El Taibilla pretende evitar la emisión de 84.000 toneladas de CO2 por desalar agua en la Región de Murcia

La elevada capacidad de producción de agua desalada en la Región de Murcia y Alicante, que alcanza los 270 hectómetros por parte de Acuamed y la MCT, acarrea unas emisiones teóricas totales de CO2 de 270.000 toneladas al año. Son unas cifras que crecerán los próximos años con la ampliación de las desaladoras de Acuamed, cuyos efectos prevé contrarrestar el Ministerio para la Transición Ecológica con plantas fotovoltaicas asociadas a las mismas.

El otro factor es el elevado precio del agua desalada, que se pretende rebajar con el uso de energías renovables, y provisionalmente con una tarifa subvencionada para la agricultura.

La desalación asegura grandes volúmenes de agua en el sureste peninsular, pero tiene un «doble efecto negativo; económico y ambiental», según queda reflejado en el plan estratégico de la Mancomunidad de Canales del Taibilla que lleva cabo para utilizar energías verdes y reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono en la captación, producción, transporte y almacenamiento.

El organismo estatal pretende evitar la emisión de 84.000 toneladas anuales de dióxido de carbono en el horizonte del año 2030, la mayor parte derivada de la desalación, y dejar de depender de la generación eléctrica contaminante. Destinará casi 200 millones de euros para construir trece nuevas plantas fotovoltaicas que se sumarán a las nueve que ya existen, como expuso la delegada del Gobierno en la MCT, Francisca Baraza, en el marco de las Jornadas de Ingeniería del Agua organizadas por la Unidad Politécnica de Cartagena. Las cuatro desaladoras para abastecimiento urbano conllevan una emisión teórica de 77.000 toneladas de dióxido de carbono, sobre un total de 96.000 toneladas derivadas del consumo energético de la MCT, que incluye las estaciones potabilizadoras y los grandes bombeos para distribuir el agua a más de 2,5 millones de personas en 80 municipios, una demanda que se eleva a los 3,5 millones en verano. Ello comporta una factura energética de 34,6 millones de euros al año, que la Mancomunidad prevé rebajar con las instalaciones fotovoltaicas.

El binomio agua-energía adquiere cada vez mayor relevancia. El plan estratégico para reducir la huella de carbono comenzó en el año 2019 y ha experimentado un impulso con la revisión y ampliación de los objetivos, focalizados en la reducción de emisiones en un 40%, así como al importe económico de la compra de energía. Las líneas de actuación son la implantación de más unidades de energías renovables, y la mejora de la eficiencia energética de los equipos e instalaciones.

Las nuevas fotovoltaicas proyectadas se construirán junto a las grandes potabilizadoras de Campotéjar y Sierra de la Espada, en el centro de la Región de Murcia. Otra estará en la impulsión de Torrealta, cerca de Orihuela, y el resto en los emplazamientos de las desaladoras de Alicante, San Pedro del Pinatar, Valdelentisco y Águilas. A su vez, Acuamed tiene proyectados tres grandes parques fotovoltaicos junto a sus desaladoras, el más importante en Torrevieja, donde se alcanzará una capacidad de 120 hectómetros anuales.

Canales del Taibilla tiene una red de distribución que alcanza los 507 kilómetros de canales cubiertos y 2.000 kilómetros de tuberías. Cuenta además con 58 elevaciones y 219 depósitos de diverso tamaño, para lo cual precisa un elevado consumo energético. De acuerdo con el Marco Estratégico de Energía y Clima, España deberá alcanzar antes de 2050 la neutralidad climática, y el sistema eléctrico deberá estar basado exclusivamente en fuentes de origen renovable.