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LA VERDAD
MURCIA
Viernes, 22 de septiembre 2017, 04:11
Todo está ya listo en el Palacio de Justicia de Cartagena para acoger el que, sin duda, es uno de los juicios más importantes de las últimas décadas: el 'caso Cala Cortina'. El lunes 4 de octubre arrancará en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial la vista que debe arrojar respuestas sobre este suceso, que ya ha pasado a formar parte de la historia negra de la Región. En el banquillo, cinco policías nacionales de la ciudad portuaria acusados de la presunta detención ilegal y del homicidio de un vecino del barrio de Las Seiscientas.
En el estrado, nueve ciudadanos de a pie que deberán determinar la inocencia o culpabilidad de los cinco agentes encausados. José Carlos Mateos Luján, José Antonio Costas Guerrero, José Luis Solano Albaladejo, Rubén Manuel Forné Navarro y Raúl Aguado Rodríguez afrontan una petición de pena, por parte de la Fiscalía, de un total de 100 años de prisión (veinte por cabeza) por supuestos delitos de detención ilegal y homicidio. La acusación particular, que ejercen los familiares del fallecido, eleva la reclamación de penas hasta los 120 años.
El acto -privado- de constitución del jurado popular se llevará a cabo el día 3 y dará el pistoletazo de salida a este controvertido juicio. Según explicaron fuentes judiciales, el tribunal ha reservado varios días para unas declaraciones de los policías acusados que se prevén largas y complejas. A partir del día 9, de acuerdo al 'planning' del juzgado, comenzará el turno de los 63 testigos -casi la mitad de ellos policías- y 33 peritos que está previsto que declaren en la vista. Entre ellos se encuentra el testigo protegido 'B-83', cuya declaración resultará crucial ya que buena parte de la acusación se sostiene sobre las declaraciones de esta persona, cuya identidad nunca ha trascendido.
Con todo ese material, los nueve hombres y mujeres que conformen el jurado deberán encerrarse, previsiblemente a partir del 3 de noviembre, para redactar uno de los veredictos más esperados. Los trece hechos que resumen las sospechas existentes contra los cinco agentes y sobre los que tendrá que pronunciarse son los siguientes:
1º) Si sobre las 4.35 horas del día 11 de marzo de 2014, Diego Pérez Tomás, domiciliado en la calle Estanislao Rolandi nº 1 de la barriada Virgen de la Caridad de Cartagena, llamó desde su teléfono al 091, solicitando auxilio policial al sentirse amenazado por unos individuos.
2º) Si Diego Pérez Tomás sufría una esquizofrenia paranoide y trastorno de afectividad que determinaba un grado de discapacidad del 45%.
3º) Si, a consecuencia de esa llamada, acudieron al domicilio del requeriente los siguientes agentes del Cuerpo Nacional de Policía en servicio activo: José Carlos Mateos Luján, y su compañero Gregorio Javier García Miras (fallecido el día 13/10/15 en prisión), a bordo del vehículo policial Z-54; José Antonio Costas Guerrero y José Luis Solano Albaladejo, en el vehículo policial Z-57, y Rubén Manuel Forné Solano y Raúl Aguado Rodríguez, en el vehículo policial Z-57.
4º) Si, localizado Diego junto a su domicilio, lo cachearon y el agente José Luis Solano Albaladejo le propinó una bofetada.
5º) Si, a continuación, los agentes intervinientes indicaron a Diego de manera intimidatoria que se subiera al vehículo Z-54, privándole así de su libertad, y de común acuerdo decidieron llevarle a Cala Cortina, a más de dos kilómetros, lugar al que se trasladaron los tres vehículos policiales.
6º) Si hacia las 5 horas los vehículos policiales llegaron a Cala Cortina, donde los agentes intervinientes procedieron a propinar golpes a Diego Pérez Tomás
7º) Si lo hicieron con la intención de atentar contra la vida de Diego o asumiendo la posibilidad de su muerte.
8º) Si las posibilidades de defensa o auxilio de Diego quedaban disminuidas por la superioridad numérica y física de los agresores y el aislamiento del lugar a esa hora.
9º) Si las posibilidades de defensa o auxilio de Diego quedaban además anuladas por la superioridad numérica y física de los agresores y el aislamiento del lugar a esa hora.
10º) Si los golpes propinados determinaron la fractura de la vértebra C-3 y fracturas trabeculares de las vértebras C-2 a la C-7, produciendo la muerte de Diego.
11º) Si a continuación arrojaron el cadáver al mar desde algún punto de la bahía.
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