El PP plantea a Vox en la Región de Murcia un pacto que contempla acuerdos alcanzados en otras comunidades

Los populares han solicitado una sala en la Asamblea Regional para celebrar la reunión, aunque están dispuestos a encontrarse con los representantes de Vox en otro lugar si estos así lo prefieren. El documento incluye algunos puntos pactados en otras comunidades que le han parecido «interesantes» al PP murciano, los cuales no han precisado. Segado indicó que la propuesta no habla de compartir segundos ni terceros escalones de la Comunidad, y tampoco hace referencia a la entrada de Vox en el próximo Ejecutivo regional. Sí incluye la creación de una comisión de seguimiento para el cumplimiento de los posibles acuerdos.

Fuentes de Vox, por su parte, indicaron que también disponen de un programa de gobierno a corto, medio y largo plazo, «con propuestas concretas» que presentarán hoy al PP. Recalcaron que su objetivo es entrar en el Gobierno regional. A la pregunta de si dará tiempo a alcanzar un acuerdo esta semana, las mismas fuentes señalaron que el PP «va con mucha calma», dado el tiempo transcurrido.

El PP y Vox tienen previsto iniciar hoy las negociaciones que permitan investir «cuanto antes» a López Miras, que ayer por la tarde coincidió en Madrid con Alberto Núñez Feijóo. Por delante tienen entre tres y seis días para acercar posturas, ya que la Junta de Portavoces de la Asamblea acordó ayer celebrar el jueves y el viernes de esta misma semana la sesión de investidura. El líder popular necesita al menos la abstención de Vox en una segunda votación, que se celebraría el lunes día 10, para continuar en San Esteban. El debate comenzará el jueves a mediodía con su discurso. El viernes será el turno de los portavoces, las réplicas del candidato y la primera votación, en la que tendrá que obtener mayoría absoluta para ser investido.

Tal y como está la escena política regional antes de que el PP y Vox inicien la negociación y con unas elecciones generales a la vuelta de la esquina, todo apunta a que López Miras no tendrá respaldo mayoritario de la Cámara. Así que el lunes día 10, superado el plazo de al menos 48 horas que dicta el Reglamento de la Asamblea, tendría lugar una segunda votación, en la que necesitará mayoría simple para ser elegido. Bastará para ello la abstención de al menos dos diputados de Vox. Con la primera votación se pondrá en marcha el plazo de dos meses que un candidato tiene para obtener la confianza de la Cámara, ya que, en caso contrario, si persiste el bloqueo, se dará por disuelta y habrá que convocar nuevas elecciones autonómicas para otoño.

Esa es la situación a la que todos dicen que no quieren llegar. PP y Vox insisten en tener su «mano tendida» para alcanzar el acuerdo. Y en el PSOE y Podemos coinciden en que la Región es en este momento un banco de pruebas de las direcciones nacionales de los dos partidos de derechas en sus estrategias de cara al 23-J. Dan por hecho que, tras este «teatrillo», como coinciden en calificarlo, y una vez celebradas las elecciones generales, habrá un pacto.

Como anunció Joaquín Segado, dirigentes populares llamaron a la dirección regional de Vox para formar hoy una mesa de negociación que acabe con el bloqueo. Por parte del PP estará López Miras y por Vox, su líder provincial, José Ángel Antelo. Previamente, Segado dijo que ofrecerán un «acuerdo programático que le dé estabilidad y fuerza a la legislatura», pero sin cargos para Vox en el Ejecutivo: «El PP toma la iniciativa consciente de que la Región no se puede parar» y que tampoco «se puede permitir un bloqueo», dijo.

Los populares no tienen previsto ceder a la primera de cambio. Se sienten respaldados por su dirección nacional. Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, declaró ayer que considera «sorprendente» que Vox quiera entrar en el Ejecutivo regional y que él haría lo mismo tras el 23-J si obtiene más votos que toda la izquierda junta. En el caso de que López Miras no obtenga los votos necesarios en la primera votación, Segado espera que Vox se abstenga en la segunda. «No pedimos que vote a favor de nuestro candidato, solo que se abstenga». Y cree que «los votantes de Vox no entenderían que sus nueve diputados sumen sus votos a los de PSOE y Podemos para impedir la investidura de un candidato de centro derecha».

El portavoz adjunto del Grupo Vox, Rubén Martínez Alpañez, mostró la predisposición de su partido a negociar, pero también lamentó los retrasos en la negociación con el PP, que achacó al «interés electoral de Feijóo». Y, a pocas horas de reunirse la mesa negociadora, Alpañez rebajó las expectativas de los populares con críticas a las políticas económicas, educativas y medioambientales del Gobierno de López Miras, cuyos resultados, dijo, no se corresponden con los compromisos de su programa electoral.

También criticó «los incumplimientos» del presidente con Vox al inicio de la pasada legislatura para facilitar su investidura. Y aunque reconoció que su partido no puede aspirar a controlar todas las carteras del nuevo Ejecutivo, sí consideró necesario formar parte de él, aunque evitó referirse a puestos concretos.

PSOE y Podemos coincidieron en que los populares y Vox representan un «teatrillo» y que hay un pacto oculto por intereses electorales. El voto de los trece diputados socialistas y de los dos de Podemos será negativo, pese a admitir que la «Región necesita cuanto antes un gobierno serio que dé estabilidad».