La Región sigue a la cabeza en obesidad infantil pese a reducirse las tasas

Así, el 34,5% de los niños murcianos de 9 años presentan obesidad, frente a un 21% de los niños navarros y aragoneses de esta edad, el 23,4% de los asturianos o el 25,7% de los catalanes. Entre las niñas, las diferencias son incluso mayores: el 30,4% de las murcianas de 9 años sufren obesidad, mientras en Aragón el porcentaje se queda en el 13,3%, en Cataluña en el 18,3% y en Castilla y León en el 14%.

De media, el 17,5% de los murcianos de entre 2 y 17 años son obesos, frente al 12,4% de los navarros y el 12,5% de los madrileños. Pero si a la obesidad se le suma el sobrepeso, el resultado es que el 38,2% de los niños murcianos superan los valores normales. Entre los 9 y 11 años, el porcentaje sobrepasa ampliamente el 50%.

Hay que tener en cuenta que en el estudio, publicado en la Revista Española de Cardiología, no se recogen datos de Canarias o Andalucía, otras comunidades que suelen presentar también tasas muy elevadas de sobrepeso. En concreto, los datos corresponden a seis territorios del norte de España (Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Navarra), a Madrid y a Murcia. Los investigadores, liderados por Jeroen de Bont, de la Fundación Instituto Universitario para la Investigación en Atención Primaria de Salud Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol) y la Universidad Autónoma de Barcelona, han buceado en dos enormes bases de datos de la red de Atención Primaria en las que de momento participan estas ocho comunidades.

En total, se ha analizado la información disponible de 2,5 millones de pacientes de entre 2 y 17 años, de los que 36.813 son de la Región de Murcia. El estudio concluye que, aunque la prevalencia de obesidad y sobrepeso «se redujo ligeramente en España entre 2005 y 2017, persisten las diferencias regionales, de sexo y edad». Los autores abogan por «comenzar los programas de promoción de la salud a una edad temprana» para abordar este problema, que es especialmente sangrante en Murcia. Las diferencias entre territorios pueden ser «un espejo de las disparidades socioeconómicas en España, donde las regiones menos industrializadas tienden a presentar niveles más altos de privación». Los niños de las áreas más deprimidas suelen consumir alimentos más calóricos y realizar menos actividad física, lo que incrementa el riesgo de desarrollar obesidad durante la infancia, recuerda el estudio.

María Dolores Hernández Gil, pediatra responsable de prevención de la obesidad infantil en el Servicio Murciano de Salud, coincide en este análisis. «En las zonas más deprimidas hay mayores tasas», advierte. Por ello, el abordaje debe ser «global», enfocado a la realidad de las familias. «Los hijos de padres con obesidad tienen ocho veces más probabilidades de sufrir este problema», subraya. En este sentido, el SMS está diseñando una ambiciosa estrategia, con formación a los pediatras, enfermeros y matronas para comenzar a prevenir el sobrepeso desde antes incluso del nacimiento.

Hernández-Gil y Beatriz Garnica, coordinadora de Pediatría del SMS, matizan algunos de los datos del estudio publicado en la Revista Española de Cardiología. «Las revisiones periódicas de peso se realizan a los 6 y a los 11 años. De ahí que la obesidad a otras edades, como los 9 años, pueda estar sobrestimada. Se recogen datos de niños a los que se pesa precisamente por presentar ese problema», explican.

Con todo, el estudio es muy valioso y confirma, en los datos globales, los resultados de investigaciones anteriores. La buena noticia es que la Región es una de las comunidades donde más descendieron las tasas de obesidad y sobrepeso entre 2005 y 2017. En concreto, la tasa de obesidad en niños de 2 a 5 años cae un 35,7%, cinco puntos más que la media de las comunidades analizadas. Sin embargo, la caída es menor en niños de 6 a 11 años (del 16,6%) y adolescentes (21,1%), advierte Domingo Pascual, jefe de Cardiología de La Arrixaca. La tendencia es similar en las niñas.

Las conclusiones del estudio, reflexiona, deben suponer una seria llamada de atención. «Hay que tener en cuenta no solo la obesidad, sino los altos porcentajes de sobrepeso». Son niños, señala, candidatos a desarrollar «diabetes tipo 2 en edades medias de la vida». La obesidad es «la gran epidemia» de las sociedades desarrolladas, y se traduce en altas prevalencias de enfermedades cardiovasculares.