Unidos en Abarán para dar sepultura a Julius

Los últimos años de la vida de Julio Vaduvescu, Julius, como se le conocía en la Hoya del Campo, está ligados a los vecinos de esta pedanía abaranera. Este ciudadano rumano, que ha vivido durante casi quince años en una modesta autocaravana en un descampado de la barriada, falleció hace unos días de manera súbita. Y un grupo de personas, encabezados por María Jesús Ros y Stefan A. Nediu, este último compatriota suyo, afincado en la zona y buen amigo de la víctima, han protagonizado una iniciativa de solidaridad que ha consistido en la recolecta de dinero para costear su entierro

Hace unos años, un incendio calcinó lo que era su casa, una autocaravana que la convirtió en su hogar. Los vecinos reunieron también entonces, en apenas veinticuatro horas, el suficiente dinero para comprarle otra autocaravana, tras dejarle el fuego prácticamente sin nada. «Fue uno de los mejores regalos de su vida», recuerda una de las mujeres que colaboraron. «Sus hijos vienen a España para rendirle su último adiós, pero no pueden hacer frente a los gastos del sepelio», explican los vecinos, que han distribuido en redes sociales la petición de ayuda. La recaudación ha ascendido a 1.905 euros, que han servido para pagar los gastos del tanatorio, las flores y la misa. El dinero sobrante lo emplearán para limpiar el solar donde vivía, según explica María Jesús Ros, que destaca la colaboración recibida.

En un principio se había barajado la posibilidad de que sus restos mortales, una vez incinerados, regresaran a Rumania. Sin embargo, como su deseo era quedarse en la localidad para siempre, finalmente el Ayuntamiento ha tenido el gesto de ofrecer un nicho en el cementerio municipal para que reposen allí.

«Julius era una buena persona, muy conocida y querida en la Hoya del Campo, y por eso hemos querido que tuviera un entierro digno porque se lo merecía», resume un vecino.