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Dos enfermeros transportan a un paciente en camilla, en el hospital Reina Sofía. Martínez bueso
Una segunda ola más mortal que la primera

Una segunda ola más mortal que la primera

Las perspectivas son negras, porque la presión hospitalaria no deja de aumentar y el goteo diario de muertos en la Región se acelera día a día

Domingo, 1 de noviembre 2020, 13:08

Cuando la Región dejó atrás la primera oleada de la pandemia para entrar con alborozo en la eufemística 'nueva normalidad', lo peor parecía haber pasado. Pero no era así. Los hospitales afrontan ahora una situación mucho más complicada, con sus UCI llenas de pacientes de Covid. La segunda oleada supera ya a la primera en número de muertos. Desde junio han fallecido por coronavirus 176 personas en la Región, frente a las 150 que perdieron la vida entre marzo y el comienzo del verano, según datos de la Consejería de Salud.

Lo peor es que el goteo diario de muertos se acelera. El viernes se batió un nuevo récord, con once fallecidos –de entre 53 y 96 años– en una sola jornada. En la última semana han muerto 41 personas por Covid, frente a las 28 de la anterior. Desde el 1 de octubre, el número de defunciones por la pandemia supera el centenar. Las perspectivas son negras, porque la presión hospitalaria no deja de aumentar –ya hay más de 500 infectados ingresados–, y el ritmo de contagios se ha disparado.

La Covid, advierten los expertos, sigue siendo igual de agresiva que en la primera oleada. El SARS-CoV-2 registra muchas menos mutaciones que el virus de la gripe, y las producidas hasta ahora no parecen haber atemperado ni potenciado su capacidad letal. Si ahora hay más muertos en la Región es porque se están produciendo más contagios, como demuestra la situación en los hospitales.

En el incremento de muertes empieza a influir también la mayor edad de los pacientes infectados. Durante el verano, el virus encontró un caldo de cultivo perfecto para expandirse en los encuentros sociales de jóvenes y en el sector agrario, con trabajadores también mayoritariamente jóvenes o de mediana edad. «Las personas mayores se han cuidado más, y sufrían menos contagios», recuerda Miguel Fernández Vivas, presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Intensiva (Somiuc). Pero el escenario está cambiando y se parece cada vez más al de la primavera, cuando la Covid se cebó con la población mayor y, muy particularmente, con las residencias de ancianos. De nuevo, los brotes se suceden: desde Ballesol, en Molina de Segura, a las residencias de Campos del Río o Villanueva del Río Segura. A principios de octubre, los pacientes menores de 60 años representaban menos de la mitad de los ingresados por Covid en los hospitales. En las dos últimas semanas, suponen el 54,7%.

Más letalidad con la edad

Según la estadística de Salud, el 0,5% de quienes se infectan fallecen, cuando en la primera oleada la letalidad alcanzaba el 7%. Esto obedece al incremento de PCR frente al gran infradiagnóstico durante los meses de marzo y abril, cuando solo se realizaban pruebas a los casos graves.

La letalidad avanza con la edad, y supera el 8,1% entre los mayores de 80 años. Pero esto no significa que los jóvenes o las personas de mediana edad no puedan sufrir complicaciones graves o incluso fallecer. Desde el 10 de mayo han ingresado 803 personas menores de 50 años por coronavirus, de las que 88 han terminado en la UCI. Se han registrado tres fallecimientos en la franja de edad de 30 a 39 años, y otros dos entre la población de 40 a 49.

Todavía queda mucho por conocer del virus, pero los estudios apuntan a que puede haber factores genéticos que expliquen por qué hay jóvenes que desarrollan cuadros muy graves mientras otros casos son asintomáticos. De hecho, dos equipos murcianos, uno liderado por Enrique Bernal en el Reina Sofía y otro por Encarna Guillén en La Arrixaca, están investigando en este campo.

Una diferencia clara con respecto a la primera oleada es la mejora en el manejo de los pacientes, con el uso de corticoides y otros fármacos. Pero un colapso hospitalario podría tener efectos sobre la letalidad, alerta Miguel Fernández Vivas. «Cuando el sistema está desbordado, no se puede atender igual a los pacientes. Ocurre igual en Primaria, no puede ser igual la atención si tienes 90 pacientes en una mañana». Al virus, advierte Fernández Vivas, hay que pararlo antes de que lleguemos a esa situación, y eso solo se podrá lograr con la ayuda de todos.

La mortalidad crece más allá de la Covid

Las cifras oficiales de muertos por Covid no reflejan hasta dónde llegan los efectos de la pandemia. Durante la primera oleada, el Instituto de Salud Carlos III detectó 265 muertes más de las esperables para esa época del año en la Región, frente a los 150 fallecidos por Covid que recogía la estadística de la Consejería. Un informe del CES achacó esa diferencia al infradiagnóstico.

En esta segunda oleada, el Carlos III ha vuelto a detectar un exceso de mortalidad, pero los datos más preocupantes los arroja el Instituto Nacional de Estadística (INE). Desde agosto se han producido 400 muertes más de las registradas, de promedio, en los últimos cuatro años. Se trata de un exceso de casi el 20%, difícilmente atribuible en su integridad al coronavirus. La pandemia, advierten los médicos, está también provocando un aumento de muertes por otras causas.

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