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El pollito pío

BALLENEANDO ·

¿Queda algo de dignidad, o de vergüenza, en las filas de ese partido al que me refiero?

Lunes, 29 de enero 2018, 08:43

Si yo trajera a colación ahora a Ben Johnson (ya saben, aquel muchacho que le ganó una carrera a Carl Lewis pero que luego se demostró que llevaba encima de todo menos tabaco), ustedes qué harían?, ¿torcerían el gesto, se les arrugaría la boca en una mueca de asco? ¿Y si yo convocara aquí a Juanito Muelegg o citara al más infame de todos, el señor Lance Armstrong? ¿Son figuras que les resultan amables, confortables?

Y es que no sé si lo han visto ustedes, pero es que los pollitos han empezado a cantar (lo mismo era que el gallo se pensaba que se iban a comer el marrón ellos solos) y que, entonces, aquello que tanto se rumoreaba de «organización criminal», de «financiación ilegal», de «partido dopado» ha empezado a no ser presunto.

Y, ¿saben qué pasa?, pues que si miran el palmarés de los cien metros en los Juegos Olímpicos no hay rastro de Ben Jonhson. Ni de Juanito en el palmarés del esquí de fondo. Ni de Lance Armstrong en el Tour. Pasa que los patrocinadores les huyeron. Pasa que las federaciones les impidieron volver a competir. Pasa que el deporte, por más dinero que mueva, no deja de ser entretenimiento. Pasa que esto, lo de un partido dopándose, es la vida real. Y por tanto más grave.

Porque en breve, avanzando el tiempo, será hecho acreditado más allá de toda duda (y en los propios tribunales donde ese partido al que me refiero tanto se ha escondido) que el citado partido ha hecho todas esas cosas que todos intuíamos/barruntábamos/sabíamos/denunciábamos y que toda su defensa no ha sido más que un espantoso paripé y una huída hacia el precipicio.

Por supuesto tengo preguntas. Dos, en concreto.

La primera es, ¿queda algo de dignidad, o de vergüenza, en las filas de ese partido al que me refiero?

La segunda es, ustedes que los votan (que los patrocinan), ¿cuándo retirarán su patrocinio?, ¿a qué esperan?, ¿o que piensan, que los pollitos, pío, no saben, lo mismo que yo, quien es ese tal eme punto Rajoy del que usted me habla?

Y que me acuerdo, muy bien, de eme punto Rajoy en esa misma plaza de toros de esa misma campaña que ahora los pollitos, pío, han cantado que estaba dopada hasta las trancas. Me acuerdo de eme punto mirando al personal y bramando. Que lo que él tenía en Valencia era un ejemplo para toda España. Que lo que él quería era que lo que se hacía en Valencia se hiciera en toda España. Y claro, eme punto. Claro que querías. Normal que quisieras.

Y mientras tanto, mientras rebuscan en el fondo de los cofres por si saliera un poco de dignidad o de vergüenza, los pollitos. Lo que decía la canción. La paloma ruu, el gallo cocó, la gallina co. Y los pollitos, pío.

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