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El Morales Meseguer dispone desde esta semana de una unidad de litotricia que permitirá a la sanidad pública regional comenzar a asumir este tratamiento frente ... a los cálculos renales. La litotricia extracorpórea por ondas de choque ha ido ganando terreno en los últimos 25 años gracias a su eficacia y su carácter no invasivo, pero el Servicio Murciano de Salud (SMS) carecía hasta ahora de esta tecnología. Esto obligaba a derivar a clínicas privadas a entre 350 y 450 pacientes cada año.
La nueva unidad del Morales Meseguer será de referencia regional, aunque de momento está aún en fase de rodaje. Por ahora, atenderá a los pacientes del área VI y a los del Altiplano, aunque con la vista puesta en cubrir en un plazo de uno o dos años a toda la comunidad, según las previsiones del SMS. «Tendremos capacidad de sobra, podemos llegar a 690 sesiones anuales», explica Tomás Fernández, jefe de Urología del Morales Meseguer. La inversión asciende a 591.000 euros. Además de la adquisición del equipo necesario, se han adecuado los espacios para la nueva unidad, situada en la cuarta planta del hospital.
La Región de Murcia era la única comunidad que aún no contaba con esta prestación en sus hospitales públicos, subraya el jefe de Urología del Morales Meseguer. Ahora, por fin, se corrige ese déficit.
La litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) permite pulverizar los cálculos renales sin necesidad de cirugía, en sesiones de unos 45 minutos. Aunque las técnicas quirúrgicas son cada vez más precisas, implican cierto grado de agresión al tejido renal, que se evita con la litotricia. Además, al liberar quirófanos se reduce lista de espera. Eso sí, no todos los pacientes son candidatos al tratamiento, aclara Tomás Fernández.
El primer paso, una vez preparado el paciente, es la localización mediante radioscopia del cálculo, que puede estar ubicado desde el riñón hasta prácticamente la vejiga. Esto permite dirigir con precisión exacta las ondas de choque, que van destruyendo la piedra. Los restos son expulsados posteriormente por la orina. En la mayor parte de los casos no se requiere de anestesia. Todo el proceso se sigue y controla desde una sala por parte del médico y de José Antonio Murcia, el enfermero de la unidad.
Una decena de pacientes se han sometido ya a este tratamiento en los primeros días de esta nueva unidad. Aquí se atenderán tanto procedimientos programados como urgencias derivadas desde cualquier hospital de la Región, «en un plazo inferior a las 48 horas».
La incorporación de la litotricia extracorpórea por ondas de choque al sistema público no solo puede suponer un aumento del número de pacientes que se beneficien de este procedimiento, sino que aportará «mejoras en cuanto a continuidad y coordinación asistencial», en el «manejo de la información del paciente» y en la docencia, ya que los médicos internos residentes (MIR) podrán formarse en esta tecnología.
Los cálculos renales son pequeñas piedras que se forman en los riñones a partir de sales y minerales, como calcio. Provocan un intenso dolor cuando obstaculizan las vías urinarias. Una dieta con exceso de sal puede contribuir a la formación de estos cálculos. «Para prevenirlos hay que beber diariamente dos litros y medio, o tres, de agua, reducir la ingesta de sal y cuidar los hábitos de vida», explica Tomás Fernández, jefe de Urología del Morales Meseguer. La prevalencia de enfermedad litiásica urinaria se ha incrementado un 10,6% en mujeres y un 7,1% en hombres en los últimos años, hasta situarse en unos 300 casos por cada 100.000 habitantes.
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