El transporte regional acelera su transformación con fondos de inversión y multinacionales

Primafrio, líder español en el segmento frigorífico, protagonizó el principal cambio accionarial en mazo de 2022 con la venta exacta del 49,99% al fondo Apollo, de EE UU. De esa manera, la enseña de los hermanos José Esteban y Juan Ignacio Conesa ha podido fortalecer su negocio para competir con gigantes europeos como la francesa Stef. Desde sus instalaciones centrales en Alhama de Murcia ha impulsado sus bases para llevar productos a los 27 países de la Unión Europea, y también de otros países del Este.

Igualmente, ESP Solutions aprovechó la coyuntura del gran interés de los inversores para incorporar a Avior y Blantyre Capital ese mismo año, lo que ha ayudado a reforzar la estructura de la antigua Transporte La Espada, ubicada en Ceutí, aunque en breve tendrá también su nueva plataforma en Alhama. De hecho, con la inyección financiera adquirió Transrocamar en 2023; y el pasado año la firma alicantina Exit, la gaditana Autransa y, por último, la alemana NKS Logistics.

Claro que también existen casos de compañías murcianas que han preferido hasta el momento seguir por su camino de empresa familiar. Es lo que sucede con Grupo Caliche, que da paso ya a su tercera generación mientras avanza en un plan estratégico que lo mantiene a contracorriente del sector en la Comunidad. Incluso, ha adquirido ya mercantiles que le han permitido impulsar su especialización en áreas específicas de transporte marítimo y logística boutique, así como ganar tamaño y presencia en nuevos mercados.

Sus principales operaciones de compra han sido la integración en 2022 de la transitaria marítima IST, que le ha permitido duplicar el volumen de su logística por mar; la adquisición de EGD en 2023, especialista en proyectos con mercancías de alto valor y con fuerte presencia en Cataluña y Reino Unido; y, por último, el pasado mes la operación con Suditrans, propiedad del presidente de la patronal regional del sector, Froet, para reforzar así su capacidad operativa.

El vicepresidente de Caliche y máximo responsable del Área de Transporte y Logística, Jaime Martínez Miralles, señala a LA VERDAD que «tenemos muy claro cuáles son nuestros objetivos. Creemos en nuestro potencial y, los pasos que estamos dando, nos permiten reforzar nuestra oferta de servicios y expandirnos internacionalmente, consolidándonos como un operador global de referencia».

De igual forma, en el Grupo Disfrimur «seguimos firmes en nuestra hoja de ruta: atender las necesidades de nuestros clientes con eficiencia, responsabilidad y compromiso con el medio ambiente», afirma su director general, Juan Sánchez Serrano. Una compañía que prevé alcanzar los 130 millones de euros defacturación en este 2025, con un equipo de más de 1.200 personas y una flota que superará las 2.600 matrículas en el conjunto de empresas, que van desde el transporte frigorífico al sector del alquiler de vehículos industriales, a través de su firma DFM Rent a Car.

Tampoco se puede obviar a otras destacadas empresas familiares de la Región que apuestan por impulsar su desarrollo sin unos aliados al lado. Entre las mismas hay que citar a la molinense Campillo Palmera, JHG Logística (grupo José Guillén e Hijos), en Alguazas, y Orvipal, en Lorquí, especializada en camiones portavehículos, que de la mano de su fundador, Joaquín Vicente, ejerce el liderazgo nacional en esta modalidad.

Porque el hecho de que el transporte sea un sector estratégico, con una demanda en constante crecimiento, hace que su tejido empresarial esté llamado a ganar cada vez más tamaño. No obstante, pese a su importancia, «sigue siendo un sector altamente atomizado», reconoce Sánchez Serrano. De forma que «esta fragmentación lo ha convertido en un mercado atractivo para grandes operadores e inversores, impulsando una tendencia hacia una mayor concentración que, sin duda, continuará en los próximos años».

Por su parte, Jaime Martínez Miralles hace hincapié en que «el sector logístico está en plena transformación, y en Grupo Caliche hemos decidido ser protagonistas de ese cambio. Queremos fortalecer nuestra estructura con la incorporación de empresas estratégicas que nos permiten seguir creciendo con solidez. Esta estrategia nos garantiza mayor capacidad operativa, un mejor servicio a nuestros clientes y nuevas oportunidades para nuestro equipo».

Hay quienes optaron, por el contrario, por desinvertir en su totalidad, hacer caja y dejar el negocio en mano de grandes compañías operadoras. Son los casos de Transportes Fuentes, con la venta del 100% a la norteamericana Lineage Logistics; Capitrans, comprada por Ontime; y, en especial, la venta de El Mosca a Logista, que cotiza en Bolsa. Con respecto a esta última, su importante flota y su diversificación en la vía marítima la hacía singularmente atractiva. Durante 2024 también Filardi fue adqurida por Grupo Olano; Silos Mar Menor, por Pañalón Sanmartí; y Euconsa, por Pérez y Cía.

Con todo, el crecimiento de los clientes, que requieren soluciones logísticas más eficientes y a gran escala, junto con el desafío de la descarbonización, que implica inversiones significativas tanto en infraestructura como en flota, «supone un reto especialmente exigente para las pequeñas empresas», advierte la máxima responsable de Disfrimur. También Juan Sánchez advierte de que «la falta de relevo generacional en empresas de tamaño medio lleva a muchas a buscar alternativas, incluyendo su salida del sector».

«Habrá más concentración en el sector, y lo que deberían hacer las empresas más pequeñas es crear alianzas y unirse. Así podrán mantenerse en el mercado», advierte el secretario general de la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (Froet), Manuel Pérezcarro. «Estamos ante movimientos que hacen las grandes para poder ser más competitivas, ya sea mediante adquisiciones, fusiones o entradas del grupo de inversión. Todo ello para ampliar tamaño, introducirse en mercados, diversificar la oferta o satisfacer mejor las necesidades de sus clientes», indica.

Porque existe un contexto en el que «cada vez hay menos comercializadores o distribuidores a nivel europeo», fundamentalmente en el transporte frigorífico de productos hortofructícolas, predominante en la Comunidad. Por ello, las empresas tratan de «ampliar su porfolio» en base a esa necesidad de crecer, sostiene Pérezcarro.

De cara al futuro inmediato, en su opinión, «los movimientos van a seguir, como ocurre en el sector en el conjunto del territorio nacional, como vemos también en operaciones de otras provincias, sobre todo en el transporte internacional». Al final, «en muchos casos es preferible comprar una empresa consolidada que hace las cosas bien en un determinado ámbito y da un buen servicio, que tener que invertir con tus propios medios».