Borrar
Varias personas toman aperitivos y disfrutan del ambiente del Gastrotour, este sábado, en San Javier.
Mucho más que una feria gastronómica

Mucho más que una feria gastronómica

Gastrotour San Javier recibió este sábado a 7.000 personas que disfrutaron de un tapeo de alto nivel en la playa de Santiago de la Ribera

ALEXIA SALAS

Sábado, 26 de septiembre 2015, 22:37

A esa dulzura de catar todo lo bueno de la vida en total relajación los italianos lo llaman il doce far niente, pero en el Mar Menor se llamó este sábado Gastrotour San Javier. Más de 6.000 personas le mordieron al mediodía de ayer al placer de pasear por la Calle de la Tapa para elegir entre los bocados de alto nivel que prepararon en la segunda jornada de la feria los cocineros de los restaurantes de la comarca costera que instalaron sus barras y su talento en la explanada Barnuevo de Santiago de la Ribera.

El sol de septiembre hizo posible una jornada de diversión plena para los visitantes, que pudieron bañarse en el Mar Menor, experimentar las nuevas sensaciones de las salsas innovadoras de cocineros como Alberto Ferruz, con una estrella Michelin, del restaurante Bonamb (Jávea), y entregarse al juego de las barras hasta colmar el apetito de probar, saborear y descubrir lo último que se cocina en los fogones del litoral.

«Ha sido un éxito absoluto porque el nivel de las tapas no se ha desvirtuado por la elevada producción que han tenido que hacer los cocineros, que solo en cuanto a caldero hemos tenido que doblar con respecto a las previsiones», explicó el director de Gastrotour San Javier, Sergio Gallego. Hasta la última gota de 11 barriles salió de los grifos de Estrella de Levante, cuyas barras se convirtieron en el astro central alrededor de las que gravitó todo el ir y venir de gourmets a la búsqueda de nuevos sabores.

La marca cervecera murciana se aprovisionó de 18 barriles más para hacer frente a la noche, al igual que la bodega de Maset del Lleó. Bastilla Playa desplegó su fiesta del vermut, que al anochecer se torna en coctelería de mojitos, daikiris y piña colada en pugna con las ginebras especiales para comenzar la tarde con la música del dj Jesús Valdesueiro.

En el mostrador de Supercosta y Me Fresh Market no daban a basto a servir canapés de patés de varios sabores, hamburguesas y pinchos de carnes aliñadas. Para degustar las hamburguesas de black angus de The Factory había cola de pequeños y mayores, aunque en los mostradores más arroceros, como el de Los Calderos de Julia y la Lonja Mar Menor, no tuvieron menos aglomeraciones. Los visitantes dudaban en la barra de la Casa del Reloj entre el langostino crujiente y la tierna carrillera de cerdo. «Dame una de cada», resolvió una turista.

Demanda de jamón

El cortador Rubén Arroba tuvo que desvestir varios jamones para colmar la demanda matutina, mientras Pepe El Parras despachaba parmentier de patata sobre el meloso de ternera. La croqueta de pulpo de Vintage y el bacalao dorado de Domingos compitieron en el paladar del público con la patata al puñetazo de la Asociación de Cocineros de Murcia.

Para colmar los caprichos dulces, por el expositor de la panadería José Antonio desfilaron palos catalanes y tartaletas de manzana, a esa hora en que el apetito corona su festín con un café elaborado por las expertas manos de Javier Fernández, barista de cafés Salzillo. Difícil no seguir la estela del aroma de una taza de Barrocco, su café estrella, con una capa de chocolate negro o blanco o un sirope de tiramisú. Los pequeños no tuvieron duda. En el aula Minigourmet prepararon minipizzas, piruletas de chocolate y magdalenas con el chef, de la UCAM, José Ignacio García.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Mucho más que una feria gastronómica