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FRANCISCO J. MOYA
Sábado, 13 de enero 2007, 02:26
Los adláteres de Paco Gómez sonreían ayer. Eran los únicos. Las oficinas del estadio Cartagonova parecían las dependencias de un tanatorio. Casi todo el mundo lloraba por la marcha del entrenador David Amaral, uno de los mejores que ha pasado por Cartagena en las dos últimas décadas. A los que sonreían, satisfechos de haber envenenado el día a día en el club hasta el punto de propiciar la dimisión en cuatro días de Miguel Torrecilla y David Amaral, eso le daba igual. En realidad, sólo les importa mantenerse en sus puestos y ser bien vistos por el que paga, su presidente, a quien han conseguido intoxicar (no es la primera vez) para que el club se convierta en un polvorín.
El guión estaba escrito. El lunes se fue Torrecilla, empujado por el propio presidente, quien públicamente había afeado a su director deportivo, acusándolo de intentar engañándolo con el fichaje de Abel, un jugador lesionado según el jefe de los servicios médicos del club, Genaro Zapata, aunque ni Málaga, ni Alavés ni Salamanca (tres clubes de la LFP) han advertido jamás problema físico alguno en ese futbolista.
Ayer dejó el club el tinerfeño David Amaral, entrenador que ha logrado que el Cartagena sea el máximo goleador (con 38 dianas) de las tres categorías profesionales del fútbol español. En su despedida, dijo que su marcha se debía a una decisión personal, agradeció a todo el mundo «su trato y apoyo en estos meses» y afirmó sentirse dolido con «todo lo que ha pasado. Yo también pierdo porque no puedo entrenar en lo que queda de temporada y pierdo dinero», indicó. «Pero he considerado que lo mejor es marcharme y sólo puedo sentirme agradecido al socio y a la afición por el trato que me han dado. Cartagena irá siempre en mi corazón», añadió Amaral.
Desacuerdo
El equipo es tercero en la tabla, es un firme aspirante al ascenso, el vestuario está unido, y se están conjugando buenos resultados y un óptimo nivel de juego. La afición está contenta. Pese a ello, el ya ex entrenador del Efesé, David Amaral, se baja del tren en marcha y no explica en público las causas de su insólita dimisión.
Sin embargo, fuentes próximas al preparador tinerfeño aclaran que los motivos de su renuncia a seguir entrenando a los albinegros son principalmente dos: primero, no admite que Paco Gómez se encargue de los fichajes y sea el encargado exclusivo de llevar las riendas de la política deportiva de la entidad; y segundo, cree que sin el apoyo de Torrecilla -quien lo trajo a Cartagena- su trabajo se verá mermado y el equipo puede acusarlo en los próximos meses, decisivos para buscar el ascenso a Segunda.
En definitiva, el empeño del constructor de Jacarilla en emular a Dimitri Piterman, el odiado presidente-director deportivo-entrenador del Alavés, y los sucios movimientos de personas que influyen en el propio Gómez han finiquitado de un plumazo el ilusionante proyecto creado en julio por el tándem Torrecilla-Amaral.
Y es que, aunque Paco Gómez declaraba hace unos días que él no iba a ser el nuevo Piterman porque el ucraniano va a los entrenamientos y se sienta en en el banquillo, el rumbo que ha pensado tomar a partir de ahora el presidente del Efesé era «inaceptable» para un profesional como Amaral, según lo califican personas cercanas al ex técnico del club.
Es cierto, Gómez no se sienta en el banquillo ni hace las alineaciones, pero el constructor ha manifestado públicamente su deseo de llevar en exclusiva la dirección deportiva del FC Cartagena.
El que va a ser su ayudante, David Buitrago, ha estado ocho años en el Ciudad de Murcia en funciones de «chico para todo» para su presidente, Quique Pina, y Juan Carlos Cordero. Desde luego, el panorama no era el más alentador para Amaral, quien jamás pensó que Torrecilla, con quien mantenía una estrecha relación personal y profesional, dejaría el Cartagena antes de que se cerrara el mercado de fichajes de invierno.
Sorpresa en el club
La marcha de Amaral pilló por sorpresa a todos. Cuentan en el club que Amaral se lo dijo al presidente al final de la comida que mantuvieron el jueves en Murcia para hablar sobre la nueva situación de la entidad. Al final, no se habló de fichajes ni de planificación, ya que el preparador canario dejó muy claro que su decisión era irrevocable y que, después de todo lo ocurrido en la última semana, no iba a seguir.
«Ha presentado su dimisión irrevocable. No puedo dar más explicaciones. Yo sinceramente no veo tan grave lo que ha ocurrido. No tanto como para que el míster dimita. Todos estamos muy contentos con él. El presidente está encantado con su labor. Nos ha dicho que no se siente con fuerzas para seguir adelante y que lo deja. Es duro y muy difícil de explicar, pero es lo único que puede decir el club», comentó ayer aturdido el gerente del Cartagena, Fran Alcoy.
De forma interina será Pedro Arango, el segundo entrenador, quien se haga cargo del equipo. Su primer reto será sacar los tres puntos en juego mañana en el Alfonso Murube de Ceuta. «He hablado con los jugadores y les he dicho que si de verdad aprecian a David Amaral, que ganen y le ofrezcan la victoria», afirmó Arango, quien reconocía que no había podido dormir, después de estar cinco horas hablando con Amaral el jueves por la tarde-noche.
Sin cambios
Arango adelantó que habrá pocos cambios en el once inicial de mañana y que «evidentemente seguiremos jugando con el sistema de Amaral, ya que es al que los jugadores están acostumbrados y con el que estamos funcionando. Los hombres pasan y la entidad se queda. Esto es duro, pero hay que tirar para adelante», concluyó el técnico interino del Efesé.
En la plantilla también sorprendió enormemente la dimisión de su entrenador. El veterano capitán Arturo Sívori reconocía que «jamás he pasado por esto. En una misma semana se han ido el secretario técnico y el míster. Nos han dejado huérfanos. Amaral ha hecho cosas muy buenas y nos deja terceros. Nos ha dicho que tiene sus motivos y que le respetemos. Hay que tirar para adelante».
De parecida opinión era otro de los capitanes del equipo, Orlando, quien calificó de «triste la forma de salir del míster. No nos ha sentado muy bien su marcha y yo no la entiendo, aunque él dice que tiene sus motivos», comentó.
Otro de los pesos pesados de la plantilla, el delantero catalán Xavi Molist, admitía que «esta situación no es normal, pero Amaral es un tipo que va de cara y con sus pensamientos hasta el final. Me ha sorprendido mucho, pero ahora tenemos que seguir igual. Los jugadores debemos ponernos las pilas con el que venga ahora para rendir bien y buscar el ascenso. Estamos juntos en ese trabajo», señaló.
Su compañero Sabino respeta la dimisión de Amaral, aunque la lamenta, ya que «me hubiera gustado mucho que hubiera seguido con nosotros hasta el final de temporada. Es una pena».
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