Santomera pide cambiar su tramo urbano de la 'autovía del bancal'

Se trata de crear una vía rápida con una longitud algo menor y que, si bien implicaría sacrificar el objetivo autonómico de tener una conexión casi directa entre la autovía A-7 y San Javier, aportaría «otras muchas ventajas», aseguró ayer a LA VERDAD el alcalde santomerano, Víctor Martínez. El regidor recordó que la 'autovía del bancal' solo une, en la actualidad, San Javier con la pedanía murciana de Zeneta y que la ejecución de los otros tres tramos hasta la A-7, a su paso por el municipio de Santomera, no deja de acumular demoras.

Martínez explicó que, según se desprende de un estudio encargado por su equipo, la denominada «propuesta de trazado de vía rápida por el oeste de Santomera» tendría un coste de unos diez millones de euros. Esta cantidad supone en torno al 60% de los 25 millones de euros que la Administración regional calculó en el año 2021, y que habría que actualizar al alza por el encarecimiento de los precios.

El diseño de vía rápida que el regidor santomerano (ex secretario general de la Consejería de Medio Ambiente) pondrá sobre la mesa del nuevo consejero de Fomento e Infraestructuras, José Manuel Pancorbo, aprovecharía la mayor parte del trazado previsto para el llamado tramo III de la 'autovía del bancal'.

La nueva carretera, que tendría dos carriles por sentido y un carril bici, enlazaría la carretera N-340, entre el Monte de las Brujas o Sierra del Tío Jaro y la Sierra de Balumba, con una rotonda cercana al acceso a la A-7 (Murcia-Alicante). De esta forma, se suprimiría la construcción de la parte de la RM-1 que iba a atravesar la Sierra de Balumba y, con ello, la parte «más cara y con mayor impacto paisajístico» del proyecto original: un falso túnel.

La circunvalación y la RM-1, de la que solo se construirían los tramos I y II (Zeneta-Alquerías y Alquerías-Santomera, respectivamente), estarían separados por unos 2 kilómetros. Para ir de una carretera a la otra habría que circular por la N-340 y por la RM-303, la vía que enlaza Santomera con El Raal y Alquerías.

Víctor Martínez, que gobierna con mayoría absoluta desde junio, hizo hincapié en que la opción planteada desde el Consistorio supondría «un gran ahorro para las arcas públicas; una reducción de los plazos de ejecución, ya que las obras de esta 'vía parque' se podrían iniciar a corto plazo; la disminución del notable tráfico pesado que sufren los vecinos en el casco urbano, sobre todo en la carretera de Abanilla (RM-414); y la reducción del impacto visual que supondría el paso de la RM-1 por la Sierra de Balumba, un lugar donde además hay un importante yacimiento arqueológico de época íbera».

El primer edil avanzó que planteará al consejero Pancorbo –de Vox y al que ya ha pedido formalmente una reunión– una fórmula legal que dé encaje a la propuesta de la vía rápida en el proyecto de la RM-1. Se trata de que la ejecución del proyecto de la circunvalación de Santomera sea incluida como «una mejora del proyecto del tramo I» de esta autovía autonómica, que empezó a construirse en el año 2007 y cuyos actuales 29,4 kilómetros fueron inaugurados en el año 2009.

Las obras entre Zeneta y San Javier supusieron una inversión de 112 millones de euros, financiados por la Comunidad Autónoma y con fondos Feder de la Unión Europea. Y, en virtud de un convenio entre la Administración regional y el Gobierno central, este último asumió el coste de las expropiaciones de terrenos y de la ejecución del resto de la carretera, para que llegara hasta Santomera: otros 112 millones de euros.

Sin embargo, los retrasos en la entrega del dinero por parte de Madrid, en medio de discrepancias políticas entre las dos administraciones respecto a este proyecto, han ido alargando su culminación. Y ello, a pesar de que la RM-1 fue concebida, entre otras cosas, como un eje vertebrador de la Región de Murcia entre el Altiplano y el Mar Menor, pues debía complementarse con una vía entre Santomera y Yecla.

Para desencallar el proyecto, al menos en parte, en marzo de este año la Consejería de Fomento pidió al Gobierno central el pago de casi 95 millones de euros pendientes. «Es la cantidad que aún se adeuda según el protocolo firmado por ambas administraciones en 2017, y es necesaria para poder licitar las obras del tramo que une Zeneta con la RM-330, en Alquerías», indicaron entonces desde la Consejería de Fomento, que dirigía José Ramón Díez de Revenga, del PP.

Además, con motivo de una reunión del Plenario del Pacto Social por las Infraestructuras de la Región, que firmaron 42 entidades, el entonces consejero añadió que las primeras transferencias nacionales sirvieron para acometer las expropiaciones y la redacción de los proyectos. A finales del año 2022, indicó, se efectuó un traspaso de 4 millones, que permitieron terminar de pagar las expropiaciones. «El proyecto del tramo I ya está terminado, y solo falta que se disponga de crédito con el dinero que debe el Estado para poder proceder a su licitación», señaló Díez de Revenga.

Asimismo, destacó que el acuerdo sobre la 'autovía del bancal', que rebautizó como autovía de Beniel, «servirá para completar la vertebración viaria regional y aliviar el tráfico de las autovías A-30 y A-7 en el entorno de la ciudad de Murcia, y supondrá un itinerario alternativo a la autovía del Mar Menor». Asimismo, enmarcó el impulso a la RM-1 en un plan de infraestructuras que incluye la vía de alta capacidad de la Bahía de Mazarrón y la autovía Lorca-Caravaca.

Este diario preguntó ayer al Gobierno regional y al Ministerio de Transportes por el estado de las tramitación administrativa de los tres tramos pendientes y por las transferencias del dinero. Sin embargo, no hubo respuesta ni de la Consejería ni del Ministerio, que dirige en funciones Raquel Sánchez (del PSOE).

Una dificultad añadida para acabar la 'autovía del bancal' es que en los Presupuestos Generales de Estado de este año 2023, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), con el apoyo del PSOE y Unidas Podemos, logró suprimir una partida de 2 millones de euros reservada para este proyecto. El dinero fue desviado a la Diputación Foral de Álava, para construir un puente sobre el río Zadorra.