Borrar

Primero los mayores y los hombres

LA GUERRA DE LOS COVID ·

Fue la semana pasada, y no antes como hubiera sido deseable, cuando el Ministerio implantó un protocolo de aislamiento para residencias de ancianos

Miércoles, 25 de marzo 2020, 03:12

Vamos a por el episodio III. En este capítulo, les cuento por qué la mortalidad es tan elevada en España respecto a otros países como Alemania con casi los mismos casos. Una pregunta que no hace mucho el responsable de coordinar esta guerra no supo, o no quiso, responder.

Es bien conocido que los mayores y los hombres tienen mucho mayor riesgo. De hecho, en series internacionales, el 80% de fallecimientos son personas mayores de 65 años y la probabilidad de fallecimiento es 1 de cada 5 en mayores de 80 años. Los hombres tienen el doble de probabilidades de fallecer que las mujeres. El 70% de fallecidos son varones, según datos oficiales en Italia, similares a los de China. ¿Cuál es la explicación a la mayor agresividad del virus en mayores y hombres? Las hipótesis más aceptadas son: la mayor presencia de enfermedad cardiovascular y respiratoria, que son factores de riesgo, y una menor capacidad de defensa inmunológica. Esta última hipótesis explica la menor tasa de complicaciones en niños y jóvenes por presentar mayor respuesta inmune, como también ocurre en mujeres.

Si me preguntan por los datos en España, desde este domingo tenemos cifras por edades en una muestra incompleta de aproximadamente la mitad de casos, unos 19.000. Ahora sabemos que los pacientes con 70 o más años son el 50% de hospitalizados y el 41% de ingresados en intensivos, pero son el 90% de fallecidos. Respecto a la distribución por género, los datos muestran igual incidencia en hombres y mujeres, pero mayor mortalidad en hombres, que son el 64% de fallecidos.

Antes del domingo pasado, sin disponer de datos, viendo lo acontecido en las residencias de ancianos de Madrid, la conclusión también parecía clara. La mortalidad en España es muy elevada porque la afectación probablemente es muy elevada en personas mayores. De hecho, en países con uso precoz y amplio de test como Alemania, la media de edad en el total de afectados es de 46 años, similar a Corea, ambos con baja mortalidad; mientras Italia, liderando mortalidad, ha publicado una mediana de 63 años, casi veinte años más. En España, con datos de unos 19.000 afectados, la media está en 60 años, más cercana a Italia. Diferencias que no se explican por el grado de envejecimiento poblacional.

Por tanto, es probable que ni en Italia ni en España hayamos sabido proteger a la población más vulnerable. Y no me refiero a los hombres, me refiero a nuestros mayores. Esto duele en un país donde los mayores están en el centro de la familia, y donde en el plano político se han utilizado las medidas sociales y las pensiones como argumento de confrontación habitual. La protección de los mayores fue y sigue siendo fundamental en esta enfermedad, como el uso de test diagnósticos. Un diagnóstico precoz en jóvenes evita la transmisión hacia nuestros mayores, y un diagnóstico precoz en mayores ayudará a su aislamiento y al mejor seguimiento de la enfermedad, pues en ellos los síntomas leves de un día son graves 24 horas después. El colapso hospitalario también perjudica a los más débiles, que vuelven a ser los mayores. Podría seguir, pero solo quiero constatar que fue la semana pasada, y no antes como hubiera sido deseable, cuando el Ministerio implantó un protocolo de aislamiento para centros de mayores.

En el momento actual es imprescindible la protección de nuestros mayores, cada uno desde su ámbito debe tenerlo como responsabilidad propia. Se acuerdan de aquello de 'salvemos primero a los niños y las mujeres', pues olvídenlo, ahora toca 'salvemos primero a nuestros mayores', lo de los 'hombres' lo dejo para que cada uno decida.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Primero los mayores y los hombres