieron insultos, vejaciones, amenazas o, en el peor de los casos, violencia física. Lo más preocupante es el aumento de un 60% en las agresiones físicas, si bien las denuncias interpuestas en los juzgados o ante los Cuerpos de Seguridad del Estado disminuyeron un 11,4%. En los centros de salud, los médicos son quienes más ataques sufren, mientras en los hospitales son los enfermeros los más agredidos.
La agresión de Fortuna tuvo lugar sobre las 22.00 horas del jueves cuando dos chicos, que acompañaban a una muchacha, accedieron al centro de salud gritando y se dirigieron a la consulta de guardia. Allí, el médico pidió a los acompañantes que se pusieran la mascarilla fuera de la consulta mientras él atendía a la paciente. En ese momento, sin mediar ninguna palabra, lo agarraron del pecho y lo empujaron fuertemente contra la pared. El facultativo logró zafarse y salir por la puerta mientras que la enfermera, que estaba presente, se escapó de recibir un puñetazo escondiéndose detrás de la camilla.
A continuación, los acompañantes de la paciente fueron al pasillo, atraparon al médico y le propinaron varios golpes con el puño cerrado en la cabeza, en el tronco y también en los brazos. Además de las agresiones físicas, lo amenazaron a él y al resto de personal con matarlos si llamaban a la Guardia Civil. Entonces, el médico consiguió meterse en la sala de personal donde estuvo esperando hasta la llegada de la Policía Local y de la Guardia Civil que lo escoltó hasta el Hospital Morales Meseguer, tal y como relató a LA VERDAD el coordinador del centro, Antonio León.
Rabia e impotencia
Después de lo sucedido, la enfermera, que sufrió una crisis de ansiedad, el técnico de emergencias y el vigilante de seguridad siguieron trabajando y ofreciendo asistencia a los vecinos.
A pesar de la agresión y de los efectos que ha tenido en él a nivel psicológico, el médico acudió por la mañana a la concentración organizada por sus compañeros para condenar la violencia. En cuanto a los agresores, se encuentran a disposición judicial y ya eran conocidos en el centro, al haber entrado también en otras ocasiones gritando y protagonizando momentos de tensión. Por su parte, el personal sanitario se encuentra afectado e indignado por lo sucedido a su compañero.
«El pueblo está todavía en estado 'shock' y apenado porque Fortuna no es un pueblo violento», declaró la alcaldesa, Catalina Herrero. «Los mensajes que me transmiten los vecinos son de desolación, rabia e impotencia porque no todos los vecinos son así».
Información de Pilar Martínez Mañogil.
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