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Rosa Peñalver (San Javier, 1954), primera mujer que presidió la Asamblea Regional y un referente dentro del PSRM hasta que decidieron prescindir de ... ella sin más explicación hace ya un año, reflexiona desde su casa de campo de Villajoyosa (Alicante), donde está pasando el estado de alarma, sobre la crisis sanitaria y la labor desarrollada por su partido, y critica la actuación de los políticos en la grave coyuntura actual y la pérdida de protagonismo de la Asamblea Regional.
-¿Echa de menos la política activa?
-Siempre he compatibilizado la política con la docencia, lo que hizo que la política no fuera toda mi vida. Pero es una actividad que te engancha porque tienes la capacidad de hacer cosas, de defender aquello en lo que crees. No estoy en primera línea, pero sigo en mi agrupación de San Javier, trabajando con ellos y haciendo cositas.
-¿Cómo ha pasado estos meses de confinamiento?
-En ese sentido soy una privilegiada por el lugar en el que me encuentro. Tres o cuatro días antes del confinamiento estuve en Las Torres de Cotillas dando una charla sobre la educación de la mujer a través de la copla en el centro de mayores y terminamos cantando, dándonos abrazos y comiendo bizcocho. Las autoridades ya recomendaban entonces llevar cuidado y al volver a casa decidí trasladarme a Villajoyosa y confinarme en el campo.
-Está aislada, pero no desconectada...
-Estoy muy preocupada porque esto va a ser tremendo. Después de las muertes, que es lo realmente duro, lo que viene ahora también va a ser muy grave. La pandemia es global, pero sus efectos son individuales. Los más débiles en la escala social lo van a pasar muy mal y los gobiernos tendrían que estar ya trabajando intensamente para colocar una red.
-Sin embargo, muchos de ellos han optado por la confrontación.
-Son como dos líneas paralelas que nunca se juntan. Por un lado, las preocupaciones y necesidades urgentes de la gente, y por otro, la discusión entre los políticos por ver quién actúa antes y mejor. Se requiere unidad para empujar todos fuerte en la misma dirección. No puede ser que la gente, con el problema que tiene encima, cuando pone la televisión vea esa imagen. Ni yo misma lo entiendo. Eso generará un desafecto hacia la política y los políticos que no beneficia a nadie.
-¿Le están decepcionando los políticos en la actual crisis?
-Sí, sobre todo por la estrategia de confrontación que están desarrollando en cualquier ámbito. No han sabido encontrar ese punto de confluencia necesario para alcanzar un acuerdo y un consenso. Así vamos mal. En este país, la política ha sumado en momentos muy difíciles. No puede ser que ante esta pandemia, única en la historia de España, no haya capacidad en la clase política para llegar a un acuerdo en asuntos que no son discutibles, como una vivienda y un trabajo dignos, la protección de los niños y de las víctimas de violencia de género.
Retirada de la primera línea «A día de hoy conmigo no ha hablado nadie del partido para explicarme por qué»
Parlamento autónomo «La actividad se ha reducido. Antes la gente miraba a la Asamblea porque allí se decidían cosas que afectaban a su vida»
-¿Cómo valora la actual actividad política regional?
-Esta legislatura es muy diferente a la anterior, en la que había capacidad de acuerdo y consenso pese a las diferencias. Esto nos permitió aprobar por unanimidad muchas leyes. Ahora tengo la sensación de que han entrado en una dinámica de confrontación. Veo que incluso dentro del mismo Ejecutivo hay gente que aprueba una cosa en el Consejo de Gobierno y luego en la Asamblea la modifica. También aprecio una reducción de la actividad parlamentaria. La comisión especial del agua, con lo importante que es este asunto para la Región, se constituyó en noviembre y aún no se ha reunido ni una vez.
-¿Ha perdido protagonismo político la Asamblea?
-Antes todo pasaba en la Asamblea, había comisiones funcionando sobre todos los temas que preocupaban a la sociedad. Ahora todas esas comisiones no existen. La gente miraba a la Asamblea porque allí se decidían cosas que afectaban a su vida. Cuando yo me fui la web de la Asamblea tenía 23 millones de visitas.
-Como vecina del Mar Menor, estará indignada con la situación de la laguna.
-Los ciudadanos cada vez están más alejados de la política como actividad que pueda resolver sus problemas. Con el Mar Menor me quedo sin palabras. No puede ser que a estas alturas estemos todavía pensando qué estudios hay que hacer para solucionarlo. La discusión sobre las competencias de cada uno para actuar es un insulto a la inteligencia. El Mar Menor es un tema de Fiscalía porque alguien tendrá que asumir la responsabilidad. Hablar se habla mucho, pero los problemas hay que abordarlos con propuestas concretas, intervenciones, acciones... Hay muy poquita gente que realmente actúa.
-¿Qué opinión le merece la actuación del PSRM en la crisis sanitaria?
-Ante esta emergencia sanitaria, el secretario ha hecho lo que tenía que hacer: ponerse al lado del Gobierno, ofrecer su ayuda y hacer propuestas de reactivación económica para después de la crisis. Hay que superar la crisis económica y social, las nuevas brechas que se van a abrir en la sociedad murciana, la escalada de desigualdad que se está produciendo...
-¿Y en su papel de primer partido de la oposición?
-Hay que evidenciar con una oposición fuerte y contundente todas las carencias del Gobierno regional, que son muchas. En multitud de ocasiones ha delegado parte de su responsabilidad en el Gobierno central, alegando que esperan sus instrucciones, como en el caso de los mayores. Sin embargo, ellos tienen las competencias plenas para abordar el problema de las residencias de mayores. Que las personas mayores estén aisladas no es inocuo. Hay que pensar en su salud mental, sus necesidades afectivas, su deterioro físico... Tienen hambre de cariño y quieren ver a sus familiares. Parece que estamos en los tiempos del ente preautonómico, pero no, la Región de Murcia es una autonomía plena. En esta Región hay mucho que hacer y, como oposición, tendremos que denunciarlo de manera firme, honesta, clara y con propuestas. Pero sobre todo con contundencia, porque si no los ciudadanos no nos entenderán.
-¿Alguien del PSRM le ha explicado ya por qué prescindieron de usted hace un año?
-No, a día de hoy conmigo no ha hablado nadie. Antes de las elecciones, el 8 de marzo del pasado año, Día de la Mujer, mi secretario general habló conmigo, y también con otras compañeras, y me dijo que no iba a ir en las listas. Le pregunté cuáles eran las razones y me dijo que no había ninguna razón. Ahí quedó la cosa. Entiendo que cada secretario general, en un momento dado, elige a las personas que considera más capaces o que le pueden ayudar más a ganar unas elecciones y a trabajar después en un equipo. Él estaba en su derecho de hacerlo y así lo hizo.
-¿Suele hablar con el secretario general del PSRM, Diego Conesa?
-En una primera fase hablaba más con él, coincidíamos en actos. Pero, debido al confinamiento, hace ya bastantes meses que no he hablado personalmente con él.
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