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La multitud se concentró a la llegada de la virgen al santuario de Sierra Espuña.
Cuatro horas de fervor romero

Cuatro horas de fervor romero

Más de 18.000 devotos arropan a la patrona en el regreso a su santuario de Sierra Espuña; la restauración de su retablo se inicia esta semana

PACO ESPADAS

Jueves, 8 de enero 2015, 01:14

La patrona de Totana, Santa Eulalia de Mérida, regresó ayer a su santuario de Sierra Espuña arropada por más de 18.000 devotos romeros. La talla de la conocida popularmente como La Santa, tras estar presente en todas las fiestas patronales y de Navidad en la iglesia de Santiago, ya está en su lugar de origen.

Sin embargo, está previsto que esta misma semana se inicie la restauración del retablo del santuario, por lo que la imagen regresará hoy de nuevo a la iglesia de Santiago, en donde permanecerá unos tres meses, el tiempo que duren las obras. Así lo anunció el consejero de Educación, Cultura y Universidades, Pedro Antonio Sánchez. En el último Consejo de Gobierno del pasado año se aprobó una partida presupuestaria para el arreglo del retablo mayor del santuario de Santa Eulalia por importe de 72.600 euros. «Se trata de madera de pino, de los más importantes de la Región y que data del siglo XVIII», indicó Sánchez.

Nueves paradas

La patrona de los totaneros hizo nueve paradas en el transcurso de las cuatro horas de duración del trayecto entre la localidad y el santuario. El dispositivo de seguridad estuvo compuesto por más de cincuenta efectivos de Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos y Cruz Roja, así como un importante número de agentes medioambientales. Tras la llegada a Sierra Espuña, los romeros asistieron a la misa de campaña concelebrada que se ofició en el atrio de la iglesia.

A partir de aquí, se inició otra romería, en este caso la gastronómica. El monte se llenó de paellas, embutidos y vinos de la tierra, que al son de la música de las rondallas puso la banda sonora que marcó el final de una romería que busca la declaración de Interés Turístico Regional.

Los orígenes de la peregrinación datan de 1777, año en el que Europa sufrió lo que se conoce como la 'pequeña glaciación'. Por aquellos años, la actual carretera todavía no existía, por lo que a los vecinos de la localidad les resultaba prácticamente imposible subir a rendir devoción a su patrona. Esto provocó que la talla se bajara a la localidad, dando inicio a la romería tal como se conoce en la actualidad.

La actual talla de Santa Eulalia de Mérida es una copia de la que existió originalmente, obra de Consoda Bravo, que desapareció durante la Guerra Civil. La devoción hacia la patrona llegó hasta Totana y Aledo en el siglo XIII, cuando el rey Alfonso X El Sabio entregó estas tierras a la Orden de Santiago, los cuales trajeron el fervor a La Santa a pueblos de la comarca.

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