Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Un bajón del 70% de la clientela en las terrazas y cancelaciones de reservas en los restaurantes. Esa ha sido la primera consecuencia del ... aviso que realizó el Gobierno regional de posibles medidas restrictivas ante el rebrote de Lorca. Un nuevo foco que, de momento, deja 19 casos positivos (tres en el día de ayer). El miedo al contagio ha comenzado a cundir entre los lorquinos que han dejado de forma mayoritaria de acudir a los bares.
Ángel Puche, propietario de la cafetería Alblanca de la plaza de Calderón, una de las más concurridas del centro, explica a LA VERDAD que «la gente está muy asustada». Este empresario se lamenta porque, «a las ocho de la tarde, normalmente no hay una mesa libre, pero desde el lunes la plaza está casi vacía». Y recalca que «el daño ya está hecho».
En la plaza de los Condes de San Julián, José Alcaraz, gerente del bar Primos, relata un escenario similar de estampida de clientes. «La gente tiene miedo. Sale lo justo», explica. «Hemos vuelto a la situación de marzo, pero con una mascarilla en la boca». Las cancelaciones también han llegado al restaurante Casa Roberto, en la calle Corredera, donde el teléfono ya ha sonado para anular reservas, aseguró ayer uno de sus trabajadores.
Cuando las autoridades confirmaron el lunes los 16 primeros casos del brote de Lorca, todas las miradas giraron hacia el establecimiento Lorca Plaza Cool Beat, en pleno casco histórico, al que apuntó la rumorología de las redes sociales desde el principio como el foco de los contagios. Su propietario, Jesús Abellaneda, también presidente de la asociación local de hosteleros Hostelor, emitió ayer un comunicado confirmando dos casos positivos entre los trabajadores. Una de las empleadas contagiadas conoció el positivo tras haber finalizado la relación laboral con la compañía.
La gerencia tuvo conocimiento del contagio el 24 de julio, aunque el local estaba cerrado desde el día 20, «de acuerdo con la planificación anual de la empresa». En ese momento, se activó el protocolo de seguridad y se dio aviso a las autoridades sanitarias para realizar la prueba PCR a todos los trabajadores. Los locales del grupo han sido desinfectados, aunque la empresa remarca que los contagios de sus empleados se han producido en el ámbito privado y no en el laboral.
A última hora de la tarde de ayer, Salud confirmaba que el Servicio de Epidemiología estudiaba un brote relacionado con el ocio nocturno. «Hasta el momento hay 10 personas con PCR positiva» relacionadas con la actividad de los pubs Plaza y La Confitería el fin de semana del 18 de julio. También avanzaban que Salud Pública ordenaría hoy el cierre de ambos locales.
El sector del turismo se va a resentir del rebrote, se produzcan o no nuevos casos. Además, el Ayuntamiento decidió ayer por la tarde cerrar el Castillo a las visitas, suspender las rutas turísticas guiadas y mantener solo abiertos los tres puntos de información turística de la ciudad. En la fortaleza medieval, únicamente abrirá el restaurante Las Caballerizas del Castillo, que cuenta con el sello de 'Hostelería Segura'.
En un comunicado, el Consistorio informó de la «suspensión temporal» de las visitas organizadas por la Concejalía y el consorcio Lorca Taller del Tiempo, para «favorecer la prevención y evitar riesgos innecesarios, tanto para lorquinos, turistas y visitantes como para el personal».
Las medidas incluyen el cierre temporal del Castillo de Lorca, así como las torres Alfonsina y de El Espolón, los aljibes y la sinagoga, y la exposición permanente del centro de visitantes en La Merced.
Noticia Relacionada
Mejor suerte que el sector del ocio, la hostelería y la restauración ha tenido el de la alimentación, que ha experimentado un repunte en las ventas vinculado a las noticias de un posible regreso de Lorca a la Fase 1 del confinamiento. Teresa Fernández, reponedora del supermercado La Báscula, cuenta a LA VERDAD que las ventas de productos como carnes y leche han crecido a niveles similares a los del estado de alerta. «Hemos comprado más género, al ver que aumenta el volumen de ventas. La gente se está preparando y nosotros también».
Vanesa Mula, que trabaja en la carnicería familiar Magdalena, en el barrio de San José, iba a cerrar por vacaciones el sábado, pero el rebrote y la posibilidad de que la ciudad vuelva al confinamiento le han hecho poner esos planes en 'stand by', como a otros lorquinos que no saben si podrán ir a sus segundas residencias en la costa.
El lunes, el Ayuntamiento lorquino ya dio un paso al frente y ordenó el cierre de pistas deportivas y la clausura de parques y jardines, entre otras medidas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.