El posible cambio en el plan de estudios reabre conflictos en Medicina de la UMU

El proceso se ha encontrado con la oposición de un grupo de 28 profesores clínicos que ha mostrado su descontento en un escrito enviado al rector, José Luján. Entre los firmantes se encuentran catedráticos de indudable peso como Alberto Torres, Luis García Marcos, Manuel Sánchez-Solís, Pablo Ramírez o Ricardo Robles. Los clínicos muestran su preocupación por «un proceso de reforma del plan de estudios que, a pesar de no ser aparentemente más que un 'modifica' [es decir, un cambio no sustancial], implica reformas de enorme calado». Esto, advierten, «aprovechando un momento» en el que todavía no ha entrado en vigor un nuevo decreto que regula la organización de las enseñanzas universitarias.

«Acostumbrados como estamos al método científico –en el que lo primero que se estudia es la situación para, a continuación, elaborar los objetivos y el método–, tenemos la inquietante sensación de encontrarnos sumidos en un movimiento sin lo primero, ni lo segundo, ni lo tercero», lamentan estos profesores. Por ello, reclaman una «auditoría» previa, «mucho mejor externa y liderada por el equipo rectoral», para analizar de forma «objetiva» las «debilidades y fortalezas». Una vez realizado ese trabajo previo será el momento de abordar los cambios, señalan.

El plan de estudios no ha sido renovado desde el plan Bolonia, hace quince años, y en lo único que parece haber consenso es en la necesidad de abordar cambios que adapten el grado a la realidad de la Medicina que se ejerce actualmente. Pero los firmantes del escrito dudan de que el proceso abierto vaya en esta dirección, y critican el momento elegido, cuando apenas quedan unos meses para las elecciones al Decanato. «Un cambio de un plan de estudios orientado a la medicina personalizada de la época actual no es algo que se pueda hacer en unos meses y con prisas», advierten. «No podemos dejarnos llevar por visiones aldeanas, tan desafortunadamente utilizadas una y otra vez, de obtener más o menos créditos para una determinada asignatura», añaden.

Construir un nuevo plan de estudios «requiere un primer objetivo: definir el médico que la sociedad actual necesita. No encontramos nada de esto en el actual movimiento del Decanato», lamentan. Tras la polémica laten las tensiones latentes entre los clínicos, que reclaman desde hace años un mayor peso, y otros departamentos preclínicos. En las pasadas elecciones, la actual decana, Carmen Robles, tuvo como competidor a Sánchez-Solís, uno de los firmantes del escrito. «Somos los profesores clínicos, los que estamos todos los días con los enfermos, los que sabemos qué tipo de formación es necesaria, tanto en el hospital como en la Atención Primaria», se subraya en el manifiesto.