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Las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad abordarán el próximo jueves en un Consejo Interterritorial que se prevé tenso el difícil verano que afronta ... el sistema sanitario por la falta de médicos con los que reforzar servicios vitales, como Urgencias. El departamento que dirige Mónica García ha emplazado a las comunidades a presentar sus planes al respecto, pero el consejero de Salud, Juan José Pedreño, ya ha respondido que «no se trata de enviar un plan», sino de que «el Ministerio cumpla con su obligación y diga qué solución da para que podamos contar con profesionales este verano».
El origen del conflicto está en la imposibilidad de contratar como médicos adjuntos a los MIR de Medicina de Familia que este curso terminan su periodo de formación especializada, ya que en lugar de finalizar en mayo, como es habitual, este año no lo harán hasta septiembre. Esto representa un problema porque Medicina de Familia es la especialidad que nutre de profesionales tanto a los servicios de Urgencias como a los centros de salud. Pero no se trata de un hecho inesperado, como recordó el propio Ministerio: «Todos conocen, desde hace cuatro años, la situación peculiar que se iba a producir este verano». Desde 2020, cuando esta promoción se incorporó con retraso por la pandemia, las administraciones ya sabían a qué se enfrentarían en 2024. El momento ha llegado sin que las Urgencias de la Región de Murcia estén preparadas para suplir esa ausencia de nuevos médicos especialistas.
La Consejería de Salud contaba con que el Ministerio adelantase por decreto la acreditación de estos MIR como médicos adjuntos, pero el Gobierno central lo ha descartado. Para el consejero Juan José Pedreño, esto evidencia que la ministra Mónica García «está en otras cosas, en otros menesteres, y no cumple con su responsabilidad».
La decisión del Ministerio, sin embargo, cuenta con el apoyo de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc). «No estamos a favor de acortar el tiempo de formación MIR. No son mano de obra, sino personal en formación con un programa formativo que hay que cumplir», advierte su presidente, Jesús Abenza.
Mientras Consejería y Ministerio se enfrentan, el malestar crece entre los médicos de Urgencias. La ausencia de MIR disponibles para su contratación este verano es un problema coyuntural, pero lo que subyace es un déficit estructural. La situación es «crítica», resume Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Reina Sofía y presidente de la Sociedad Murciana de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
Las gerencias de algunas áreas de salud han empezado a denegar permisos, reducciones de jornada y días de vacaciones a los médicos de sus servicios de Urgencias. El director gerente del área de Cartagena, José Sedes, habla abiertamente en estas resoluciones de la «insuficiencia de medios humanos para atender la demanda» durante este verano. Se trata de la ejecución de una medida ya anunciada que ha generado un enorme malestar en las plantillas, y que ha desembocado en protestas tanto en el Santa Lucía como en el Reina Sofía y el Rafael Méndez de Lorca.
El problema es especialmente grave en Cartagena. En las resoluciones en que está denegando permisos y reducciones de jornada, José Sedes recuerda que «mientras en los centros sanitarios de interior se reduce la demanda» en verano, «en la costa y en concreto en los hospitales de Cartagena se produce el efecto contrario» fruto del turismo. En concreto, la presión asistencial aumenta un 13% de media en los meses de julio y agosto en el Santa Lucía, si se toma como referencia el periodo 2017-2023. En el Rosell, el incremento es del 4%. Pero, además, las previsiones para este verano pasan por un aumento todavía mayor, porque en los primeros meses del año se ha detectado un repunte de la demanda. A día de hoy, no hay refuerzos disponibles ni para Cartagena ni para el resto de hospitales. «Los servicios centrales del Servicio Murciano de Salud nos han comunicado que las bolsas de trabajo de facultativos están vacías en este momento», señala José Sedes. En el verano de 2023 se pudo contratar a 8 médicos adjuntos «para dar cobertura a las solicitudes de vacaciones y otros permisos en periodo estival». Pero este año «no se dispone de facultativos para contratar».
Lo mismo ocurre en el Reina Sofía, donde el año pasado se cerraron seis contratos. En esta ocasión, solo se ha conseguido estabilizar a dos profesionales que cubrían guardias, y que han pasado a jornada completa.
Hay, en definitiva, menos posibilidad de reforzar unas plantillas que, además, están cada vez más mermadas por bajas fruto del agotamiento y el descontento, y por fugas a otros niveles asistenciales. «En el Reina Sofía tenemos siete huecos sin cubrir: tres permisos de maternidad, otras dos bajas, un profesional que se ha marchado al 061 y otro que se ha ido a La Arrixaca», desgrana Pascual Piñera. En un comunicado, el Sindicato Médico advirtió esta semana del «grave riesgo de una renuncia masiva» a los puestos de trabajo. Para Juan Crevillen, de UGT, la situación «se está haciendo insostenible».
Además de hacer encaje de bolillos con las vacaciones, los servicios de Urgencias reducirán el número de médicos por guardia durante julio y agosto. Esto supondrá más presión sobre los profesionales.
También Atención Primaria afronta un verano complicado. La Smumfyc prevé «cero refuerzos en la mayoría de los centros». «La tónica general será doblar consulta, asumir cupos de profesionales no sustituidos», explica el presidente de esta sociedad médica, Jesús Abenza. Hay, además, 85 plazas de Medicina de Familia y de Pediatría sin cubrir en los centros de salud. Son puestos creados el año pasado en el marco de la Estrategia de Mejora de la Atención Primaria (EMAP), pero siguen vacantes y, en muchos casos, ni siquiera han sido todavía ofertados. Salud explica que está preparando un concurso de traslados abierto y permanente.
Como en Urgencias, el problema en Primaria es la falta de profesionales disponibles para su contratación. Un informe del Ministerio de Sanidad publicado el viernes advierte de que el déficit se agravará hasta 2029. A partir de 2030, la tendencia comenzará a corregirse gracias al aumento de plazas MIR.
Los sindicatos siguen a la espera de conocer el plan de verano del Servicio Murciano de Salud (SMS). «Hay problemas y restricciones con las vacaciones. Los mandos intermedios nos transmiten que no hay dinero para sustituciones», advierte Juan Crevillen, secretario del sector de Sanidad de UGT. «El SMS aún no ha ofrecido información. Nos tememos que se hará todo a última hora y a salto de mata», apunta Antonio Martínez, secretario general del Sindicato de Profesionales de la Sanidad (SPS).
El sindicato Satse, que ya denunció la semana pasada una previsible «reducción» de los contratos, ha reclamado la convocatoria de la Mesa Sectorial de Sanidad y de las juntas de personal en las áreas. «El plan de verano sigue sin cerrarse porque el SMS quiere reducir los contratos de Enfermería, pero a las gerencias esto no les cuadra», avisa Pablo Fernández, secretario general de Satse. También Comisiones Obreras reclama una Mesa Sectorial y lamenta la falta de información.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, señaló esta semana que se «está trabajando de forma anticipada con las áreas de salud, como todos los años, y se informará oportunamente, como siempre se ha hecho». El SMS «pondrá todos los recursos necesarios para garantizar la asistencia santiaria», señaló.
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