Secciones
Servicios
Destacamos
Pablo Fernández es un veterano de la sanidad murciana. Tras impulsar la creación de Satse en la Región dio el salto a la política. Fue director de Atención al Ciudadano en tiempos de María Teresa Herranz y pasó también por Medio Ambiente. Dejó la primera ... línea para volver a La Arrixaca como director de Enfermería y, desde 2019, es vicesecretario autonómico de Satse.
–La Región de Murcia es la comunidad con menor número de enfermeros en relación a sus habitantes, según los datos publicados la semana pasada por el Consejo General de Enfermería. ¿Por qué este déficit? Se arrastra desde hace años.
–El Insalud tenía su propia normativa, que establecía cuál era la ratio de enfermeros que tenía que haber en una UCI o en una planta. Desde esa época, la demanda ha ido creciendo, evidentemente. También el número de profesionales, pero sin ningún criterio homogéneo. La plantilla ha crecido por distintos intereses: porque una gerencia tenía más poder o porque había más presión de un grupo social o de un sindicato. Se ha crecido con una heterogeneidad bestial entre comunidades mejor y peor financiadas y, dentro de las propias comunidades, entre áreas de salud. Desde el sindicato recogimos 650.000 firmas para que se haga una ley de ratios que marque unos mínimos. Pero esa ley no se ha hecho, la está bloqueando el Partido Socialista.
–¿Hay desigualdades en la Región de Murcia entre áreas de salud?
–Dentro de la Comunidad, nos encontramos con que una planta de 36 camas de un hospital puede tener una plantilla inferior a una planta de 22 camas de otro hospital, aunque en ambos casos se atiendan las mismas patologías. No tiene sentido, pero nadie se ha planteado hacer un plan de recursos humanos. Esto ocurre a nivel regional. A nivel nacional, pues ya ha visto los datos publicados. Tenemos unas diferencias de casi el 30% o el 40% [en las ratios] si nos comparamos con otras comunidades. Con respecto a Europa, del 50%. ¿Es una sanidad de peor calidad en comparación con otras comunidades? Seguramente no, pero el esfuerzo que tienen que hacer los profesionales es muy superior.
–Hay muchas quejas por el atasco en la baremación de las bolsas de trabajo y de los méritos en las ofertas públicas de empleo del Servicio Murciano de Salud. ¿Cuál es la situación?
–El personal administrativo del SMS está haciendo todo lo que puede, lo da todo. Pero hay una cuestión que se ha convertido en estructural, cotidiana: es el caos que se produce cada vez que se publica una bolsa o cada vez que se hace contratación. Son miles de personas las que se apuntan y los baremos son muy complejos, habría que simplificarlos. El número de errores es altísimo. Eso no sería un problema si hubiese tiempo para subsanarlos. El problema es que siempre se publican las bolsas a las puertas de las contrataciones de verano. Esto supone el caos, el nerviosismo, el estrés. Ahora hay una situación similar con la contratación. ¿Dónde está el problema? En que no se puede tener unas plantillas con más de un 40% de eventualidad. Ahora hay que renovar 1.227 contratos en Enfermería.
–Eso es un reflejo de la falta de estabilidad que hay.
–El mayor problema que tenemos nosotros, supongo que a nivel nacional también, es que no hemos estabilizado las plantillas durante mucho tiempo. No lo llego a entender. Hemos tratado el tema con los dos consejeros de Hacienda y de Salud que ha habido en esta legislatura, y a todos les parece coherente estabilizar las plantillas. No tiene sentido no hacerlo, porque el interino y el contratado generan el mismo gasto: tienen el mismo derecho a trienio, a carrera... A fecha de hoy, se nos sigue diciendo que sí, que se va en la línea de estabilizar, pero el problema es que, una vez más, volvemos a tener que renovar 1.227 contratos eventuales. Todos esos profesionales, algunos de ellos con 12, 14 o 15 años de trabajo, se ven otra vez sometidos a la inestabilidad de no saber si van a renovar en el mismo centro, en el mismo ámbito o si van a tener que cambiar de localidad.
–Todo esto ocurre cuando está en marcha una nueva OPE de estabilización. ¿Se ha perdido la oportunidad de incluir más plazas en la convocatoria para estabilizar a más plantilla?
