![¿Por qué fue acribillado el marroquí Youanes en Mazarrón?](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202205/15/media/cortadas/detencion-k54G-U170101458365htD-1248x770@La%20Verdad.jpg)
![¿Por qué fue acribillado el marroquí Youanes en Mazarrón?](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/202205/15/media/cortadas/detencion-k54G-U170101458365htD-1248x770@La%20Verdad.jpg)
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Carlos Patricio B. terminó asumiendo ante el juez lo que ya era una obviedad: que fue él quien acabó con la vida del marroquí Youanes B. en junio de 2021 en la terraza de una bar del Puerto de Mazarrón. Arrinconado por las contundentes declaraciones ... de los testigos y las grabaciones de las cámaras de seguridad, este exmilitar de 53 años reconoció un crimen que conmocionó a la sociedad murciana y que acabará finalmente en manos de un jurado popular.
El procesado sostiene que su única intención era asustar al joven y que, cuando esgrimía el arma con esa idea, esta se le disparó accidentalmente. Reconocida ya la autoría, la clave de la vista, aún sin fecha, estará, no obstante, en determinar si la muerte de Youanes fue un homicidio -como presumiblemente enarbolará la defensa- o un asesinato -como, es de esperar, batallarán las acusaciones-.
Un juzgado de Totana dio hace unos días el pistoletazo de salida para que un jurado popular acabe indagando en las verdades de este crimen, que, el pasado verano, sacó a cientos de personas a las calles para protestar por el ataque presumiblemente xenófobo. Esa es, precisamente, otra de las cuestiones que se pondrán encima de la mesa en la vista que la Audiencia Provincial de Murcia tendrá que celebrar en los próximos meses -o años-. ¿Fue la muerte de Youanes un crimen racista?
La Guardia Civil parece tenerlo bastante claro. En un informe incluido en el atestado ampliatorio de la Policía Judicial, al que LA VERDAD ha tenido acceso, los investigadores analizan los índices de polarización detectados en el sospechoso. El instructor, amparándose en las declaraciones de los numerosos testigos que aquella tarde se encontraban en la zona, subraya que Carlos Patricio «profirió durante las horas previas al crimen y durante la realización del hecho delictivo numerosas expresiones y alusiones racistas».
La Benemérita ha indagado en este tiempo en los perfiles en redes sociales del procesado, en su posible relación con grupos ultras de fútbol o con organizaciones caracterizadas por su odio a colectivos minoritarios y no ha hallado en esas pesquisas signos de radicalización del sospechoso, según concluye el documento. Sí concreta, sin embargo, que aquella tarde desplegó, a diestro y siniestro, «manifestaciones peyorativas» hacia la comunidad marroquí, un evidente signo de polarización.
Este exmilitar de gesto adusto era ya una cara conocida para las camareras del bar El Muelle, en el Puerto de Mazarrón. «Iba todos los días», recuerda ante el juez una de las trabajadoras del local. Su presencia habitualmente pasaba desapercibida, pero aquel caluroso 13 de junio algo cambió. «Esa tarde tenía ganas de jaleo», sentencia una de las testigos.
Los pasos de este antiguo aspirante a guardia civil se cruzaron con un grupo de jóvenes marroquíes que disfrutaban de la tarde de domingo en esta terraza con vistas al paseo marítimo. Entre ellos se encontraba Youanes, un padre de familia de 39 años. «Estuvo toda la tarde diciendo que 'los moros, fuera'», recordó una de las trabajadoras del local. «Decía que le molestaba que estuvieran ahí, que 'qué asco de moros'».
Esta testigo no es la única que rememora con claridad la intolerancia que Carlos Patricio esgrimía aquella tarde. Otra de las empleadas del establecimiento relata a las partes la obsesión que enarbolaba el sospechoso con que ninguno de los marroquíes se adentrase en la barra del local. «Decía que nos iba a denunciar».
Ante esta actitud es Youanes quien se acerca hasta la mesa en la que está sentado Carlos Patricio y, sin levantar la voz, le advierte: «Si tienes algo contra los moros, me lo dices a mí a la cara, ¿de acuerdo? A las chicas déjalas en paz». Y retorna junto al grupo.
Carlos Patricio se marcha entonces de la terraza y las cámaras de seguridad lo captan encaminando sus pasos hacia la calle Sanotel, donde comparte un piso con otro varón, y se cambia de ropa. Agarra una pistola y regresa al local. «Apareció y dijo 'va a ser la última vez que tú me vacilas a mí' y sacó la pistola», rememora una de estas jóvenes. Tras asestarle un primer disparo, el marroquí acierta a coger una sombrilla y se la lanza, tratando de defender su vida. Se escuchan, no obstante, dos nuevas detonaciones y Youanes se desploma sobre la terraza. Las cámaras captan a Carlos Patricio marchándose del lugar con paso tranquilo.
La Policía Judicial también ha indagado en los últimos meses el origen del arma con la que el sospechoso cometió el crimen. La pistola estaba a nombre de un militar de Alcantarilla, pero este explicó que hacía una década ya que la había entregado en el servicio de armamento de la escuela militar de paracaidismo de Alcantarilla para que la inutilizasen y la pusiesen a nombre de Carlos Patricio. Un error en la tramitación hizo que su fallo saltase. Las pesquisas han llevado al Instituto Armado a concluir que la pistola debió ser rehabilitada por el sospechoso o por alguien de su entorno. El mecanismo, al parecer, era sencillo y bastaba con sustituir el cañón.
El procedimiento judicial está aún pendiente de unos flecos -el informe forense definitivo y la información relativa a las licencias de armas que el sospechoso pudiera tener en vigor-, pero sigue su curso y la intolerancia se acabará sentando en el banquillo.
«Lo mató un racista». Andrea, la viuda del crimen de Mazarrón, ya dejó clara el pasado año, durante una entrevista concedida a este diario, su convicción de que el asesinato de su marido estuvo impulsado por la xenofobia. Así lo defienden también los letrados Fermín Guerrero y Ana Belén Oñate García, que han asumido la acusación particular en nombre de la mujer y el hijo de la víctima tras el reciente fallecimiento del letrado Melecio Castaño, que ejerció ese papel hasta la fecha. Esta parte avanzó que solicitará que Carlos Patricio se siente en el banquillo acusado de un presunto delito de odio, además de por uno de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas. Las partes aún no han redactado sus escritos de acusación.
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