Salud ultima con años de retraso los primeros protocolos para que las enfermeras puedan prescribir fármacos en la Región de Murcia

La guía de indicación enfermera en heridas es la más antigua de todas. Permite que los profesionales puedan recetar a sus pacientes determinados productos que contienen antibiótico, entre otros fármacos. Data de 2020, pero el SMS ha tardado cuatro años en elaborar su propio protocolo, un paso imprescindible para que las enfermeras de la Región puedan ampliar sus competencias y recetar estos productos con seguridad jurídica.

La mayoría de comunidades van por delante de Murcia. Andalucía no solo dispone desde hace tiempo de sus propios protocolos en heridas, úlceras y quemaduras, sino que también ha desarrollado ya los documentos necesarios para la prescripción enfermera en anticoagulación, hipertensión y diabetes. En estos casos se trata, fundamentalmente, de que los profesionales puedan ajustar las dosis en función de los resultados de los controles.

El proceso está siendo lento en toda España, pero además de Andalucía, también Madrid, Galicia, Cataluña, Asturias, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria, Navarra y Comunidad Valenciana han publicado ya algunos de los protocolos que desarrollan las guías que ha ido aprobando el Ministerio.

La Región de Murcia se suma ahora con sus tres primeros protocolos, centrados en el abordaje de heridas, úlceras, quemaduras y ostomías. Los documentos «están redactados y adaptados a nuestra Comunidad», y para ello «se ha contado con un grupo de trabajo multidisciplinar de profesionales del SMS», subrayan desde Salud. El objetivo era conseguir «unas instrucciones consensuadas», y de ahí que los protocolos hayan sido enviados «a diferentes colegios profesionales y asociaciones de profesionales sanitarios para que realizaran las aportaciones oportunas».

Su próxima publicación «supondrá una mejora en la atención sanitaria, aumentando la capacidad resolutiva de la Enfermería siempre dentro de sus competencias profesionales, y agilizando la atención a los pacientes», celebra el SMS. También se felicita por este paso Amelia Corominas, presidenta del Colegio de Enfermería de la Región. «Estamos al inicio del camino, pero ya hemos dado el pistoletazo de salida y en los próximos meses esto va a ser una realidad. Los tres protocolos son muy completos: indican perfectamente los circuitos y establecen claramente cuando hay que derivar al médico. Dan una seguridad tremenda», valora.

El objetivo no es solo reconocer las competencias de la Enfermería, sino sobre todo mejorar la atención a los pacientes, subraya. «Cuando un enfermero valora una herida, una quemadura o una úlcera, sabe cómo hay que curarla y qué productos necesita ese paciente. Mandarlo al médico a por la receta es un circuito innecesario».

En buena medida, la prescripción enfermera no hace sino dar seguridad jurídica «a lo que los profesionales llevan años haciendo», recuerda la presidenta del Colegio. No solo en lo relativo a las heridas o úlceras, sino también «en el ámbito de tratamientos complejos, como puede ser el ajuste de las dosis de insulina [en el caso de los diabéticos] o de anticoagulación».

El secretario general de SATSE, Pablo Fernández, lamenta la lentitud del proceso en la Región. «Fuimos la primera comunidad en comenzar a trabajar en la prescripción enfermera, pero por presiones aquello se paró y ahora somos los últimos», denuncia. «Casi todas las comunidades tienen sus protocolos en heridas, pero aquí no ha habido interés; falta voluntad», advierte. El representante de SATSE apunta a las reticencias de los facultativos, algo que niega el presidente del Colegio de Médicos, Francisco Miralles. «La Organización Médica Colegial (OMC) no ha puesto ningún problema a las guías de heridas o quemaduras, que fueron aprobadas por la Comisión de Farmacia del Ministerio», explica.

A lo que sí se opone el Colegio, avisa, es a la última de las guías elaboradas por el Ministerio, que habilita a las enfermeras a indicar antibióticos para infecciones del tracto urinario no complicadas en mujeres mayores de 14 años. «Estamos hablando de la prescripción de antibióticos», advierte. La OMC también recurrió las guías de hipertensión y diabetes.

Miralles denuncia que «el SMS no se ha dirigido al Colegio» para la elaboración de los protocolos que están a punto de aprobarse en la Región. «Lo normal es contar con todas las profesiones y entre ellas, indudablemente, con los médicos», lamenta. El Servicio Murciano de Salud niega sin embargo esta falta de comunicación. Fuentes de este departamento aseguran que se ha remitido «un 'email'» al Colegio.

El lento proceso para el reconocimiento de la prescripción enfermera comenzó con un Real Decreto que en 2015 otorgó respaldo legal a la indicación por parte de estos profesionales de productos sanitarios y fármacos no sujetos a prescripción médica. En 2018, una segunda normativa abrió la puerta a que las enfermeras pudiesen también indicar determinados medicamentos que requieren en principio de prescripción médica, siempre bajo unos criterios definidos en guías a consensuar en el seno de la Comisión de Farmacia del Sistema Nacional de Salud. Estos documentos se han ido elaborando paulatinamente -ya se han publicado nueve- y las comunidades deben adaptarlas a sus centros sanitarios con sus propios protocolos para que puedan aplicarse.

El segundo requisito que fijaba el Real Decreto es una acreditación previa por parte de las enfermeras para poder realizar estas indicaciones. Quienes suman al menos un año de experiencia profesional pueden acreditarse directamente, y el resto debe realizar un curso formativo. El SMS no publicó hasta enero de 2023 la resolución con el primer listado de profesionales acreditados.

Después de este paso se puso en marcha un proyecto piloto en el área de salud del Noroeste para que los profesionales pudiesen realizar la indicación de productos y fármacos a través del sistema de receta electrónica. El pilotaje «concluyó con éxito» y se ha facilitado el acceso a la receta electrónica a las enfermeras de Primaria en todas las áreas, explican desde el SMS. Sin embargo, de momento solo tienen habilitada la indicación de productos sanitarios y fármacos no sujetos a prescripción médica. Conforme se vayan publicando los diferentes protocolos se irá autorizando la prescripción de aquellos medicamentos contemplados en dichos documentos, siempre bajo los criterios que queden establecidos.

Ante la prescripción enfermera, las organizaciones médicas reaccionan con diferentes sensibilidades. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) se opuso en un comunicado a que las enfermeras puedan indicar antibióticos a mujeres mayores de 14 años con cistitis no complicadas. Mientras, el presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc), Jesús Abenza, se muestra partidario de que «la Enfermería asuma más responsabilidades» y de los «protocolos compartidos» en Primaria. Eso sí, «la responsabilidad última será del profesional de mayor cualificación».

La necesidad de una reorganización de la Atención Primaria, con un mayor peso de la Enfermería, lleva mucho tiempo sobre la mesa. Según recoge la estadística de la Consejería de Salud, los pacientes de la Región consultaron 5,7 veces a lo largo del año pasado con su médico de familia, y en 1,9 ocasiones con su enfermera. Las cifras reflejan una clara medicalización en un nivel asistencial en el que la educación en salud, el fomento del autocuidado y el seguimiento de los crónicos son aspectos clave. En otros países de nuestro entorno, como Reino Unido, la Enfermería tiene un mayor peso.

En todo caso, la presidenta del Colegio de Enfermería de la Región, Amelia Corominas, rechaza que la prescripción enfermera se pueda plantear como una medida para descongestionar las consultas médicas. «No se trata de quitar trabajo al médicos, es una herramienta para que podamos cuidar mejor de nuestros pacientes. Es un avance muy importante para los usuario y los profesionales», reflexiona.