Los cultivos reducirían a la mitad su capacidad de absorber CO2 si se recorta el Trasvase para riego

Por cada hectárea de regadío del Trasvase que desaparezca en la cuenca del Segura se incrementarán entre 5 y 20 toneladas anuales las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, dependiendo del tipo de cultivo. Este dato fue expuesto este miércoles por el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la UPCT, Victoriano Martínez, quien apuntó que la zona regable del Trasvase es capaz de reducir y secuestrar 1,2 millones de toneladas al año de CO2, el equivalente a las emisiones que produce una población de 160.000 habitantes.

Si el Trasvase para riego se reduce a la mitad, las repercusiones se traducirían en la emisión de 600.000 toneladas a la atmósfera, al incrementarse la huella de carbono y disminuir la capacidad de retención de gases de efecto invernadero, apostilló.

Los primeros datos del estudio de la UPCT fueron presentados en abril de 2021 y recobran ahora importancia con el recorte programado de las transferencias del Tajo, según se puso de manifiesto en la reunión que tuvo lugar en la sede del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, a la que asistió el consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación, Juan María Vázquez.

El catedrático Victoriano Martínez explicó que están actualizando los datos del informe a raíz de la incidencia de los nuevos planes de cuenca, en especial el del Tajo. El estudio 'Balance de carbono de las zonas regables del Trasvase Tajo-Segura', elaborado por la Cátedra Trasvase y Sostenibilidad José Manuel Claver Valderas de la Universidad Politécnica de Cartagena, confirma la aportación de los cultivos regados por el Trasvase para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, recalcó Martínez.

«Cualquier actividad que favorezca combatir el cambio climático tienen que ser potenciadas», dijo. «Aunque la incorporación de agua desalada fuera del 100%, el regadío seguiría siendo un importante sumidero de CO2». La Cátedra sigue trabajando para determinar nuevas variables que «pueden ayudar a mejorar ese balance, como es la capacidad de los suelos para servir de sumidero de CO2 con distintos tipos de actividades agrícolas o de manejo de los cultivos». Cuando obtengan datos, se incorporarán al balance para tener cifras más actualizadas, precisó. Si se suman los regadíos que no son del Trasvase, y que representan una cantidad equivalente, esta cifra se elevaría al CO2 emitido por el 20% de la población.

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, recalcó que además del impacto medioambiental que causaría la pérdida de superficie de riego, se producirá la pérdida de miles de puesto de trabajo.

Anunció que se reunirá en breve también con el consejero de Economía, Hacienda y Administración Digital, Luis Alberto Marín; y con el titular de Educación, Formación Profesional y Empleo, Víctor Marín, porque el propio Plan de Cuenca y el Ministerio «amenazan con la destrucción» de empleo. Explicó que con esta reunión, el Sindicato inicia una labor de comunicación y trabajo en este línea. Recordó la merma de recursos del Tajo para el Levante. «Todos sabíamos que era primordial, desde una perspectiva económica, pero ya advertíamos hace dos años, con este informe, que había también una repercusión medioambiental». Apostilló que el Plan de Cuenca del Segura advertía de «daños medioambientales» en el caso de que finalmente se produjera la reducción del Trasvase. Recordó que dentro de cuatro años «vamos a estar inmersos en otra planificación hidrológica, y si se le mete un tajo al acueducto similar al que se le ha dado ahora, ya no seremos sumidero de CO2, sino que nos convertiremos en otra cosa».

Para el consejero Vázquez, el informe de la UPCT «muestra, desde la evidencia científica, el papel que está jugando la agricultura para frenar esa desertificación que, como consecuencia del cambio climático, avanza a pasos agigantados». Destacó que hay 55 millones de frutales en la Región que, en este momento, «están frenando estos procesos de desertificación». Consideró que este estudio «también demuestra el papel que ha tenido y tiene el Tajo-Segura desde un punto de vista medioambiental». «Si en la Región somos un gran sumidero de carbono desde el punto de vista de la agricultura, es gracias al Trasvase». Señaló que el Gobierno murciano va a participar en Bruselas en una sesión de la misión 'Suelos', los cuales contribuyen también a la captación de CO2.

Sobre el Mar Menor, el consejero apuntó que está a la espera de que el Ejecutivo de la nación deje de estar en funciones para seguir colaborando de forma adecuada para la mejora de la laguna. Dijo que su departamento presentará el informe anual del Mar Menor y recordó la inversión comprometida por la Comunidad para actuar en la laguna.

La Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura ha autorizado transferir para este mes 18 hectómetros cúbicos de agua para los abastecimientos y regadíos del Levante, dos menos de los 20 máximos que prevé la ley en el nivel 3 de excepcionalidad hídrica. Como avanzó LA VERDAD, el informe del Cedex indica que esta situación se mantendrá hasta fin de año, por lo que se pueden autorizar 20 hectómetros máximos por mes.

El Ministerio considera que «han mejorado las previsiones generales para el próximo semestre porque las aportaciones han sido superiores a las previstas». Durante la reunión de la Comisión de Explotación se puso de manifiesto que el año hidrológico 2022-2023 fue el primero completo tras el ajuste técnico de volúmenes trasvasables en situación de nivel 2. La Comisión concluye que esta disposición del recurso hídrico «ha aumentado la estabilidad del sistema del Trasvase respecto al escenario anterior, al bajar de 38 a 27 hectómetros cúbicos», indica el Ministerio.

La Comisión de Explotación considera que de no haberse realizado este ajuste, «el sistema habría caído este mes de octubre a nivel 4, lo que hubiese supuesto un trasvase cero, incluido un volumen nulo para abastecimiento urbano».

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