La reforma universitaria obliga a rebajar la tasa de temporalidad al 20%

La reforma universitaria pretende poner coto a la temporalidad en las plantillas de docentes, en incremento constante desde que hace una década se pusieran límites a las ofertas de plazas. La ley establece que la tasa de temporalidad máxima debe reducirse a más de la mitad, del 40% actual (en la UMU incluso se supera ese porcentaje) al 20%. En la UPCT, los porcentajes de asociados y temporales son menores porque se trata de una universidad muy joven. El profesorado funcionario, por contra, debe subir del 51% de la plantilla al 55%. Se crea la figura de profesor sustituto para reemplazar a los fijos en permisos o bajas. La LOSU, según insistió ayer el ministro, pretende acabar con la precariedad laboral, estabilizar el sistema y rejuvenecer las plantillas, ya que la edad media de los doctores es de 40 años, y la de estabilización es de entre 45 y 46 años.

Para ello, se recoge que el profesorado con contrato laboral temporal no podrá superar el 20% en efectivos de la plantilla de personal docente e investigador (PDI). También se modifica la figura del profesor asociado, que ahora tendrá limitada la docencia a 120 horas, así como de la figura de profesor visitante, que se limitará la duración de su contrato a dos años. Esa limitación, temen los asociados de la UMU (más de 800 sobre una plantilla de 2.600), podría poner en peligro su permanencia en las universidades. «Nuestras condiciones no son buenas, pero aun así muchos asociados prefieren mantener sus contratos de 180 horas a que se les limiten; la solución es más compleja», lamentaba ayer una de las portavoces de la Plataforma de Asociados, Ana Aldaz.

El rector de la UMU, quien insiste en denunciar que «se han contratado asociados porque los recortes han impedido sacar plazas», remarca que la reconversión de esos puestos en estables pasa por «financiación y más financiación».

La ley diseña una carrera académica más estable y más corta. La idea es que en 10 años una persona que accede a profesor universitario se estabilice en el sistema: el candidato entra a la Universidad con contrato predoctoral de 4 años para hacer la tesis, y una vez acabada, podrá acceder a una de las plazas de contratado postdoctoral mediante un contrato de 6 años. Si al cabo de esos 10 años, el docente tiene acreditación para cualquier figura permanente, entonces pasará a formar parte del sistema.

Joan Subirats insiste, además, en la internacionalización, y obliga en la Ley a las comunidades a establecer estrategias para que el sistema universitario avance en este campo. Permite que el visado para alumnos extranjeros se conceda durante todo el tiempo que duren los estudios, no para cada año como ocurre ahora. Además, cuando estos alumnos acaben el grado o el postgrado, tendrán dos años para poder hacer prácticas o trabajar en España. «Es una forma de atraer talento», dijo ayer el ministro. También, con independencia de la fuente de financiación, toda la investigación hecha en las universidades públicas será de acceso libre y gratuito.

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