Borrar
El pintor Antonio Tapia, junto a una de sus obras. :: g. carrión / agm
«Mi pintura observa y refleja la realidad»

«Mi pintura observa y refleja la realidad»

PEDRO SOLER

Jueves, 1 de octubre 2015, 01:59

Es un modo de reflejar la sensación y el sentimiento que yo tengo sobre la sociedad. Me siento un poco intruso en este espectáculo social que me rodea, un mundo lleno de cosas que no me gustan». Es lo que Antonio Tapia afirma sobre su exposición -'Intrusos'-, que presenta en el Casino de Murcia. «Ya he trabajado con imágenes de esas personas amables que todos creamos de nosotros mismos, pero que, realmente, solo sirven para defendernos. Ahora, con 'Intrusos', me dedico, como individuo independiente, a observar la sociedad, metido en la burbuja de su entorno, desde la que entro en los sueños de otra sociedad, sin interactuar, solo observando».

Si le tiene ojeriza a la sociedad en la que vive, ¿por qué no se hace eremita? «Si pudiera, quizá lo sería; pero el problema no es la sociedad en sí, sino buscarle un sentido a la vida a través del sentimiento artístico. El problema es que empecé observando las cosas, porque me gusta fijarme mucho, como las lechuzas. Me preguntaba por qué pasaba esto o aquello, y por qué tienen que ser como son determinadas situaciones. Y, en el fondo, mi pintura observa mucho para reflejar la realidad. Todo esto te va llevando a hacer tu propio entorno, pero que, al final, te obliga a investigar el interior de las cosas. Creo que vivimos en una sociedad turbia, gris, con un aparente fondo de esperanza, situación que quiero reflejar en mis obras».

¿Se trata de situaciones y personajes reales o inventados? «Los artistas tenemos un grado de evolución. Cualquiera va dando pasos y, cuando empieza, lo primero que hace es pintar la iglesia de su pueblo o el paisaje que más le impresiona; pero es como la educación de un niño. Conforme se va llenando de experiencia e impresiones, se empiezan a valorar, para seleccionar cada vez más los intereses que uno tiene. Para mí, la pintura es como la experiencia de mi vida. Te das cuenta de que copiar la estética de una fachada o pintar un paisaje no es suficiente. Hay que transmitir algo más, buscando otra impresión emocional que no solo sea la que transmite el paisaje. Es cuando se empieza a modificar, introduciendo personajes y creando cosas nuevas, que es lo que he querido hacer».

Cuenta el pintor que 'Intrusos' está montada sobre temáticas muy distintas: «Hay una parte en la que yo soy el intruso observador, el 'voyeur' que mira lo sueños de otro o intenta entrar en la experiencia de los libros, observando de manera aislada el entorno. Estas obras son como el arranque, para no perder de vista lo cotidiano; otra está dedicada a observar algo parecido a los sueños, como el mundo de la fantasía; y una tercera parte en la que uno, como intruso inconsciente, comparte un escenario mayor, que está por encima del individuo solitario que era antes y que ahora está controlado por las situaciones». Dentro de estas secciones, la más llamativa, quizá, es aquella «en que se desarrolla la sociedad 'happy', la sociedad feliz, en la que preferimos vivir, aunque sea con la cabeza escondida, porque preferimos nuestra falsa felicidad, sin ser conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, aunque tengamos peligros inmensos que nos están amenazando y que yo reflejo en esos dinosaurios enormes, pero que preferimos ignorar».

Asegura Tapia que no busca con esto impresionar ni aturdir a los espectadores, «que son personas muy diferentes y a los que les afectan las imágenes de manera distinta. Yo creo que cualquier creación artística tiene una primera lectura, que es la del autor; porque si no se hubiese realizado esa lectura, tampoco se hubiese generado la obra. Lo bonito que tiene esto es que cada espectador, según sus propias experiencias, puede sacar sus propias conclusiones, que enriquecen y complementan esa primera lectura. Me parece muy bien que haya quien diga que no hay que explicar una obra de arte, pero, si no es así, los espectadores se perderán una parte muy importante de lo que es cada obra».

¿Por qué pintura de corte realista, que, realizada por un pintor todavía joven como Tapia, puede chocar, cuando lo que predomina es algo muy distinto? «Es que yo no quiero seguir una tendencia, ni un estilo; la única tendencia que sigo es la mía. Si pinto, es porque tengo que contar algo, inventándome mis mundos de fantasía y oníricos, en los que vuelco las imágenes que brotan cuando tengo una sensación. Si es de tristeza, mezclo determinada iconografía y completo dentro del cuadro un escenario, que para mí refleja una sensación triste. Que a cada cual le llegue más o menos, es otra cuestión». Permanece fiel a su estilo, también porque «lo que intento es que no chirríe cualquier composición. Mis cuadros podrán gustar o no, en función de la emoción que transmitan, pero, si pinto un coche, debe tener la perspectiva adecuada; una persona no debe aparecer desproporcionada; si es la catedral, que no esté torcida. Este tipo de distorsión puede impedir que el espectador penetre en la sensación que quiero transmitir».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad «Mi pintura observa y refleja la realidad»