–Llevamos tres años y medio para resolver la OPE de estabilización anterior, algo para lo que no hay calificativos. Si la tuviésemos resuelta tendríamos más de mil plazas [en Enfermería] ya estabilizadas. Pero, aparte, tenemos todos aquellos contratos que llamamos estructurales, puestos que obedecen a que el sistema ha ido creciendo. Hay personas que están cubriendo esas plazas, a veces desde hace diez años, y no tienen todavía opción a una interinidad. Hay en torno a 700 contratos eventuales estables que tendríamos que haber transformado en plantilla.
–¿Qué análisis hace de la situación en Primaria? Hay muchas quejas por la saturación.
–Primaria tiene una demanda altísima. Tenemos una población cada vez más envejecida y más demandante y, sin embargo, la dotación de plantillas y recursos no ha sido acorde con ese envejecimiento. Si además queremos hacer una sanidad de calidad, no se trata solo de esperar la demanda, sino de hacer mucha prevención, mucho control de las patologías crónicas. Eso no se puede hacer con los mismos efectivos de hace veinte años. Es verdad que en los últimos años, como consecuencia de la Covid, se han puesto de manifiesto algunas de esas carencias y se han hecho algunos esfuerzos. Se ha dotado de más médicos y más profesionales de Enfermería los centros de salud, pero eso no ha garantizado unas ratios adecuadas.
–Habla de la Covid, de cómo ha dejado en evidencia carencias. Un reciente estudio publicado en 'The Lancet' pone en duda que se haya aprendido la lección. Se siguen sin tomar las medidas necesarias, según muchos expertos.
–Yo creo que no hemos aprendido nada. Hace dos años escribí un artículo, 'Heroínas invisibles', y decía esto mismo: se ha puesto de manifiesto que el cacareado sistema sanitario, magnífico, hace agua por todos sitios como consecuencia de una pandemia que ha sido muy grave. El problema de esto es si aprenderemos y seremos capaces de tomar medidas, o volveremos desgraciadamente al mismo sitio, a mirar nada más que la cuestión economicista, a no resolver nada. Lo primero que se han planteado las administraciones no es estudiar las carencias, mejorar. No, ha sido comprobar cuántos contratos Covid se hicieron para ponerles fin.
–Se ha producido un importante aumento de las listas de espera. Las demoras siguen muy por encima de las que se registraban antes de la pandemia y no parece que el problema se esté consiguiendo resolver.
–Una parálisis como la que ha supuesto una pandemia de este tipo crea una retención. O se hace un plan específico o va a ser muy difícil eliminar el embotellamiento que se ha producido durante estos años. Hay situaciones sangrantes. La patología urgente se va resolviendo, pero hay muchas patologías que son muy invalidantes para muchas personas, que les impiden tener una calidad de vida y cuya atención se ha demorado de manera importantísima.
–¿El modelo actual, de gerencias únicas de área, está funcionando?
–Los modelos no son ni buenos ni malos, la cuestión es que haya liderazgo y conocimiento y que seas capaz de implicar a los profesionales. Si el modelo de las gerencias únicas ha llevado a que la Atención Primaria quede quizá en un segundo plano, eso no crea un nivel de satisfacción que favorezca que Primaria funcione. Pero el problema no debería ser la gerencia, sino que sus profesionales hayan perdido ese protagonismo dentro de la estructura.
–Habla de liderazgo. ¿Ahora no lo hay?
–Ha habido personas muy concretas que han tenido un liderazgo importante, que han hecho cosas. Yo no digo que quienes están ahora sean mejores ni peores, pero tengo la sensación de que falta ese liderazgo. Vengo demandando a los distintos responsables que nos sentemos, que hagamos un pacto por la sanidad en Murcia. Vamos a ver qué podemos hacer, vamos a desarrollar iniciativas que hagan que los profesionales se sientan más valorados y más parte del sistema.
–¿Quiénes son esas personas que demostraron liderazgo?
–Hubo una consejera que fue la más implicada con los profesionales, la que consiguió mejores resultados, tanto a nivel de recursos materiales como humanos. Fue Maite Herranz. Yo trabajé con ella [como secretario autonómico de Asistencia al Ciudadano]. Si pregunta a los profesionales, creo que está claro.
–¿Cómo ve la situación en el Colegio de Enfermería, con una junta provisional desde hace cuatro años?
–Es una institución y, como sindicato, no entramos. Como Pablo Fernández, entiendo que no se puede seguir con esta situación. Tiene que haber unas elecciones transparentes y que participen los profesionales.
–En 2012, fue candidato al Colegio. ¿Se volverá a presentar?
–No. Ganó Amelia Corominas por distintas circunstancias, y muy bien. Uno tiene que saber ganar y perder. Ahora hay gente mucho más joven y con más capacidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.