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ERIKA RAMOS
Martes, 10 de julio 2007, 12:17
Con la llegada del buen tiempo comienza el uso masivo de sistemas de aire acondicionado y, con éstos, la aparición de pequeños riachuelos en las aceras de las calles debido a que muchos aparatos, saltándose la ley, expulsan a la calle el agua que generan con total impunidad, lo que puede llegar a representar un peligro para los viandantes.
Dando un paseo por el casco antiguo de la ciudad es fácil encontrar calles donde esta infracción es evidente. En la calle Serrano Alcázar, por ejemplo, existe un aparato de aire acondicionado que arroja continuamente agua a la calzada, a pesar de que la tubería por donde descienden las gotas está cercana al suelo. El agua no sólo te salpica con fuerza en las piernas, sino que además los zapatos se te mojan en el charco que se ha formado. Si el peatón lleva en sus pies sandalias o chancletas descubiertas, se los mojará por completo.
Otra infracción la encontramos en la calle Calderón de la Barca. En esta calle no hay ni uno, ni dos, sino varios aparatos en un mismo edificio que sueltan, la mayoría, agua a la vía pública. Al pasar se debe ir sorteando a la vez los pequeños riachuelos formados con las gotas que caen desde arriba. La mayoría de estos aparatos de aire infringen la ordenanza municipal que prohíbe expulsar el agua directamente a la calle.
«No es para tanto»
Hay otros casos, como el encontrado en la calle González Adalid, donde las gotas de uno de los aparatos cae diariamente sobre uno de los escaparates de una tienda de alta costura. Uno de las dependientas del establecimiento afirmó no tener ningún problema con que les caiga el agua encima, ya que no se había dado cuenta. Sin embargo, varias clientas que se encontraban en el interior de la tienda afirmaron que les supone un «engorro» acercarse al escaparate para ver una prenda y que te caiga agua encima.
El dueño de uno de los aparatos de aire acondicionado que expulsa el agua fuera asegura que «no es para tanto» y que «nunca ha recibido queja alguna». Sin embargo, mientras La Verdad, le formula las preguntas, más de una persona mira hacia arriba con cara de rabia tras haberle caído una gota de agua en la cabeza.
La Policía Local sigue trabajando en detectar posible casos de infracción, aunque la denuncias y las multas son muy reducidas en comparación con todos los aparatos de aire acondicionado que infringen la ordenanza, por lo que habrá que seguir sorteando los pequeños charcos.
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