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Domingo, 21 de enero 2018, 07:52

Modo oscuro

La fractura. Se golpea la esfera del contador con un objeto hasta fracturarla y el consumo hídrico no se registra. Cuando los técnicos lo detectan el propietario alega que alguien se lo ha roto y es complicado demostrar que ha sido él para defraudar agua.

Paco Alonso
La fractura. Se golpea la esfera del contador con un objeto hasta fracturarla y el consumo hídrico no se registra. Cuando los técnicos lo detectan el propietario alega que alguien se lo ha roto y es complicado demostrar que ha sido él para defraudar agua.
La fractura. Se golpea la esfera del contador con un objeto hasta fracturarla y el consumo hídrico no se registra. Cuando los técnicos lo detectan el propietario alega que alguien se lo ha roto y es complicado demostrar que ha sido él para defraudar agua.

El fósforo. Se hace un pequeño agujero en la esfera del contador y se cuela una cerilla que impide que la aguja corra y el agua no computa. La cerilla se retira días antes de que el técnico haga la lectura.

Paco Alonso
El fósforo. Se hace un pequeño agujero en la esfera del contador y se cuela una cerilla que impide que la aguja corra y el agua no computa. La cerilla se retira días antes de que el técnico haga la lectura.
El fósforo. Se hace un pequeño agujero en la esfera del contador y se cuela una cerilla que impide que la aguja corra y el agua no computa. La cerilla se retira días antes de que el técnico haga la lectura.

El imán. El reloj de medición de un contador tiene una parte metálica y a un lado se fija un imán. Por magnetismo se frena la aguja y no se registra el agua consumida. Este método es difícil de detectar porque quienes lo emplean solo lo colocan una temporada, para que la factura trimestral no sea elevada.

Paco Alonso
El imán. El reloj de medición de un contador tiene una parte metálica y a un lado se fija un imán. Por magnetismo se frena la aguja y no se registra el agua consumida. Este método es difícil de detectar porque quienes lo emplean solo lo colocan una temporada, para que la factura trimestral no sea elevada.
El imán. El reloj de medición de un contador tiene una parte metálica y a un lado se fija un imán. Por magnetismo se frena la aguja y no se registra el agua consumida. Este método es difícil de detectar porque quienes lo emplean solo lo colocan una temporada, para que la factura trimestral no sea elevada.

El alambre. Se mete un alambre, un cable o el repuesto de tinta de un bolígrafo dentro de la tubería anexa al contador y el eje central no se mueve, de forma que tampoco giran las hélices de medición. Este sistema solo puede detectarse analizando el histórico de consumo de agua.

Paco Alonso
El alambre. Se mete un alambre, un cable o el repuesto de tinta de un bolígrafo dentro de la tubería anexa al contador y el eje central no se mueve, de forma que tampoco giran las hélices de medición. Este sistema solo puede detectarse analizando el histórico de consumo de agua.
El alambre. Se mete un alambre, un cable o el repuesto de tinta de un bolígrafo dentro de la tubería anexa al contador y el eje central no se mueve, de forma que tampoco giran las hélices de medición. Este sistema solo puede detectarse analizando el histórico de consumo de agua.

El sistema invertido. El contador de calibre veinte tiene marcado el sentido del flujo, pero si se rompen los precintos del aparato, se le puede dar la vuelta al aparato de medición porque las tuercas de ambos extremos son idénticas. En vez de facturar agua, las agujas corren al revés y se ganan metros hídricos.

Paco Alonso
El sistema invertido. El contador de calibre veinte tiene marcado el sentido del flujo, pero si se rompen los precintos del aparato, se le puede dar la vuelta al aparato de medición porque las tuercas de ambos extremos son idénticas. En vez de facturar agua, las agujas corren al revés y se ganan metros hídricos.
El sistema invertido. El contador de calibre veinte tiene marcado el sentido del flujo, pero si se rompen los precintos del aparato, se le puede dar la vuelta al aparato de medición porque las tuercas de ambos extremos son idénticas. En vez de facturar agua, las agujas corren al revés y se ganan metros hídricos.

La cabeza aplastada. Con una prensa de sargento se ejerce presión en la cabeza del contador hasta que el sistema de medición queda inoperativo y el consumo de agua no computa. La herramienta se adquiere en tiendas regentadas por chinos por unos 5 euros.

Paco Alonso
La cabeza aplastada. Con una prensa de sargento se ejerce presión en la cabeza del contador hasta que el sistema de medición queda inoperativo y el consumo de agua no computa. La herramienta se adquiere en tiendas regentadas por chinos por unos 5 euros.
La cabeza aplastada. Con una prensa de sargento se ejerce presión en la cabeza del contador hasta que el sistema de medición queda inoperativo y el consumo de agua no computa. La herramienta se adquiere en tiendas regentadas por chinos por unos 5 euros.

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laverdad Sistemas para defraudar agua encontrados en Totana